Pages

febrero 10, 2016

¿Qué sentido puede tener el sufrimiento?



Actualmente muchas personas nos encontramos atravesando la etapa de un despertar espiritual. Nuestra experiencia vital nos ha enseñado a comprender que gracias al sufrimiento crecemos internamente y aceptamos con más faciidad todo lo que supone el dolor en sus distintas manifestaciones o intensidad.

En un primer momento, podemos ser conscientes de que el sufrimiento es una purificación unida a la inexorable ley de causa y efecto, aunque dicha catarsis no constituye el único motivo del sufrimiento, ni es lo más importante. El sufrimiento nos ayuda a la superación y liberación del alma, hay una frase que me gustaría añadir: "la vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste."

Muchas personas no se dan cuenta de que el espíritu es algo muy poderoso y que todavía nos falta la suficiente fuerza y resistencia para acogerlo y soportarlo. Ambas cosas se desarrollan principalmente con el dolor.
Además nos hace madurar todos los aspectos de nuestra consciencia, en particular los más profundos y sutiles. Nos obliga a que no estemos siempre pendientes del alucinante mundo exterior, liberándonos de él, ayudándonos a profundizar en nosotros mismos, nos vuelve más conscientes y nos motiva a buscar consejo, luz y paz en nuestro espíritu. 
Sintetizando el sentido que tiene el dolor, este nos despierta y hace que nos revelemos ante nosotros mismos.

También nuestro dolor nos permite comprender mejor y compartir el dolor de los demás, lo cual nos vuelve más sabios y decididos a prestarle ayuda a quienes nos rodean.

Llegando a este punto se podría objetar ¿por qué el dolor, tan a menudo, produce el efecto contrario?...¿por qué a veces nos irrita, nos desespera y nos incita al odio y a la violencia?...

Es incuestionable que esto es así muchas veces, pero no se debe considerar como un efecto necesario y trágico a consecuencia del dolor. Si ahondamos en esta observación psicológica, la mayoría de las veces estos efectos se deben al rechazo ante los acontecimientos dolorosos. Las consecuencias del sufrimiento y su cualidad dependen más que nada de la actitud que asumimos frente a él, de cómo lo recibimos interiormente y de nuestras reacciones externas. 

Por lo tanto, vamos a examinar seguidamente las diferentes actitudes que podemos asumir ante el dolor y las consecuencias que de ellas se derivan.


Si nos sentimos impotentes ante el dolor – que es lo que sucede con frecuencia – nos rebelamos contra él y el resultado es una exacerbación del dolor, un nuevo dolor que se añade al dolor primitivo formándose un círculo vicioso que da lugar a errores, culpa, obcecación, desesperación, violencia, etc.

Con las pruebas se sufre menos, al evitarse algunas de las consecuencias negativas externas, pero seguimos conservando las internas, como el desánimo, la depresión o el abandono. De este modo, no se aprenden de ellas buenas lecciones, sino meramente soportar y aguantar.

Es aceptando inteligentemente el dolor como se aprende de sus múltiples lecciones, se coopera, y ello reconforta y abrevia considerablemente el sufrimiento. Además, no es raro que suceda un hecho sorprendente: una vez que aprendemos la lección, la causa del dolor desaparece.

En todos y cada uno de los casos, tras la aceptación del dolor sobreviene una maravillosa serenidad, una gran fuerza moral y una profunda paz. En ciertos casos se puede llegar a una tan plena comprensión de la función y del valor del sufrimiento, a una aceptación tan voluntaria, que se experimenta un sentimiento de alegría incluso en medio del mayor sufrimiento.

Sabemos que el hombre no es algo simple sino que está compuesto de una multiplicidad psicológica. Existen en nosotros diversos niveles, por lo cual es perfectamente factible que mientras que el nivel emotivo – por ejemplo – sufre, otro nivel más elevado pueda estar feliz.

