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noviembre 29, 2016

El misterioso caso de las chicas del ascensor


Rinia le invitó a pasar una semana de vacaciones en su apartamento. Se conocían desde hacía un par de años cuando coincidieron en un viaje de placer por los Alpes suizos. Cornelia no conocía la ciudad y estaba muy ilusionada con aquella oportunidad de volver a verla, de modo que preparó su equipaje en pocos minutos, ojeando también su billete de avión comprobando que todo se había hecho correctamente y que se acercaba el momento para la hora límite de embarque y facturación.
 

El viaje le resultó cómodo y demasiado rápido, pues al poco de acomodarse en el avión ya se había dormido y tuvo que desperezarse con dificultad cuando una azafata le tocó suavemente en el hombro para indicarla que se abrochase el cinturón porque pronto iban a aterrizar en el aeropuerto.
Ya en la planta baja de la terminal, que era donde se hallaba el vestíbulo de llegada de pasajeros, la estaba esperando impaciente Rinia, observando a derecha e izquierda aquel incesante flujo de viajeros que con pasmosa lentitud iban asomándose por la puerta automática.
Ambas se cruzaron la mirada frunciendo alegremente la nariz y sin poder contener las ganas de gritar sus nombres y aquellas típicas frases de ¡eh, qué ilusión me hace volver a verte! o aquella otra ¡no me lo puedo creer que estés aquí! Luego un abrazo de oso y un gran salto juntas celebrando aquel encuentro.

—Y ahora tomaremos un taxi para que nos lleve hasta mi apartamento que está bastante lejos de aquí. ¿De acuerdo?...
—Me parece estupendo, además así podré sacar unas fotos durante la carrera. Quiero publicarlas en mis redes sociales lo antes posible, pues mi grupo de amigos estará impaciente para verlas...
—Claro, no hay problema. El desplazamiento nos va a llevar más de una hora, puesto que suele haber mucho atasco a esta hora de la tarde.

Cuando por fin llegaron al edificio, Cornelia le preguntó extrañada si allí era donde vivía, asomando su cabeza fuera de la ventanilla del taxi, mientras pagaban a medias la carrera. Rinia le respondió afirmativamente animándola a bajarse del coche y que no se olvidara de recoger su maleta de ruedas que llevaban en el maletero.

—¡Ayúdame, Rinia!
—¡Qué barbaridad, lo que pesa si te vas a quedar solo una semana!
—Si, ya lo sé, pero también traigo algunas sorpresitas para ti.
—¡Qué tonta, no tenías que haberte molestado!

Y así empujando entre las dos aquel pesado bulto, finalmente accedieron al portal del edificio.

—¡Eh! ¿Qué estás haciendo? ... ¡Ven acá, ya he tocado el botón del ascensor! ¿No pretenderás que subamos a pie las escaleras? —le sugería muy nerviosa, Cornelia.
—¡Venga, no seas tan cómoda! ¡Podemos subir entre las dos esta maleta! —alzó la voz Rinia en tono autoritario.
—¡Ni hablar! ¡Yo no subo andando y menos con estos tacones! Además la maleta pesa bastante y no hace falta hacer tanto ejercicio. ¡No seas loca! —le respondió su amiga convencida de que no iba a ceder a sus órdenes.
—¡Espera, no sigas apretando ese botón! No te expliqué antes que ha habido demasiados accidentes en este ascensor. Subamos andando las escaleras —insistió su interlocutora bastante preocupada.
—Venga, tranquilízate, que te has quedado muy pálida mirándome apretar ese botón. Seguro que son tonterías para asustar a la gente. Además, si no recuerdo mal tu vives en la planta trece... ¿Cómo no vamos a utilizar el ascensor? —le aconsejó amigablemente, Cornelia, intentando hacerla entrar en razones.
—Según dicen los vecinos este ascensor comunica con otra dimensión y mucha gente que se ha subido no ha vuelto a salir de aquí. Te aseguro que no mienten, porque mi vecino del piso de arriba al cual vi usándolo un día, luego desapareció —contestó Rinia en un tono circunspecto.
—¿Estás segura de que no salió?... ¿No será que te lo imaginaste?... Venga no empieces con esas tonterías... ¡Es un simple ascensor! Además ya lo habrían quitado de aquí si ocasionase esos extraños problemas. Lo mejor será que me acompañes y así te libras de esos miedos tan estúpidos —continuó insistiendo su amiga.

Después de un rato de discusión, Cornelia terminó convenciendo a su anfitriona para que la acompañase en el ascensor, algo que a regañadientes aceptó, pues en ese instante un joven muy atractivo, bello y de buen aspecto, también se coló dentro, lo que acabó por persuadirla del todo, accediendo al interior.

