Olivier de Sagazan ("Tranfiguration" - de su serie performativa) |
Posiblemente te parezca un loco o una mente que deshilacha pedazos de razones, estirando de esos finísimos hilos invisibles hasta la saciedad, hasta converger en un oscuro corredor por donde la muerte va y viene, con la misma expresión afilada de acero incombustible y me grita: ¡El siguiente! Más, permanezco ausente y no la contesto. Mi hierático talante me protege de tantos inexpresivos rostros ordenando una nueva ejecución, pero conozco al general y no voy a ceder un palmo de este tablero donde se juega la partida, aunque las espadas se mantengan en alto y me recuerdes que ya no hay tiempo que pueda variar los eslabones del destino.
Veo pasar instantáneas ráfagas, realidades fragmentadas de mi vida, donde distingo como fue mi infancia y de que forma crecí, con esa arrogancia de los niños adultos, con ese desdén frunciendo el ceño y mirando cual águila rapaz, al resto de los posibles candidatos a mis obsesivos juegos de soldados romanos contra guerreros vikingos, siempre cortándolos la cabeza, porque ya entonces intuía que la mía no iba del todo bien, de eso ya se encargó mi padre, cuando lo vi en las pocilgas asestándoles palizas a los infelices lechones recién nacidos, esos eran precisamente sus favoritos, para levantarlos al vuelo y lanzarlos contra las rugosas paredes de adobe donde rebotaban y caían heridos al suelo. Luego cuidando los detalles, inspeccionaba la "pieza" como un experto cirujano, para finalmente sacar su navaja afilada del bolsillo y rematarlos con saña, hundiendo aquel afilado instrumento en su delicado cuerpecito, como quien corta un fino pastel, para relamerse de gusto y sentir el placer de las hormonas inundándole las órbitas de los ojos, que le centelleaban como un poseso.
Veo pasar instantáneas ráfagas, realidades fragmentadas de mi vida, donde distingo como fue mi infancia y de que forma crecí, con esa arrogancia de los niños adultos, con ese desdén frunciendo el ceño y mirando cual águila rapaz, al resto de los posibles candidatos a mis obsesivos juegos de soldados romanos contra guerreros vikingos, siempre cortándolos la cabeza, porque ya entonces intuía que la mía no iba del todo bien, de eso ya se encargó mi padre, cuando lo vi en las pocilgas asestándoles palizas a los infelices lechones recién nacidos, esos eran precisamente sus favoritos, para levantarlos al vuelo y lanzarlos contra las rugosas paredes de adobe donde rebotaban y caían heridos al suelo. Luego cuidando los detalles, inspeccionaba la "pieza" como un experto cirujano, para finalmente sacar su navaja afilada del bolsillo y rematarlos con saña, hundiendo aquel afilado instrumento en su delicado cuerpecito, como quien corta un fino pastel, para relamerse de gusto y sentir el placer de las hormonas inundándole las órbitas de los ojos, que le centelleaban como un poseso.
¡Cuántas noches me levantaba de la cama escuchando los gruñidos y estertores de aquellas inocentes criaturas! ¡Cuántas veces mi padre me cogió por las orejas y me llamó cobarde! ¡Cuántos castigos recibí con la espalda cosida a latigazos! ¡Cuántos gritos de mi madre suplicándole que me dejase tranquilo, que sólo era un niño! ¡Cuántas palizas recibía mi madre cada vez que yo no cumplía las órdenes de mi padre! ¡Cuántos, cuantos....cuántos un día y otro también! Sería imposible de enumerarlos, porque mi padre no atendía a razones de ningún tipo y eso mismo heredé yo por desgracia. Como un virus contaminado de odio y venganza, que nunca me abandonó hasta aquel otoño cuando tu débil mirada me heló la sangre y paralizado no supe conjurar mi maleficio, para extinguir aquella hiel que me habían inoculado.