Es posible, entonces, que en algunos casos el gozo y la alegría inherentes a la aceptación espiritual puedan prevalecer hasta el punto de superar el dolor y de hacerlo desaparecer directamente de la consciencia.

Finalmente comentaros que aunque todos estos datos están demasiado resumidos debido a la amplitud y complejidad del tema, os pueden servir para comprender la profunda justificación del dolor en la vida de los hombres y su necesaria función evolutiva, así como a sentir la elevada y preciosa tarea en la que podamos entregarlo y divinizarlo.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

20 comentarios:

  1. Gracias por compartir su ensayo sobre el sufrimiento, la estrella Amaranto usted. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que es un tema más complejo, pero me quedé con algo útil en relación con el dolor y se rebela contra ella. Llego a la conclusión de que es suficiente con tener el sufrimiento sin hacerlo peor por sentimientos de culpa o desesperación. Otra vez, gracias, y tienen una buena noche del miércoles.

    Thank you for sharing your essay on suffering, Star Amaranth. I fully agree with you that it is a most complex subject, but I came away with something useful concerning pain and rebelling against it. I conclude that it is enough to have the suffering without making it worse by feelings of guilt or despair. Again, my thanks, and have a good Wednesday evening.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El dolor físico si es un dolor real y factible, en cambio el sufrimiento, procede de la no aceptación por parte del ego, a madurar o crecer internamente. Cuanto más nos resistimos a aceptar las situaciones que en un principio las juzgamos a través del ego como dolorosas, pues más intenso será el sufrimiento, en cambio cuando aprendemos la lección de superar y trascender dicho sufrimiento, pues las consecuencias son liberadoras y nos llenan de felicidad, al ser conscientes de nuestras propias capacidades para hacerlo desaparecer por completo.
      Los sentimientos de culpa o desesperación también proceden de este mimo error, ya que no somos conscientes de que en esta vida estamos aprendiendo a andar y es normal que en ocasiones nos caigamos porque no sabemos ponernos de pie, pero no por esto, tenemos que sentirnos culpables, sino comprender que no teníamos la lección aprendida. De manera que en vidas sucesivas es como hemos ido adquiriendo esa maestría y es la forma que hemos desarrollado para crecer.

      Muchas gracias a ti también, Paula, por intervenir con tu interesante comentario.

      Eliminar
  2. El sufrimiento, el dolor, o cualquier malestar físico, siempre es un indicador de que algunas de nuestras emociones se han disparado, hay un desarreglo interno. El cuerpo es la herramienta perfecta para descubrir de dónde proviene la anomalía. Como bien dices, la actitud que asumimos ante el dolor, si es interna nos ayudará más fácilmente a liberarnos de él. Puesto que lo podremos comprender mejor, que si solo buscamos las reacciones externas.

    El sentido de conocernos mejor.

    Un buen análisis sobre el sufrimiento Estrella.
    Gracias por compartirlo.
    ¡Un fuerte abrazo amiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las emociones también proceden del ego y como tal, se resiste a superar su crecimiento, pero gracias a esa "llamada de atención" o ese "desarreglo" que como todo en nosotros, interviene lo físico y lo psíquico como una unidad que somos, la mente sufre y el cuerpo físico genera enfermedades derivadas de ello.
      Por supuesto la clave está en la actitud frente al dolor que tomemos, si lo aceptamos, lo habremos superado, pero si nos oponemos "la guerra" será constante y el sufrimiento elevará su nivel de intensidad.
      Cuando aprendemos su funcionamiento y somos ya conscientes de que es el mejor aliado que tenemos para crecer espiritualmente, pues ya nada nos podrá parar para continuar hacia nuestra liberación.

      Efectivamente: "conocerse a si mismo" es lo mejor que podemos hacer en este "viaje" para poder evolucionar.

      Me alegro que te haya resultado útil e interesante, querida amiga, Mila.

      Otro abrazo de vuelta enorme!!

