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mayo 28, 2019

«Cantar las cuarenta»


Para quienes aún no me conocéis, me llamo Nerea y soy colaboradora de la revista «Sintiendo en verde», donde tengo una sección dedicada a la ecología y medio ambiente.
Trabajar en favor de la naturaleza ha sido una de mis mejores decisiones en la vida, por eso mis queridos lectores de esta revista estoy muy satisfecha de mis artículos, así como de vuestra calurosa acogida enviándome vuestras sugerencias, consultas y otras cuestiones, que naturalmente suelo responder. Preocuparnos del desarrollo sostenible del planeta es algo fundamental, puesto que vivimos dentro de un ecosistema cuyos recursos naturales están en peligro para las futuras generaciones. Por tanto, debíeramos concienciarnos de tal evidente agotamiento y evitar posibles daños irreparables a los ecosistemas.         
Resulta lamentable comprobar la falta de concienciación en el correcto manejo del reciclaje, pues consumimos infinidad de productos de los cuales desconocemos el curso para la reutilización de los envases. De continuar así, estamos dejando a nuestro paso montañas de basura que ya están contaminando los océanos, mares, tierras, ciudades y con ello creando auténticos vertederos gigantescos.
        
—¿Nerea?, deja un momento aparcado tu artículo de hoy porque tienes que desplazarte a los estudios de Tele Rum, para una entrevista a las 13:30 PM y me ha dicho el jefe que vayas inmediatamente. ¿O.K.? —le confirma su compañero de redacción en actitud un tanto nerviosa y contundente. 
        
—Vale, Hugo, ahora mismo voy para allá. Dile que lo tengo todo controlado.

Ya en los estudios de T.V. es recibida por un ayudante de realización, quien la conduce directamente hasta el plató, donde el equipo de maquillaje y peluquería la esperan impacientes para aplicarle unos polvos que eviten el reflejo de los focos del estudio y mejorar su estética.
        
Entre aplausos del público se va acomodando el presentador y a su lado la joven invitada. Enfrente están varios colaboradores del programa impacientes por lanzarle sus «dardos» envenenados. Nerea permanece impasible con su mejor sonrisa y dispuesta a impedir cualquier abuso o injerencia en su vida personal.
    
—Hoy nos acompaña la asesora de medio ambiente de la revista
«Sintiendo en verde», Nora Grisal y que seguramente ustedes ya conocen, a través de sus fascinantes artículos. Si aún no han tenido esa oportunidad, no se preocupen, porque contamos con su presencia dispuesta a responder a las preguntas de nuestros colaboradores del programa —fueron las palabras del presentador del programa.
        
—Díganos ¿qué tipo de transporte utiliza normalmente para sus desplazamientos? —le pregunta una colaboradora.
        
—Bueno, para serle sincera, siempre utilizo medios públicos o también mi bicicleta cuando voy al trabajo.
        
—No, por favor, no me mienta y responda a mi pregunta, porque tengo entendido que usa su vehículo para ir a su quehacer laboral, además de ir a buscar de vez en cuando a sus hijos al colegio.

—¡Parece que usted sabe de mi vida más que yo incluso! Me sorprende su falta de respeto y poca vergüenza.
        
—¿Compra productos de temporada o prefiere abastecerse de otros que llegan de países lejanos? —le cuestionó un nuevo colaborador.
        
—Me gusta ir al mercado que está en mi barrio y comprar productos de temporada, aunque esto es tarea de mi asistenta.
   
—¡Sigue mintiéndonos! Usted nunca ha pisado un establecimiento de alimentación ni ha visitado un mercado de barrio.
        
—Termino de responderle que esta actividad la suele realizar mi asistenta, de modo que guarde sus preguntas capciosas y no insista en ponerme en evidencia.

—Con eso, nos está diciendo que desconoce el origen de lo que come y que tampoco le da mucha importancia, a pesar de darnos tantas lecciones con sus artículos —aseguró su interlocutor satisfecho al salir victorioso de su primer «asalto» entre las cuerdas del ring.
        