Me llegaban murmullos de la gente hablando, apenas audibles, apenas rozándoles la superficie de los labios, temerosos de emitir juicios imprudentes. Corrillos de avestruces pusilánimes, repartidas entre templos de buitres y nubes de hojalata oxidada por el miedo. Mientras tanto, presentía tu mirada con aquella piedad de las doncellas vírgenes, cuando aguardan en el lecho nupcial su crucial misión de entrega total de sus dones más íntimos. Sin embargo, mis ojos vidriosos permanecían ausentes, desdeñosos y clavados en un ángulo de noventa grados a la sombra gélida del precipicio de mi locura.
Aunque las neuronas se descolgasen por los oscuros andamios de mis lúgubres pensamientos, supe que la firme mano del tribunal superior de los desterrados a ese mundo de las almas perdidas, ya me había sentenciado y solo era una triste sombra entre las sombras del cautiverio en el que mi alma se hallaba condenada, mientras mi cuerpo se debatía en agonía sofocante.
Casi al término de exhalar mi último aliento distingo tu luz, señalándome con tu mirada angelical sin mediar palabra alguna, la habitación azul donde tantas noches danzamos cabalgando entre gemidos y sábanas de lino perfumadas de jazmín... ¡Oh! ¡Siempre me pareciste la diosa del deseo! Fuiste mi redentora de soledades y castigos, de pecados inconfesables que poco a poco me llevaron a esta locura y ahora te vuelvo a encontrar para redimir mi culpa y salvarme de nuevo... ¡Acércate y ten piedad de este ladrón que también te robó la inocencia y tu favor más preciado... tu vida...!
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Hola Estrella, buenos días:
ResponderEliminarEn este excelente relato que hoy nos traes, se demuestra que siempre ha habido maltratadores en toda época, antes no se denunciaba, ahora si.
Horroriza esa horrible escena que empieza como una mano invisible y se desata en horror sobre esposa e hijos.
No hay que creer nunca a un maltratador, creo que sólo existe en ficción. En este genial relato das paso a un maltratador arrepentido, y nos haces sentir con tu buen hacer, ese sufrimiento incurable, de haber echado a perder una familia, de haber perdido a una esposa y unos hijos, tesoro irreparable e irrecuperable.
Excelente relato, eres genial, bordas lo que te propones.
Mi felicitación.
Feliz fin de semana.
Un beso.
¡Buenos días Carmen!
EliminarSi, como ayer también te comentaba en tu estupenda comunidad literaria, pero especialmente poética, este tema de la violencia de género es desgraciadamente intemporal, pues siempre se ha dado, aunque hasta este siglo es cuando ya por fin la sociedad se ha dado cuenta que no es solo un tema familiar, sino que también le concierne a ella y que debe ponerse límite o estar penalizado por ley.
Mil gracias una vez más por tu gran cariño y buen compañerismo, especialmente por tu valoración del texto, ya que como otras veces he comentado, soy aún aprendiza de este arte o de este oficio de escritor.
Que disfrutes de un maravilloso fin de semana junto a esa ricura de nietecito tan precioso que tienes.
Besos y un besito muy tierno para tu angelito.
¡Tremendo tremendo!
ResponderEliminarOtro que me guardo para comentártelo desde la calma.
En una primera lectura me ha parecido un trabajo brillante.
Hasta pronto Estrella.
¡Hola Isabel!
EliminarYa ves, un tema bastante demoledor y algo terrorífico.
Tómate el tiempo necesario para leerlo con gusto y sis prisas, porque yo siempre admiraré tu buen hacer y la crítica tan constructiva que sueles hacer y que recibo como el mejor de los regalos.
Lo único que te puedo anticipar es que surgió todo seguido, una especie de "alucinación" o algo por el estilo, después lo he tratado de "pulir"...je,je,je
Muchas gracias por tu grata compañía.
¡Nos seguimos leyendo!