      Eliminar
  3. Aunque algunos de los conceptos que usas son nuevos para mí y no forman parte de mi "vocabulario psicológico y emocional", creo que comprendo lo que dices :)

    Lo que está claro es que el dolor forma parte de la vida, nadie está exento de experimentarlo en algún momento o incluso en muchos a lo largo de la existencia. Rebelarse ante él no parece ser una forma de superarlo ni de convivir con él en paz, así que quizás en la aceptación esté la solución. Los beneficios a nivel personal que eso nos puede acarrear los has descrito tú muy bien.

    Muy interesante, Estrella. Todos los días se aprende algo nuevo y hoy ha sido en tu blog :))

    Un abrazo fuerte y feliz noche de miércoles!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No pasa nada, si con estos conceptos que utilizo, no estás aún familiarizada, es lógico porque tampoco todo el mundo lo está en general, aunque nuestra experiencia de vida y especialmente nuestra propia Conciencia lo entiende muy bien y lo expresa a su manera, como te sucede a ti ahora.

      Tienes que darte cuenta que existe en nosotros un ego muy fuerte que siempre intenta acaparar toda la atención y cuando algo no le gusta se queja, porque como ego que es centra toda la atención en su bienestar, sin embargo el error está en identificarnos absolutamente con él y perder de vista lo que SOMOS realmente, es decir energía cósmica inteligente y emotiva: mente y emociones unidas por un hilo conductor que es el alma, quien realmente no muere nunca y es lo que impregna de vida o anima dicho "envase corpóreo".
      Bien, pues dicha alma permanece en un estado semiconsciente en nosotros, hasta que la "despertamos" cuando dejamos al ego y observamos en nuestro interior que somos algo mucho más complejo, esto se suele experimentar no pensar, en esos instantes en que estamos absortos a través de una meditación, al escuchar el sonido del mar, la risas de los niños, el canto de los pájaros, etc. en dichos momentos "mágicos" es cuando somos conscientes de que algo inenarrable e incomprensible habita en nuestro interior, es decir entramos en contacto con el alma.
      Bien, pues dicho sufrimiento procede de nuestra actitud negativa y de rechazo (ya que el ego no la acepta), pero cuando ese ego comprende que gracias a la superación de ese sufrimiento se puede vivir mucho más feliz, el alma se empieza a liberar y la persona crece interiormente.

      Espero que te haya pidido enseñar algo nuevo a través de mi comentario también y puedas "digerir" mejor el contenido de esta publicación.

      Un abrazote grande y muy fuerte. ¡Feliz jueves!

      Eliminar
  4. El dolor y el goce son inevitables. Sufrimiento y placer también. Quizá la sabiduría está en entender de no son eternos y que cada uno terminará en algún momento. !Así es la vida! y hay que vivirla. Gracias por tu artículo. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El dolor físico si lo es, mientras que el sufrimiento, es algo que si se puede superar y hasta hacerlo desaparecer, ya que dicho sufrimiento es mental y egoísta, por consiguiente cuando nos damos cuenta de su "mecanismo" el siguiente paso es trascenderlo y superarlo completamente. Sin embargo dicho así, parece fácil, pero se necesita crecer espiritualmente, "sufrir" lecciones y al final comprender que cuanto más nos oponemos o nos resistimos a aceptarlas pues más intensas y duraderas se convierten. ¿Por qué?.. pues ya lo explica el artículo, nos facilita "rebelarnos" contra ese "ego" que es quien prefiere "la zona de confort", pero que no nos ayuda a madurar si no existe esta "lucha" existencial, donde la Conciencia nos dice que somos algo más de eso con lo que el ego está identificado, así aprendemos a aceptar las cosas según vienen, a dejarnos fluir, porque de esta forma el sufrimiento cesa y desaparece por completo, lo cual es toda una liberación.
      Somos eternos, aunque no en cuerpo físico, pero si en espíritu. Por supuesto, no defiendo credos, ni religiones que son precisamente la causa de habernos alienado a pensar libremente. Si te comento esto, es a través de mis propias experiencias y vivencias personales, desechando a quienes dicen tener la "verdad", cuando todos estamos aprendiendo y todo es relativo.