—Bueno, eso lo dice usted, no yo, por supuesto —contestó Nerea bastante molesta, mientras comenzaba a tener algunos síntomas de estrés.

—¿Usa el lavavajillas en lugar de lavar los platos a mano? Y no vuelva a esquivar la respuesta con la excusa de que lo hace su asistenta y usted no sabe nada, porque estoy muy bien informada de que en su domicilio jamás se lava un plato o un vaso, a mano. Lo que implica un gasto excesivo de electricidad que contamina el medio ambiente. Una buena paradoja que nos vuelve a demostrar su incompetencia y desconsideración con sus lectores —le cuestionó otro nuevo entrevistador dispuesto a desmontarle su «parapeto».
        
—No voy a darle el gusto de contestarle, puesto que usted mismo se delata creando argumentos completamente destructivos y dignos para que lo denuncie. Sin embargo, soy educada y comprensiva, respecto a sus artimañas por hacer un «circo», con el fin de divertir a los espectadores, en torno a mi persona, que no se corresponde para nada con el rigor de mi trabajo.
        
—¿Suele separar el plástico, el metal, el vidrio, el papel, y las pilas, en su recipiente correspondiente? —intervino una nueva colaboradora, que más bien daba la impresión de estar «comprada» por el director de la revista anteriormente citada.
        
—Por supuesto, de eso me encargo yo personalmente, ya que dispongo de cubos domésticos preparados para el reciclaje. Suelo también mostrarle a mi marido y a mis hijos como deben hacerlo.
        
—Si tiene jardín, ¿cuál es el tipo de goteo?, ¿ha plantado algún árbol?, ¿es de las que suelen hacer compost? —le escupió en la cara, toda esta serie de preguntas encadenadas, aquella interlocutora tan mordaz que inició la entrevista.

—¿Qué es lo que tanto le fastidia de mí? Porque me da la impresión de que está obsesionada por destruir mi buena reputación. El retintín con el que acaba de formularme sus preguntas, no me parece digno de una colega como usted, muy al contrario, es algo más propio de una cotilla o de una bocazas. Prefiero, por consiguiente, no entrar en dimes y diretes.
        
—Tal y como viene vestida o las preferencias que marcan su indumentaria habitual, no demuestran tampoco su coherencia en cuanto a sus alegatos en favor de la naturaleza, puesto que utiliza ropa de diseño industrial, donde incluso se da la explotación laboral infantil, por no mencionar el enriquecimiento ilegal de estas multinacionales —concluyó otro de los entrevistadores, con el rostro exultante y convencido de que a partir de ese instante, toda la parafernalia en la que se refugiaba la supuesta abanderada del medio ambiente, se había desplomado al suelo, de igual forma que un árbol cae al ceder todas sus partes.
        
Minutos después, los informativos se hacían eco de la entrevista, por lo cual, su despido fue fulminante.


Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

18 comentarios:

  1. Querida Estela,

    Pues sí, así es la televisión y así somos las personas. Pero no todos los periodistas somos iguales, que conste, aunque en muchos casos suele deberse a que nos encontramos inmersos en una censura impuesta o en una autocensura personal. Porque a veces, si pudiésemos decir de verdad todo lo que pensamos... jajajajaja Pero, el trabajo, no deja de ser el trabajo. Desde luego, tengo la "fea costumbre" de no impostar en mi vida personal ¡Y así me va!

    El otro tema del relato es el medioambiental ¡Espinoso!

    En lo "eco" creo que mucha veces prima más la moda o "el postureo" que un verdadero espíritu concienciado con el medioambiente, situación que es aprovechada, en este caso, de forma equivocada o no, para hacer un ejercicio de sensacionalismo.

    Y ¿Sabes lo que pienso, querida amiga? Que en cierta forma, el estar concienciado sobre los daños del planeta y cuidarlo es como un ejercicio de fe: algo personal. Todo queda muy bien en instagram y twitter, pero la realidad es la que cada uno lleva en su interior.