Un condenado que recuerda el origen de su maldad: el padre. El que mediante actos atroces contra animales y crueldad hacia la familia descargaba sus propios demonios. Y si alguien crece en ese ambiente es imposible no absorber esa locura de maltrato que, además, lleva en los genes. Y repite el delito con un pequeño ángel que se cruzó en su vida.
ResponderEliminarUn relato impecable en su prosa y en la elaboración del clima oscuro en que está sumergido el personaje. ¡Muy bueno!
Un gran abrazo, Estrella.
¡Hola Mirella!
EliminarSi, este culpable, le debe a su padre, además de sus genes también el haberle inculcado este tipo de crueldad, que luego ha degenerado su espíritu y debe enfrentarse a esa culpabilidad que lo atormenta hasta sus últimos instantes de vida, donde suplica el perdón a ese ángel que él mismo asesinó.
Me alegro también de que encuentres adecuada la prosa y el clima tenebroso en que está sumergido el personaje.
Te agradezco mucho tu atenta lectura, así como tu valiosa opinión.
Otro abrazo muy grande para ti, Mirella.
Hola Estrella, sin ninguna duda, el título es toda una declaración de intenciones del texto que expones a continuación.
ResponderEliminarTu fluido lenguaje y tu técnica narrativa asociada a él, nos lleva por el camino del horror, del maltrato, tal vez de una redención implorada y sobre todo impregna todo de un ambiente axfisiante y sobrecogedor.
Aprendiendo, y valorando tus lecturas, te mando un gran abrazo.
¡Hola Miguel!
EliminarMe encanta volver a recibirte y conocer tu favorable opinión del relato. Llevas razón, el desarrollo trata de conducir al lector a través de esa oscura atmósfera tan asfixiante que acompaña al personaje, hasta llegar a ese final sobrecogedor, tal y como tú mismo lo calificas.
Aprendiendo también de ti, amigo y genial comentarista de cine, todo un honor intercambiar opiniones contigo, tanto en tu blog, como en el mío ahora.
Un abrazote grande.
Excelente narrativa Estrella, un relato crudo que lamentablemente retrata una realidad, "Casi siempre las mentes retorcidas vienen marcadas por una muy cruel infancia, y se crea un circulo vicioso".
ResponderEliminarOtra notoria realidad es que por muy oscura que sea la mente de una persona, siempre hay un punto luminoso en su vida, un destello de bondad, aunque haya que hurgar mucho para encontrarla.
Estrella eres una mujer polifacética, muy bien logradas las imágenes descriptivas del relato.
Abrazos querida.
Excelentes también son tus comentarios, querida I. Harolina, puesto que tu gran capacidad de observación y buen juicio, son cualidades que siempre admiro en ti.
EliminarSi, tengo esa misma opinión: "las mentes retorcidas están ya marcadas por los nocivos efectos de su infancia". También es cierto que siempre se da ese punto de luz o destello de bondad, viene a ser la otra cara de la moneda. Lo cual me recuerda a esa ley de polaridad, o Ying-Yang, que se proyecta en cada partícula del Universo, como por ejemplo en nuestro pensamiento.
Algo de polifacética reconozco que si soy, porque mi espíritu inquieto y curioso, me ha facilitado mucho las cosas y siempre he realizado diferentes actividades artísticas, no solo escribir.
Muchas gracias una vez más y un placer disfrutar de tu compañía.
Abrazos querida.
Ufff! qué intensidad!,... el maltrato en su expresión más cruel. Magnífico relato Estrella!
ResponderEliminarCelebro que te haya contagiado de intensidad mi relato y que también la lectura te haya dejado ver ese tema del maltrato en su expresión más cruel.
EliminarMuchas gracias, Norte, por dejarme tu amable y apreciada huella.
Saludos.
Buenos días fenomenal genial gracias por compartir este maravilloso blog este es maravilloso saludos cordiales
ResponderEliminar¡Buenas tardes Isidro Cristobal!