      Muchas gracias por aportar también tu punto de vista.
      Abrazos

      Eliminar
  5. Una reflexión coherente, precisa, clara y veraz, el dolor existe, es real, el sufrimiento es imaginario, creado por inhibir, negar y bloquear el dolor, por adoptar una actitud contraria a lo que el dolor nos quiere mostrar o enseñar.

    Gracias por fluir y por incluirnos en esa fluidez Estrella.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Solo me falta añadir a tu brillante comentario, que ese sufrimiento imaginario lo produce el ego, al identificarse con dicho dolor interno y crear dicha ilusión.

      Un honor, I. Harolina y un gran placer contar con tu aprendizaje interior y por supuesto con tu presencia física, ¡que todo va unido!

      Las gracias también a ti por dejarme tu huella.

      Eliminar
  6. Hola Estrella, muy bien planteado y argumentado, pero yo no estoy de acuerdo en lo que dices a cerca de la aceptación del dolor ¿resignación y felicidad a la vez? Al menos, en mi caso, nunca me ha ocurrido eso. Al contrario, la lucha por deshacerme de lo que me provoca sufrimiento me impide ver más allá. Es cierto que muchas de las religiones, por no decir todas, basan la divinización en un estado de sufrimiento previo ¿Por qué ha de ser así?
    En fin,... no sé. Tendré que pensarlo.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me remito, amiga Macarena, para que captes mejor la idea, a lo que le he explicado antes a Julia o a maríaE, a quienes les he dedicado bastante atención y unos amplios comentarios, que te aconsejaría leer, para no repetirme insistentemente.

      Olvídate de las religiones, de los adoctrinamientos y alienaciones mentales que hemos "padecido" desde nuestra infancia, gracias a que esta institución católica o cualquiera de esas "empresas" alienantes (religiones y credos en general) tienen un poder absoluto en esta tierra, ya que son parte del sistema que nos domina. Se trata de "despertar" la Conciencia a través de experiencias vitales, como esta del sufrimiento y otras más agradables como la meditación o silencio mental, cuando llegamos a intuir que no somos aquello con lo que nos identificamos (ego) sino otra realidad superior que se nos escapa fácilmente cuando estamos en la "zona de confort" creyéndonos que no hay nada más allá y que al fin y al cabo solo somos materia sin sentido alguno en esta existencia.

      Bueno, espero que tengas interés en profundizar en estos temas.

      Muchos besos

      Eliminar
  7. Un buen ensayo sobre el dolor, no lo entiendo como dolor físico , sino como dolor del alma. Yo he vivido un tiempo con dolor y todavía está ahí en mi conciencia. Es difícil de combatir ese dolor por que yo siento que tras la aceptación del dolor sobreviene una serenidad, una fuerza moral y mucha paz. El motivo de este dolor cuando yo sufría fue inmenso y perdoné. Hice un muro que es el que me protege, pero no pierdo la esperanza de que ese dolor se diluya. Y de eso el tiempo lo va diluyendo. Si todavía no he pedido la esperanza es por que creo que lo que me ha hecho sufrir se dará cuenta que no tenia razón. Un abrazo

    Eva te contesto aquí por que desde mi blog estoy penalizada hasta el día 20. Las pinturas son como escribir cuando entra el duende sale todo bien.