    Un besito, Estrella.

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  2. Todo es una falsedad e hipocresía. He estado en programas de TV y no me ha gustado nada lo que he llegado a ver en él. No es tal cual lo vemos en nuestra caja tonta. Todo es pura fachada, los periodistas pueden decir lo que les dejan de decir, es un trabajo restringido y algunos no son todo lo honestos que deberían. Son algo así como los políticos. No generalizo pero la mayoría lo son, van por donde van los aires. Ahí queda sus conciencias, ya sin dignidad como seres humanos.

    El medioambiente es algo que nos debería de preocupar, pero por el momento no le dedicamos la atención que se merece.

    Un cálido abrazo con mi cariño.

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  3. No hay problema, amigo Julio David, el teclado, a veces, es muy puñetero.
    Un abrazo.

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  4. Vaya, los periodistas, por lo que se demuestra con tú relato, es son capaces de destruir a una persona, como dice mi madre son aves carroñeras haber que daño pueden hacer, y bajo mi punto de vista, el deber de un buen periodista, es informar no destruir vidas ajenas, pero así es este país y además como la gente le gusta el morbo y el cotilleo, pues lo tienen mas fácil. En fin y soy madre de un estudiante de Periodismo, aunque afortunadamente quiere dedicarse a la cultura, en fin, una pena.
    No será la última vez que pase por tú blog Estrella, no se si tienes el enlace al mio. www.mimundoylasletras66.blogspot.com
    Un abrazo
    TERE

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  5. La mala intención de los periodistas no oculta, al fin y al cabo, la impostura de la entrevistada. Aunque la idea de los entrevistadores era montar un espectáculo y ofrecer carnaza, es cierto que después de todo hicieron bien su trabajo al poner al descubierto que la defensora de la ecología tenía comportamientos muy poco ecológicos.
    Buen relato con mucha moraleja.
    Un besote.

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  6. El fin no justifica los medios y aunque la entrevistada es de apariencias tampoco me parece profesional la actitud del entrevistador. Un relato que nos hace valorar las incoherencias, ese predicar pero no practicar que tan de moda está en estos tiempos.
    Así le va a nuestro planeta, a ver cuándo nos tomamos en serio cuidarlo.
    Besos

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  7. Por desgracia esto de predicar y no practicar de acuerdo a lo que que se predica ocurre más a menudo de lo que debiera y no solo en los medios de información ( yo los llamo de desinformación), ocurre en todos los ámbitos y en múltiples cuestiones que son seria y no se pueden tratar a la ligera. Podría decir que me parece perfecto y que la periodista se merecía que la descubrieran ante el público, cosa que está muy bien, pero también creo que de alguna manera, la periodista aunque no lo lleve a cabo en sus artículos deja mensajes que seguramente sirvan para concienciar a muchas personas...ese es el lado bueno que extraigo de tu magnífico relato querida Estrella.
    Enhorabuena por tu bien y buen saber hacer.
    Te dejo un abrazo enorme, querida amiga!!!

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  8. ¡Hola, Estrella! Lo leí ayer, pero estaba muy cansado para comentar decentemente. Menudo personaje nos presentas. Al leerlo me vino a la cabeza una entrevista de Risto Mejide al político de ERc, Gabriel Rufián. En este caso, el Rufián se pasó varios minutos despotricando contra Amancio Ortega, que si explota a niños de no sé donde, que si era esto y lo otro, etc; en ese momento, Risto le abrió la chaqueta del inclito Rufián, descubriendo que era de Zara. La respuesta de este no tiene desperdicio "Eso no tiene nada que ver". No recuerdo haber exclamado un "vaya jeta" de manera más honda ante el esperpento.
    Yo suelo ser bastante comprensivo con las contradicciones de cada uno, no somos perfectos; también con las mentiras piadosas. No puedo imaginar un mundo en el que todos soltáramos nuestra verdad desnuda. Pero cuando alguien se proclama abanderado de una causa y ejemplo de un mensaje, y si además vive de eso, a ese sí que le exijo una actitud intachable con el mensaje que proclama.
    Lamentablemente, en esta sociedad de postureo, casi todos los que buscan los focos son como esta "ecologista", los que de verdad actúan según sus convicciones no necesitan mostrarse, les basta con ser consecuentes consigo mismo.
    Narrativamente me ha encantado como has ido desnudando al personaje a través de la entrevista y la dosificación de información. Un fuerte abrazo, Estrella!