EliminarUn placer recibirte y conocer tu generosa opinión acerca del blog que os comparto.
Espero que te animes alguna vez a permitirme descubrir lo que te inspiran mis letras.
Saludos cordiales.
Estrella,
ResponderEliminarNo puedo dejar de recordarte lo que me gustan tus relatos.
Creo que hoy has narrado a la perfección el drama de ciertas vidas y cómo las infancias condicionan los actos para el resto de nuestras vidas. Tu léxico, tus expresiones, las construcciones de tus frases me recuerdan hoy al mismísimo Baudelaire.
Como siempre, sobresaliente.
Un besazo
¡Hola Macarena!
EliminarMe anima mucho que me recuerdes que disfrutas con mis relatos.
Ya ves, efectivamente he tratado de expresar a mi manera ese profundo y silencioso drama que viven y han tenido que soportar estoicamente miles de personas dentro de las cuatro solitarias paredes de sus casas, a lo largo de los siglos, porque esta narración va mucho más allá de un hecho que en esta época, afortunadamente, al menos ya no solo concierne a la intimidad privada de las familias, sino que ya se considera un daño social que hay que intentar erradicar.
Ya intentaré escribir sobre otros trastornos sociales en futuros relatos, puesto que ayudan bastante a reflexionar sobre las consecuencias.
Se nota que me tienes mucho cariño, porque esto de compararme con Baudelaire, me parece algo excesivo, aunque estoy convencida de que te ha salido del corazón. Bueno ¡ya me daría con un canto en los dientes si de verdad estuviera a ese nivel!
Muchas gracias entrañable amiga, por la simpatía y generosidad con la que lees y comentas mis publicaciones.
Un besazo enorme y otro beso para Macarena (hija).
Tremendo relato Estrella. De una intensidad apabullante, unas metáforas clavadas y que se clavan. Me ha dejado realmente impactada la manera que narras el maltrato del padre, tanto animal como a su familia, realmente desgarrador.
ResponderEliminarEl protagonista de tu relato se arrepiente, pero ha vivido su trauma en tal grado, que ya no sabe discernir entre la locura y la maldad.
Una narrativa brillante, Estrella.
Te mando un fuerte abrazo.
¡Hola Ziortza!
EliminarMe alegro de haber podido recuperar este intercambio de opiniones entre tu espacio y este, como en los antiguos tiempos, porque no veas lo que me cuesta llevar el ritmo de los blogs inquietos, como el tuyo, que no paran de actualizarse y me obligan a quedarme retrasada a la hora de seguirlos, pero aunque tarde no te pienses que te he olvidado, al contrario sigo pendiente y la única forma de compensarte es dejarte mi huella un tanto generosa cuando por fin alcanzo tu paso, como me ha sucedido esta última vez.
Me complace saber que te han calado profundamente mis metáforas, dejándote impactada en esa parte del maltrato del padre en todas sus vertientes.
Si, el condenado se arrepiente al final de su vida y como muy bien captaste al leerlo, ya no sabe discernir o es demasiado tarde, porque sus actos ya no puede cambiarlos y esa maldad también es algo que le persigue.
Muchas gracias por tu atenta y comprensiva lectura, así como por valorar mi trabajo de forma tan espléndida.
Recibe otro abrazo fuerte de mi parte.
Hola Julio David!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo respecto a tu opinión acerca de la relación entre ambiente y actitudes o carácter. El temperamento ya es otra cosa más biológica e individual.
Como profesora me ha tocado" lidiar" en este terreno tan delicado precisamente con hijos/as de alcohólicos o incluso de posibles maltratadores (pues esto no lo suelen decir los alumnos por temor a represalias familiares, pero se adivina cuando convives tantas horas con ellos) y no hace falta ser muy psicólogo/a para darte cuenta de la agresividad contenida en su interior. Suelen ser personas conflictivas y violentas e incapaces de controlarse y llegan a hacerle la vida imposible a los demás. También son los típicos chulitos de turno o los "malotes" que les encantan a las chicas más débiles y sumisas.