    P.D. muchas gracias por tu entrada en mi blog y compartir.
    Ya sabes que estoy sancionada por Google y hasta el día 20 no me levantan las sanción, si no me echan antes. Y no puedo compartir, ni mis escritos, ni la de mis compañeros, ni contestaros en mi blog por eso te mi comentario en tu espacio. Gracias de nuevo por tu comentario. Un beso

    ResponderEliminar
  8. En efecto, entiendes muy bien, porque se trata de dolor del alma o interno. El sufrimiento no se "combate" se acepta como una "lección" superada, es decir cuando logramos comprender para qué nos ha servido, lo qué hemos logrado internamente tras dicha experiencia, es cuando ya el ego que nos ata a la materia y nos identifica con la ilusión de lo aparente a nuestros sentidos, "pierde" su "zona de confort" y no le queda otra que ser consciente de su pequeñez o inmadurez para aceptar estos "retos" que nuestra alma nos va poniendo a medida que evolucionamos espiritualmente. La vida viene a ser un "campo de entrenamiento" donde el sufrimiento es ese "rival" del ring, que en cuanto nos damos cuenta que no lo es, porque lo que intenta es enseñarnos a superar los límites de ese ego, a no identificarnos con él y a conseguir tener una actitud positiva e inteligente frente a los obstáculos o dificultades, nos produce alegría y felicidad, una vez que hemos aprendido a cambiar esa actitud de rechazo inicial.

    En fin, Mamen, me alegro también mucho de verte por aqui. No te preocupes por la penalización de google, porque te voy compartiendo los capítulos de tu estupenda serie ARRUGAS EN LA SABANA.
    Mañana también publicaré otro nuevo capítulo de la mía y espero tu opinión. Durante el finde no suelo publicar ni compartir nada, ya que lo tomo de descanso.

    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Hola!!!! Me ha gustado mucho este ensayo o reflexión sobre el dolor. En mi caso particular, me costó mucho asumir la muerte repentina de mi padre, creo que todo tiene un proceso, pero una vez que asumimos y comprendemos lo ocurrido y sabemos que hay que convivir con el dolor hay que aprender a vivir con ello. No es fácil pero se puede.
    Un besito y me ha gustado mucho leerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para no repetirme demasiado, dado que lo he ido explicando y aclarando en anteriores comentarios, te diré, Marigem, que el "truko" consiste en la actitud que tomamos frente a ese tipo de circunstancias, en el instante de aceptar las cosas como vienen, de captar también la "lección" que nos faltaba por aprender y descubrir que no podemos identificarnos con el "ego" porque somos algo mucho más desconocido, es decir seres divinos o mágicos, dotados de suficiente sabiduría, abnegación, capacidad de superación, etc. para evolucionar hacia otro estado de conciencia mucho más lúcido que todo lo que nos hemos ido creyendo de nosotros mismos, llevamos por la ignorancia y la ilusión de ese "ego" o personalidad, pues entonces es cuando empezamos a romper ese "cascarón" de inmadurez espiritual y nos elevamos a otro nivel donde solo la intuición es capaz de guiarnos y la conciencia de hablarnos desde el más profundo silencio interior. Cuando la persona se supera a si misma, cuando es capaz de afrontar cualquier tipo de circunstancias, porque sabe que le benefician espiritualmente hablando, ya deja de sufrir y por el contrario siente una gran paz interior y mucha felicidad.

      Un besito y ¡feliz fin de semana!

      Eliminar
  10. Hola Estrella, he leído tu ensayo sobre el dolor, no estoy muy habituada a estas reflexiones tan profundas, mitad psicología, filosofía, y otra mitad inteligencia emocional. He querido entrever el dolor, crecer con él. Creo que lo más cercano que tengo para comprender lo que dices es la muerte de un ser querido.
    ¿creces con él? pues no lo sé, si sé que te desgarra el alma. El sufrimiento por el sufrimiento de la otra persona a la que amas, adoras, es tan grande, que más que crecer, es envejecer. Por tu cuerpo pasan los años a una velocidad increíble, deja marcada tu piel, tu pelo, tus arrugas, hasta el latir de tu corazón ¿tu alma? tal vez quede en paz, sí, también tu espíritu comprenda que es ley de vida, pero tu cuerpo no lo acepta por que queda agotado. Sí claro, que comprendas a los demás cuando lo viven, cuando te lo cuentan, empatizas, mimetizas con la otra persona, alma con alma. Pero no se si realmente es una paz interior. Yo calmé mi alma cuando mi madre suspiró pero porque ella dejo de sufrir, también, mi paz fue su paz ¿felicidad? no, creo que no. Histeria, ansiedad, no han estado conmigo, desorientación temporal sí. Creo que lo mas cercano a la felicidad que me ha producido la muerte es tomar consciencia de ella y del dolor que le acompaña. Un abrazo Estrella y feliz semana