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  9. Hola, Estrella. Este magnífico relato-denuncia entraña varias facetas a mi entender. Por un lado, está la demonización sin paliativos y sin misericordia hacia el ecologismo. Los ecologistas son vistos como gente rara y antisistema. Es también evidente que cuando alguien, en los medios de comunicación, se empeña en desprestigiar y dejar en mal lugar a un "oponente", sin duda lo consigue y puede dar al traste con su reputación. Por otro lado, sin embargo, está el postureo de quienes alardean de ser ecologistas y vivir de acuerdo con esta ideología, pero solo lo son a medias y cara a la galería. Y por último, yo diría que resulta francamente difícil no vivir con una cierta contradicción entre la teoría y la práctica. Yo, sin ir mñas lejos, soy animalista, no soporto el maltrato animal y en cambio como carne y pescado, cuando si fuera totalmente fiel a mi creencia debería hacerme vegano. Ante un programa de TV yo también quedaría en ridículo. Si somos sinceros, somos muchos los que, sin pararse a pensar en lo que hacen, no colaboramos tanto como creemos y deberíamos en la conservación del medio ambiente. Vamos en coche, compramos productos envasados, tenemos un montón de electrodomésticos, usamos ropa con tejidos artificiales, etc.
    No sabría decir si lo que le hacen a esa periodista ecologista es del todo justo o es más un acto de venganza profesional. Quizá ambas partes tengas mucho de que arrepentirse.
    Un abrazo.

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  10. Creo que la sostenibilidad no se consigue con que alguien vaya en autobús o recicle los materiales o compre en el mercado del barrio. Es cierto que eso ayuda y que si vas de ecologista no es adecuado tener comportamientos depredadores del medio ambiente, pero nada se conseguirá sin un cambio radical del sistema económico que ninguno, ni la entrevistada, ni los entrevistadores, ni todos los que por aquí pululamos estamos dispuestos a asumir.
    No sería yo la que tirara la piedra sobre la periodista sin antes golpearme yo con ella. No muy fuerte, no sea que me haga una brecha.
    Muy buen relato que ha dado lugar a mucha reflexión.
    Un beso.

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  11. Siempre hay que predicar con el ejemplo. Tengo en casa un montón de cubos para reciclar... Lo que me fastidia luego es ver cómo pasa el camión de la basura mezclando todo.
    Debemos ser más conscientes y más consecuentes con nuestros actos, y sobre todo más infraestructura en los pueblos.

    Tu relato me ha encantado y me ha hecho divagar.

    Mil besitos con cariño y feliz día ❤️

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  12. La falta de coherencia,... es terrible como nos fabricamos un perfil para quedar bien, para ganarnos la vida,... o simplemente porqué está de moda. Una verdadera tristeza!

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  13. Algunos/as van por la vida predicando pero no con el ejemplo precisamente y este caso que nos cuentas es un vivo ejemplo. El periodista hizo carnaza y descubrió el asunto del falso ecologista.
    Interesante Estrella.
    Besos
    Puri

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  14. ¡Hola Estrella!
    Qué buen relato.
    Por un lado los periodístas pueden llegar a ser aves carroñeras, solo buscan tener los mejores datos de share caiga quien caiga.