—¡Esperen! —exclamó otra señora al entrar al vestíbulo.
—¡Vaya, no parece que sea tan peligroso, como me acabas de asegurar! De lo contrario nadie querría utilizarlo —le susurró al oído Cornelia.
—¿A qué piso van? —les preguntó Cornelia a ambos pasajeros que parecían distraídos. El joven no dejaba de consultar su móvil y la mujer no le hizo tampoco ningún caso.

Antes de que se cerrasen las puertas, aquel joven ya había apretado el botón 18, "obsequiándoles" con una sonrisa bastante irónica, que le produjo un fuerte estremecimiento a Rinia, mientras la mujer permanecía inalterable. Su invitada, en todo momento, observaba en silencio sin dejarse atemorizar por nada, siendo ya consciente del instante en que se quitó el abrigo, lo cual le permitió atisbar que debajo llevaba un vestido negro de doncella y un delantal blanco con puntillas. Luego sacó de su bolso una cofia blanca para ponérsela en la cabeza. Su amiga le cuchicheaba al oído, que dicha extraña le recordaba a una criada que trabajó en otro piso de aquella vivienda y que según los rumores la habían encontrado muerta en la calle después de haberse tirado desde la terraza de la última planta, pero Cornelia intentó calmarla, comentándola que estaba demasiado alterada y que lo más probable era que se tratase de otra persona.

—¡Bueno, parece que vamos a pasarlo muy bien los cuatro juntos! —profirió el joven frotando su cuerpo contra Rinia, que no acertaba a moverse ni un ápice. Entonces Cornelia le pegó un empujón que lo lanzó directamente a la puerta, quedándose atascado el ascensor en medio de dos plantas.
—ja,ja,ja,ja. —se reía burlonamente aquella estrafalaria doncella, que comenzó a mover arriba y abajo su abultado abdomen por el que apareció otro ser con alas en forma de tijeras y unas extremidades cónicas rellenas de una espesa capa granulosa del estilo de un pulpo y con un color azulado, mientras Cornelia se había quedado inmóvil sin poder articular palabra.
—¡Tranquilas, no les va a pasar nada si se portan bien! porque voy a apretar un nuevo botón que no han visto y que está en este otro lado del ascensor, pero antes deben quitarse toda la ropa y quedarse completamente desnudas.

Semejante visión les había dejado sobresaltadas, por lo que no opusieron ninguna resistencia. También aquella espeluznante criatura las mantenía en vilo sin comprender siquiera si era real o no. El joven empezó a sufrir una transformación y lentamente comenzó a cambiarse su aspecto, alargándose sus extremidades mientras se iba haciendo un anciano. Después empujó una de las paredes del ascensor que se iba estirando con una flexibilidad increíble, hasta que hizo un boquete por donde las obligó a salir hacia el lado opuesto.


Habían perdido la noción del tiempo y el espacio, ya no sabían si estaban soñando o aquello que divisaban a lo lejos era real. Una ciudad flotante repleta de edificios acristalados y luminosos formaba una especie de islote en medio de una gran nebulosa.

—Ahora poneros estos trajes y dejaros flotar, no hace falta que hagáis ningún esfuerzo físico, solo concentrar la atención en esa ciudad y seréis transportadas de inmediato hasta allí.
—Pero, ¡qué nos sucederá ahora! ¿ya no volveremos a casa?... ¿Estamos muertas o es solo una pesadilla?... ¿Qué nos está pasando?... ¿Dónde nos encontramos?...

Al cabo de unos días, cuando otra vecina se atrevió a asomarse a las puertas del ascensor dudando si entrar o no, descubrió las ropas abandonadas en el suelo de unas jóvenes que la policía estaba buscando desde que sus respectivas familias habían denunciado su desaparición. El caso acabó cerrándose al carecer de testigos y nuevas pistas para dicha investigación.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

32 comentarios:

  1. ¡Qué buen relato de suspense Estrella! Qué tensión con el ascensor. Ya se veía venir que no conducía a nada bueno.
    ¡Enhorabuena! Un abrazo

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  2. ¡¡¡Hola Estrella!!!!
    Me ha encantado, me atrapaste desde la primera línea. Ayyy si Cornelia hubiera hecho caso a su amiga, y si Rinia no hubiese acabado cediendo solo porque un chico guapo había entrado allí...
    Un relato de lo más original, que atrapa y está, en mi opinión, muy bien escrito.
    Besos.

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  3. Hola Estrella.
    En primer lugar enhorabuena por el suspense y la intriga creados en tu relato, sin duda tanto en el cine como en la literatura mis géneros preferidos. Y hablando de cine me vinieron recuerdos a una película de suspense hispano-argentina con Ricardo Darin llamada 'Septimo' que aunque no tiene mucho que ver con la esencia de tu relato, si que hay un ascensor y siete pisos que dan lugar a otra misteriosa desaparición.
    Pero volviendo a tu relato, te diré que me ha enganchado bastante;además ese final abierto sin saber sus protagonistas donde están y a donde se dirigen con un halo de misterio es delicioso y de una alta calidad literaria. En fin te mando un gran abrazo gustoso de aprender con tu escritura.

