UN MICRORRELATO PARA EL CONCURSO DEL
CÍRCULO DE ESCRITORES "MICROFANTASY III"
En los sótanos de un convento, vivía un rufián dragón, que en una oscura noche mientras los frailes dormían, escuchó un retintín de cadenas atravesando la arcada que daba al jardín. Inmediatamente salio apresurado y se escondió a una distancia prudente entre los setos y árboles a modo de muralla, entonces vio dos figuras fantasmales encapuchadas deslizándose a escasos palmos del suelo, una llevaba una vela encendida y la otra una pala. Luego observó como uno de ellos abría una profunda zanja ayudándose con la pala, mientras su compañero le iluminaba con la vela, hasta descubrir que extraía un saco bastante pesado -pensó al verlo intentando cargárselo a su encorvada espalda-
Siguiendo aquellas siniestras sombras, llegó a un pozo donde al asomarse advirtió que habían desaparecido y se introdujo en su interior, donde divisó una inmensa sala llena de monedas de oro. Radiante de júbilo se puso a saltar encima de aquella inmensa montaña brillante como un sol.
-¡Seré el dragón más rico y poderoso! ¡Juntaré tierras, dirigiré ejércitos, me casaré con la doncella más bella y abandonaré mi condición de mendigo y rufián!
Al despuntar el día, aquella torre de monedas se había esfumado y de nuevo aparecieron las figuras de los encapuchados que arrastrándole a una zanja lo sepultaron vivo.
-¡Caíste en la trampa de la avaricia y nada ni nadie te salvará!- exclamaron los monjes que antaño murieron allí ajusticiados.
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Microrrelato con moraleja, sin embargo, me gustan los dragones. Pobrecito!!
ResponderEliminarCariñoso saludo, Estrella
Mil gracias María E
EliminarSi, lleva moraleja incluida ...je,je,je,je
Lamento en el alma haber tenido que "matar" al dragón pero resulta que me salió muy avaro y codicioso y eso lo mató!!!
Un cariñoso saludo para ti igualmente.
Un fin más ignominiosa de una rica dragón, rufián o no!
ResponderEliminarA rather ignominious ending for a rich dragon, ruffian or not!
Si, el final tan desgraciado del dragón, solo fue la consecuencia de su codicia. Un rufián que no pudo salvarse de su karma.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenas noches compi!
EliminarYa por fin esta noche me he decidido a comenzar a responderos en esta entrada, porque estoy de tareas aqui en Internet hasta el infinito y más allá!!!! ;-)
No te hace falta disculparte porque estás en tu casa y no me molesta si te retrasas, yo también lo tengo todo patas arriba y no acabo de llegar a tantos sitios como me gustaría.
En realidad la culpa fue del dragón, porque era tan codicioso que su propia avaricia lo sepultó. Los espíritus de los monjes que lo ajusticiaron, no eran más que otros avariciosos seres en vida que acabaron igual que este dragón y como almas en pena debían seguir haciendo de verdugos a quienes siguieran cayendo en aquella fantasmagórica sala atraídos por apropiarse de lo ajeno y hacerse ricos, que no es otra cosa que una metáfora de la avaricia, representada por este dragón y sus terribles consecuencias.
Besines
¡Qué mundo este! ¡Hasta los dragones son avariciosos!
ResponderEliminarUn cuento para reflexionar...
Un besito,Estrella.
ja,ja,ja,ja... Si, lo que pasa es que este dragón simboliza esa avaricia de este mundo y de quienes se dejan atrapar por ella.
EliminarAunque a casi todos nos caen muy bien los dragones, en este caso se nos volvió un rufián codicioso para variar!!!
Un besito, Sue y gracias por comentar.
Buen giro, inesperado y aleccionador. Me gustó mucho. Un beso
ResponderEliminarBueno no sé en realidad, si el giro al que te refieres es el de convertir al dragón en rufián o que el dragón acabase víctima de su propia codicia, aunque esto último solo es el resultado de esa ley universal karmica, donde toda causa luego tiene sus efectos.
EliminarGracias, Mirna, por tu visita y bienvenida a mi espacio.
Un beso
La avaricia rompe el saco, hasta el de los dragones rufianes. (Me ha dado penita, siento debilidad por estos seres mágicos, me encantan). Un micro estupendo, Estrella, y con un final sorprendente.
ResponderEliminarBesos y suerte en el concurso
Me encnta la frase porque esa es precisamente la moraleja.
EliminarComprendo, Chari, que te haya dado penita que el dragón tuviera un final tan trágico, pero no cabía otra posibilidad, teniendo en cuenta que era un rufián y un codicioso.