    ResponderEliminar
  11. Buenas noches Eme y mil gracias por aportar tu punto de vista, que por lo que me comentas dista bastante del que expongo. ¿Por qué? pues sencillamente porque aprecio que no has trabajado mucho tu aprendizaje interno o lo que llamamos despertar de la Conciencia, puesto que si te paras a reflexionar más allá de lo que tu mente está habituada a pensar acerca del sufrimiento, seguro que encontrarías otro significado distinto y desde otro enfoque de la vida, es decir, las circunstancias sean positivas o negativas, TODAS en general sirven para hacernos madurar y evolucionar espiritualmente, pero existe algo que primero es necesario descubrir su funcionamiento y me estoy refiriendo al ego, ya que en general nos identificamos con esa personalidad (ego) que nos hace creer que somos eso, cuando en realidad somos mucho más que ese cascarón imaginario aferrado a no dejarse llevar, a temer cualquier cambio, a que le quiten su zona de confort donde se siente arropado como un niño, pero la realidad es que no somos ese EGO, sino UN TODO, una energía que fluye libremente en el Universo y en nosotros, que somos parte de ese TODO Universal y es lo que se conoce como Conciencia. Bien, pues cuando escuchamos esa voz a través de la intuición o de la lucidez y no la de la mente, es cuando empezamos a "despertar" y ser conscientes de esa falsedad del ego, entonces dicho sufrimiento, lo entendemos como un aprendizaje de vida, de superación de lo que pensábamos que éramos en un principio, pero que después de dicho "sufrimiento" acabamos por comprender que somos unos auténticos desconocidos y estamos capacitados para "escalar una montaña" y al culminar la cima sentirnos "dioses" capaces de trasformar algo imposible en posible... Más o menos por ahí van los tiros, amiga Eme y si cambias de chip mental y te dejas llevar por la intuición ya verás como lo vas a comprender rápido.

    En el instante que cambias de actitud frente a la vida, cuando captas de qué va todo esto, de que no somos lo que creemos que somos ni esta realidad es la que también pensamos que es... No, hay otra realidad que no conoce la mente, porque piensa de forma equívoca : lo individualiza todo, lo etiqueta todo, etc. pensamos de forma dual: separando las partes del todo, en lugar de verlo todo en un TODO, que sería lo correcto... En fin no me extiendo demasiado para no resultarte demasiado compleja. Espero que algo de lo que te he comentado te pueda llegar a tu interior y descifrarlo de manera intuitiva que es mucho más sabia, que la mental.
    Un abrazo y ¡buen inicio de semana!

    ResponderEliminar
  12. Muy buena reflexión, Estrella. Negar o rebelarnos contra el dolor no evitará que lo sintamos. Es necesario aceptarlo para poder aprender de él... aprender de nosotros mismos.
    Besos y feliz día!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida y qué gratísima sorpresa me he llevado al leer tu comentario, Flora, además con un comentario tan agradable.
      Por supuesto, el sufrimiento existirá siempre hasta que seamos capaces de salir de ese "bucle" inconsciente y nos demos cuenta de que si cambiamos de actitud o de enfocarlo negativamente, será el modo en que comprendamos que es una experiencia necesaria de superación personal y aprendiendo a través de ese cambio de actitud como nos puede cambiar también la vida y ser más libres.

      Besos y ¡feliz miércoles!

      Eliminar

Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.