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  4. Mira que éstos relatos me mantienen en completa tensión ehhh jajaja, pero he de reconocer que aún así lo proyectas con tal intensidad qué enganchan, yo, subo por la escalera, más que nada, por si acaso ;P

    Maravillosa creación e imaginación, querida.

    Un fuerte abrazo y un besazo, Estrella. :-)))

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  5. He disfrutado de tu relato, tiene una trama enriquecedora. El juego de ir o no por las escaleras y la discusión, tan bien eslabonados a la historia aportan a la trama lo esencial para incrementar el suspenso. Magnífico Estrella. Un gran abrazo.
    Ariel

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  6. Me gusto mucho, la historia capturo mi atención del inicio al fin.

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  7. Querida Estrella: tu manera de decir es tan graciosa, para mí, que más que el tema de la otra dimensión me cautivó el desarrollo de los hechos. Todo muy natural, muy predecible y, sin embargo tan sorprendente y el final cerrado: PERFECTO.
    Un placer, que no siempre puedo darme, es leer tus publicaciones.
    Mi admirada y querida amiga, todo mi cariño.

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  8. Ciertamente sabes mantener la expectación de los que te leemos. eres poseedora de una imaginación desbordante.
    Tu relato se desarrolla con ese halo de misterio y de suceso que se prevee dejando un final abierto y unos cuantos interrogantes.
    Un abrazo compañera.

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  9. ¡Qué original! Me has enganchado desde el primer momento. Muy bueno.
    Un abrazo.

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  10. Miguel Pina.
    Vaya... ! Excelente relato, promueve la curiosidad y
    el interès a medida en que vas leyèndo, el suspenso
    es relativamente intenso asociado a las tantas incògnitas
    de las chicas, cuyas respuestas quedaràn en la imaginacìon
    del lector.
    Un abrazo Miguel.


    lees

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  11. Suerte que ya no me gustan los ascensores y ahora claro está, mucho menos, :)

    Muy buena historia Estrella, toda una leyenda urbana. El boca a boca hace que uno pierda el miedo y ahora por no hacer caso estarán eternamente en un misterioso limbo.

    Muchos besitos!

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  12. Me ha gustado mucho, en lo particular temo a los ascensores!

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  13. Estrella si lees el relato con la música de fondo que has puesto ya entras directamente en la dimensión desconocida, es curioso lo que puede hacer la música, es un complemento ideal a tu imaginativo relato.
    ¡¡¡¡Mujer, era el piso 13, pobres y con maleta, claro que dudaron y al final lo cogieron!!!!

    Un beso

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  14. ¡Qué mal rollo Estrella!
    Me cuentas estas cosas y yo, que vivo en un quinto y soy miedica para estas cosas, me veo subiendo durante una temporada por las escaleras ¿Pasarán estas cosas realmente? De gallina se me pone el vello. Pensemos, por tanto, que sólo es uno de tus relatos.
    Como siempre... de diez. Me encanta esta serie, y lo sabes.
    Un gran beso

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  15. Enhorabuena Estrella, me ha gustado tu relato y me ha mantenido en el aire..suspendida en otra dimensión. Un saludo Estrella y un saludo también a Miguel por compartirlo.

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  16. es imposible no disfrutar tus letras! tienes magia. saludosbuhos agradecidas y conmovidas.

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  17. Another story that has been told very well! Thank you very much for sharing your talent, Estrella. The illustrations are perfect as well.

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  18. Me ha gustado ese encuentro que has descrito con tanta naturalidad entre las dos amigas, llenas de entusiasmo por pasar una semana juntas. Y la forma en la que Cornelia convence a Rinia para subir al ascensor. El suspense me ha mantenido durante todo el relato hasta llegar al terror del mismo.

    Ascensor con magia y poder, capaz de transportarlas a otra dimensión, una ciudad de fantasía de la que seguramente no podrán escapar. Un mundo paralelo que no se ve y sin embargo existe.

    Una creación de lo más ingeniosa y quizás, con más verdad de la que se puede imaginar.

    De nuevo te felicito, Estrella, por este texto que también dice tanto de tus habilidades literarias.

    ¡Abrazos, con mucho cariño!

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  19. Excelente relato Estrella. De tensión máxima hasta el final. Creo que voy a pensarmelo a partir de ahora si coger o no el sacensor, aunque por otro lado, igual lo que espera en esa otra dimensión merece la pena ser experimentado. Un gran abrazo, amiga, me ha encantado.