    Respecto a los ecologistas...en mi casa intentamos serlo. Mis hijos son veganos, compramos productos de cercanía y plantamos y recolectamos de nuestro propio huerto, reciclamos, buscamos ropa que no provenga de ciertas marcas que explotan niños, ni marcas que arrasan allá donde van como Nestlé o Coca cola, no uso nada testado en animales, en la cisterna tenems instalado un invento para ahorrar agua, uso bombillas y electrodoméscticos de bajo consumo, no tiro al WC bastoncitos, toallitas ni nada que estropee el mar, ni aceite por el fregadero, no uso plástico si puedo evitarlo, cosa dfícil porque nos invaden. Hacemos más cosas y ni así creo que sirva de mucho, pero es algo que hago yo y no quiero ser intransigente con quien no lo haga, no me justa juzgar ni sentar cátedra porque seguro que meto la pata sin parar y seguro que hay muchas más cosas que podría hacer, por ejemplo lo del coche. A diario intentamos usar autobús o bicicleta, pero los fines de semana hacemos excursiones en coche o para ir a la finca vamos en coche porque venimos cargados, y a veces vamos también con mucho peso.

    Bueno, pues me ha gustado el relato porque enfocas bien ambas partes, tanto los periodístas como los ecologístas.

    Muy feliz semana.

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  15. Quiero daros las gracias por vuestras atentas muestras de cariño y atención con la lectura, queridos compañeros y seguidores:
    EL MUNDO CON ELLA - ROSANA MARTÍ - HOLA, ME LLAMO JULIO DAVID - TERE - KIRKE BUSCAPINA - CONXITA C. - MARINA - DAVID RUBIO SÁNCHEZ - JOSEP Mª PANADÉS - ROSA BERROS CANURIA - AURORATRIS - EL BAILE DEL NORTE - DULCINEA DEL ATLÁNTICO - MARIGEM.

    Os dejo un abrazo con cariño para cada uno y que disfrutéis de un buen comienzo de semana.

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  16. estrella que bien colocas el tema de la coherencia y de la vida de fachada que llevan muchos.

    Aqui se han dado casos similares en la TV con personajes politicos y con periodistas famosos y supuestamente muy profesionales.

    Aunque el tema es bueno traerlo a colación, me parece que la falta de ética profesional de los entrevistadores roza con el irrespeto que todo ser humano se merece, siempre digo que todo se puede decir, pero la forma en que se diga marca la diferencia.

    Despues de todo no hay un solo ecologista coherente con el cuidado y consideracion del planeta, todos sin excepcion hemos y seguimos abusando de él, y nos sentimos tan cómodos con tanta tecnología, que dificilmente dejemos de prescindir de ella por propia cuenta, nadie quiere volver a vivir en cuevas, en oscuridad y en verdadera libertad, nos gusta ser esclavos, porque este tipo de esclavitud es adictivo y ademas tiene un espejismo fascinante que nos hace sentir increiblemente importantes. Y pensar que cada día nos apretamos más la soga al cuello.

    Creo que de todas formas el planeta tiene sus medios de salvación, y tarde o temprano nos lo hara saber y pagar con creces.

    Gracias por este reflexivo y cuestionante relato, que me parece que a todos nos sirve un poco el sombrero, como dijo David Rubio Sanchez (que concuerdo totalmente con su comentario), "no somos perfectos", pero pienso que la idea debe ser acercarnos cada día más a serlo.

    Recibe un fuerte abrazo querida.

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  17. Perdón, no me fije que tu nombre salió en minúscula Estrella

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    Respuestas
    1. No te preocupes, querida amiga Harolina, eso nos puede pasar a cualquiera.
      Ya de paso te agradezco la amplia reflexión sobre este tipo de comportamientos sociales. De hecho mi objetivo con esta entrada era provocaros en este sentido y que aportaseis libremente vuestras opiniones personales. De modo que muchísimas gracias a ti y al resto de compañeros.
      Un fuerte abrazo y buen inicio de semana.

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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.