Muchos besos y bueno, no hubo mucha suerte esta vez. GRACIAS!!!
Me han parecido malísimos esos monjes. Pobrecillo dragón, qué mal hay en hallar perdidas unas monedas... jajajaja Los monjes le ponen pega a todo. Un beso mi amiga. Me ha gustado mucho el relato y leerte
ResponderEliminar¡Buenas noches! compi Mercedes.
EliminarNooo, no eran unas monedillas perdidas...Se trataba de una sala con una torre o montaña de monedas, de las que quiso apropiarse indebidamente este rufián y codicioso dragón, de modo que los espíritus de los frailes tuvieron que ajusticiarle por su avaricia.
Si lo vuelves a leer te darás cuenta de lo que te comento.
Muchos besos y mil gracias por tomarte tu tiempo y dejar tu huella.
Pues sí, la avaricia es peligrosa. Gran lección, Estrella :) Un abrazo
ResponderEliminar¡Bienvenida! Ana a mi pequeña sala de visitas y un placer que este micro te haya motivado a participar.
EliminarEfectivamente la avaricia es malísima!!! je,je,je,je
Un abrazo y gracias.
Saludos Estrella, buen relato y con su mensaje incluido, es triste pero la avaricia es así, acaba con todo y todos los que se caen en sus horribles garras. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminar¡Bienvenida! también Mery y me encanta que este micro te resultara motivador. Como ya vengo comentando y tú también lo afirmas, la avaricia suele acarrear muy malas consecuencias.
EliminarMil gracias por tu apoyo y bueno, ¡no hubo suerte esta vez!
Cariños y bendiciones.
La avaricia es muy mala, me ha gustado mucho Estrella.
ResponderEliminarLos cuentos con mensaje son mi debilidad, :)
Besos.
Si, lo sé amiga Irene, eres además muy constante en crear este tipo de narraciones y por eso también me ocurre a mi lo mismo contigo ...je,je,je
EliminarBesos y muchas gracias por pasare por aqui de nuevo!!!
Muy creativa tu imaginación y sobre todo fantástica la visión novedosa del dragón rufián y ambicioso, muchas veces actuamos así de egoístas, sorpresivo final y una moraleja muy edificante.
ResponderEliminar!SUERTE!
Efectivamente amiga I Harolina, le he dado esa vuelta de tuerca y os he prsentado a un dragón distinto y malvado. Por supuesto la reflexión que me compartes va en sintonía, ya que el ego también suele tener este tipo de dependencia a lo material y ese karma es precisamente su perdición.
EliminarMuchas gracias por tus apoyo, pero en esta otra ocasión tampoco ha habido mucha suerte.
Hola!!!!!! Este no lo había leído, no sé porqué no lo vi en mi blogroll, quizás cuando lo pusiste no miré el blog o algo porque leí el del unicornio(que me encantó) pero este no, pero ya está remediado . Me ha gustado mucho, aunque me da un poco de pena el dragón está claro que la avaricia rompe el saco. La moraleja es genial porque aunque es lógico que si logramos tener mucho dinero soñemos en lugar de dirigir ejércitos podía haber pensado en ayudar a los necesitados, por ejemplo, entonces no lo habrían ajusticiado.
ResponderEliminarUn besito y mil gracias por todos los comentarios que me dejaste en el blog, aún no he podido contestar pero me hacen mucha ilusión.
Feliz Semana Santa.
¡Holaaaa de nuevo, Gema!
EliminarA veces ocurren esos problemillas con los blogs, yo no te quiero ni contar como suelo despistarme y encima como voy con la lengua afuera siempre me toca parar en seco y luego volver a coger impulso ...je,je,je
Comprendo que haber elegido un dragón "malo" no ha resultado muy atractivo a la hora de leer este cuento, pero a veces hay que romper los moldes y crear justo la imagen opuesta a la que ya estamos acostumbrados. Además también me inspiré en la imagen que acompaña al texto, donde si te fijaste hay un dragón encima de un montón de monedas.
La moraleja la tienes muy clara, porque efectivamente hubiera cambiado su destino del día a la noche, si hubiera destinado esa gran suma de dinero a ayudar a los más necesitados, pero como era un auténtico sinvergüenza avaricioso acabó fatal.
Un besito y muchos de nadas ...je,je,je porque ya sabes que aunque llegue tarde o la última en ocasiones, siempre trato de dejarte mi huella, precisamente por eso, porque sabes apreciar mi esfuerzo.
¡Feliz Semana Santa!