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  20. Hola Estrella, tengo el gusto de haberte nominado para el premio Liebster Award. El enlace con las instrucciones para que puedas acreditarlo es http://hastaqueelesplendorsemarchite.blogspot.com.ar/2016/12/premio-liebster-awards.html¡Felicitaciones y que lo disfrutes! Un abrazo.
    Ariel

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  21. Me ha encantado tu relato ¡que suspense!, desde el primer momento me ha enganchado la historia. El ascensor que nos lleva a una parte a saber donde nos deja entrever que puede tener continuación. Cuando hicieron en Eibar la primera torre tuve que subir hasta el piso 22 con un traje en la mano y como tenía claustrofobia a los ascensores porque me quedé en uno dentro sola a oscuras y parada. Cogí miedo y por aquel entonces no subía nunca sola. Subí los 22 pisos andando. Un abrazo

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  22. Hola, Estrella. Me encanta ese mundo fantástico que se ha abierto con la puerta del ascensor. A veces subir tiene sus consecuencias..
    Un abrazo!

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  23. Estrella Amaranto sabe como nos asustar e y capturar nuestra atención, pues utiliza los elementos más prosaicos y comunes de nuestra vidas. Es un relato para dejar inquietos todos los que usan ascensores. Y supo, además, hacer buen uso de la maleta, tan pesada. Un elemento que desvía nuestra atención. Llegué a pensar que el motivo de todo era un cuerpo dentro de la maleta. También pensé en la película de Louis Malle, "Ascenseur pour l'échafaud", de 1958.

    Grande abrazo, Estrella, y un grande saludo.

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  24. Estimada Estrella, es un buen relato, muy ingenioso, a cada párrafo se crea cierta sensación de intriga.. me ha tenido en vilo .. uuff y menos mal que en mi casa no tengo ascensor.
    Besos.

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  25. Hola Estrella:

    Ya se que has sido nominada al premio Liebster Award por lo menos en dos ocasiones y que no tienes tiempo de hacer la entrada correspondiente. Pero no puedo evitar nominarte yo misma por varias razones: por tu generosidad, tu amabilidad, tu estupendo blog y tu maravillosa forma de escribir.

    Un fuerte abrazo. https://zmoyamilo.blogspot.com.es/2016/12/premioliebster-award-agradecimiento-me.html

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  26. Estupendo relato Estrella,... esto demuestra que debemos hacer caso a las leyendas urbanas,... ¡joder! se acaba de parar el ascensor!!!

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  27. Buen relato estrella,el suspense me atrapa, y los ascensores más todavía, vivo en un quinto y varias veces he quedado atrapada en él, en una ocasion casi una hora...
    Me has tenido intrigada en cada renglón. Felicidades por este gran relato y por tu nominacion.
    Disculpa mi tardanza, pero lo primero es lo primero, he tenido un problema con mi mama, se cayó y aunque no se ha roto nada, esta que no puede andar.
    Hoy está algo mejor.
    Poco a poco os voy visitando.
    Un abrazo y feliz descanso.

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  28. WOW!! Me encantó, gran texto, lleno de imágenes preciosas y posibles explorables, me encanta lo hay detrás del ascensor y esta idea de que comunique al otro mundo y cómo lo dibujas. Bien narrado, dando sorpresas párrafo por párrafo. Cuántas ideas me vinieron a la cabeza gracias a tu historia :)
    Como siempre excelente texto!!
    Abrazos

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  29. FAS.CI.NAN-TE... Eres Fabulosa amiga mía...Con esa extraordinaria pluma nos llevas de la mano hasta tu preciada imaginación...La narrativa de misterio o terror no es nada sencilla,prueba de ello es que pocas mujeres incursionan en ella,Agatha Christie lo hizo y me la has recordado,un relato muy bien logrado y cómo no si eres una Real maestra de letras...Felicidades hermosa TQM...Besitos y un gran abrazo amiga querida :)

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  30. El ascensor, una cabina de teléfonos, un lavabo público... Todos esos espacios privados que parecen oasis en la tribulación de la ciudad, son de por sí un universo aparte. En este buen relato llevas esa sensación al máximo con ese ascensor que, cual TARDIS, nos transporta a otra dimensión o el mismo cielo. ¡Un fuerte abrazo!

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  31. Hola. Muy bien llevada la historia. A medida que la lees, sabes que va a pasar algo, y te mantiene expectante. Y tal como me pediste, te comento alguna cosilla, que según mi opinión, podría mejorarse: el exceso de explicaciones que no son necesarias y que alargan demasiado la oración. Por ejemplo: "... de ruedas que llevaban en el maletero". A mi parecer, es algo que el lector supone (que la maleta está en el maletero) y no es una información esencial para la historia. Un abrazo.

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  32. Muchísimas gracias por vuestros comentarios:

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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.