En la mayoría de los relatos el dragón suele ser el personaje más temido y más siniestro. Tú, sin embargo, has conseguido que me dé un poco de pena su final. Cierto que no albergaba sentimientos de generosidad frente al tesoro descubierto, pero comprendo su reacción. Después de todo, ¿en qué podría un dragón gastar una fortuna más que en aumentar su leyenda? :))
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Estrella. Es imaginativo, te hace plantearte cosas y desde luego es interesante. ¡Muy bueno!
Un beso grande de jueves.
Me resulta chocante y gracioso al mismo tiempo que me comentes, que en muchas historias que has leído a ese personaje del dragón le dan un aire temido y más siniestro, según tus palabras, pero que en cambio, yo no lo muestro así y encima hasta te ha dado pena este final. Cada persona sois un auténtico mundo ...je,je,je Pues si, es cierto que en general a muy pocos lectores les ha gustado que tenga este desdichado final ¡vaya por dios! je,je,je... Esto me hace reflexionar acerca de esa forma un tanto benévola de tratar a mis personajes ¿verdad?... me alegra saberlo, porque seguro que como vuelva a hablar de otros rufianes o malvados personajes los voy a poner a caldo ...je,je,je.. porque si los asesino me aplaudiréis ...ja,ja,ja,ja,ja
EliminarLa pregunta que incluyes por supuesto que es totalmente correcta si nos atenemos a esa realidad y a esta lógica, pero date cuenta que ese dragón no es de este mundo, sino del mitológico y fantástico, por lo que si hubiera podido salirse con la suya y no hubiera existido castigo alguno a su inmensa codicia ¡claro que si hubiera gastado esa fortuna en hacerse dueño del condado y casarse con la joven que hubiera querido acompañarle en su riqueza!
Por supuesto que es muy imaginativo, no tiene nada que ver con lo que conocemos como realidad. Además ya sabes lo que me encanta haceros viajar con la imaginación a otros mundos.
Mil gracias Julia, por tu estupendo comentario que ya ves la de cosas que me ha motivado a responderte.
Un beso grandote de jueves :-)
hola! yo amo los dragones asi que le voy a perdonar su avaricia. escribes hermosisimo! me dejaste presa del relato. me quedare muy cerca tuyo. tienes un blog admirable. saludos.
ResponderEliminar¡Hola Buho Evanescente!
EliminarBienvenido y me alegro que me dejes tu opinión tan favorable. Por lo que me comentas, también te ha caído genial este dragón je,je,je ¡al final, parece que la gran mayoría de quienes me comentáis, os ha caído simpático ese personaje codicioso y truhán! Como tuviera que volver a escribir otra historia de malvados dragones me lo tendría que pensar bien, je,je,je
Aquí tienes material de sobra para entretenerte en tus ratos libres, amigo virtual, Buho y sinceramente espero no defraudarte con esos elogios que me dedicas.
Cordial saludo
¡Me encanta!
ResponderEliminarLo cierto es que las historias y los cuentos de leyenda siempre me han gustado,; pero más aún con esa moraleja que incorporas. Muy aleccionador. Muy chulo. Espero que tengas mucha suerte, aunque no creo que puedan superarte.
Un beso
Ayyy Macarena, que todavía no he podido pasarme a disfrutar de tus interesantes viajes y esas colecciones de fotografías tan bellas con las que nos pones los dientes largos ...je,je,je,je porque desde luego es un lujazo tu blog!!!
EliminarTambién me sube la moral que te gusten este tipo de historias mitológicas y llenas de imaginación. Lo de añadir moraleja al cuento o relato, es algo que ya tengo por costumbre incluir en lo que escribo.
No hubo suerte tampoco con el concurso, de modo que os tengo afortunadamente a vosotros que me seguís leyendo pacientemente, cosa que te agradezco muchísimo.
Un beso y ¡feliz semana!
La avaricia desmedida que ha sido característica de muchos dragones siempre les produce tarde o temprano su propia ruina.
ResponderEliminarMuy buena historia, un abrazo.
¡Hola de nuevo Felipe!
EliminarMe hace mucha ilusión volver a recibirte por mi blog y me alegro que ya estés incorporado a esta vorágine del mundo virtual, cosa que en mi caso, voy poco a poco retomando, pero que me está costando bastante fatiga, pues tengo tanta saturación de tareas virtuales, que a la larga me estresan y no acabo de organizar mejor mi tiempo.
Si, la avaricia desmedida no es buena, ni para dragones ni para nadie como tú mencionas.
Muchas gracias por dejarme tu huella.
Un abrazo y ¡feliz semana!
Estos dragones son incorregibles.
ResponderEliminarja,ja,ja,ja Si, llevas razón en eso :-)
EliminarGracias Miguel Ángel por comentar.