Un placer conocer tu opinión al respecto y agradecerte tu atenta lectura.
Saludos didácticos, colega de letras.
Magnífico, Estrella.
ResponderEliminarPues sí, está claro que el que relata esta historia es un loco o una mente que deshilacha pedazos de razones, posiblemente que por culpa de esos maltratos que sufrió de niño.
No obstante, vemos que asume con estoicismo este encuentro con la muerte que, en cierta forma, va a librarlo de sus sufrimientos.
Un fuerte abrazo.
¡Buenas tardes Mrs. Sofía!
EliminarAnte todo te doy la bienvenida a mi humilde morada y que sepas que me has dado una fantástica sorpresa con tu visita, pues ya vamos cogiéndole el pulso a intercambiarnos opiniones de un blog a otro. Tampoco es que vaya a esa velocidad de crucero que abunda en esta red, pero intento hacer lo posible por devolver las visitas al ritmo en el que voy publicando y tus entradas me gustan porque sabes proponernos interesantes debates.
Si, este desgraciado lleva a cuestas un lastre tremendo a consecuencia de esas experiencias tan traumáticas que vivió desde su infancia.
Al morir, como muy bien has deducido del texto, asume con estoicismo ese encuentro con la muerte para librarse de tanto sufrimiento.
Mil gracias por tomarte tu tiempo para leer y dejarme tu comentario.
Un abrazo fuerte.
¡Hola Estrella!
ResponderEliminarExcelente narrativa a pesar de la crudeza del drama, pero bien sabemos que la realidad en muchos casos supera la ficción. Queda demostrado que las imágenes crueles vistas por su padre más los maltratos siendo un niño, conformaron su carácter de guerrero heredando la locura del padre. Era un alma en pena ya en vida, y por más que quiso enmendarse al conocer el amor más puro no consiguió vencer a la demencia.
Sin embargo ese amor al que le arrebató la vida y la inocencia, seguía amándolo después de la muerte y es allí, en aquella dimensión oscura del condenado que la luz bondadosa de ella le redime.
Siempre hay un ángel para un demonio.
Muy bueno, querida amiga.
¡Abrazos!
Hola Mila!
EliminarQué bien que te gustase la narrativa, aunque el drama es terrible, como bien comentas.
También encuentro muy interesante la lectura que haces del texto, pues coincido en todas tus observaciones. Yo diría que este loco malvado, nunca amó a nadie, pues jamás conoció lo que significada el amor, a lo largo de esos años donde todo queda grabado en el inconsciente, de ahí su incapacidad de amar cuando ya se hizo adulto. Sin embargo La Vida le puso a su alcance la inocencia de esa joven que se entregó por completo y luego siendo ya un espectro regresa de nuevo para perdonarle y que sosiegue su espíritu. De ahí que hayas intuido su amor por él, tanto en vida como ahora ya muerta, intentando siempre redimirlo, aunque "El Tribunal Supremo" no acceda y lo condene. Como muy bien deduces al final: "Siempre hay un ángel para un demonio".
Muchas gracias por llegar de nuevo a este espacio y enriquecerlo con tus profundas reflexiones, amiga y estupenda escritora.
¡Abrazos!
Hola Querida Estrella:
ResponderEliminarUn ser que nace marcado, padeció siempre el maltrato, lo hereda y lo consuma.
Tu manera de relatar es impresionante, los detalles que das desde el comienzo, el maltrato que recibió del padre es escalofriante...Imagino lo que sufrió esa madre sin poder rescatar a su hijo de las garras del engendro del padre.
El título es la historia de su vida, condenado a esa vida y el suplicio de vivirla fue su eterna agonía.
¡Excelente!
Mi admiración y cariño para ti, querida amiga. Besitos y un fuerte abrazo.
¡Hola de nuevo, querida Viviana!
EliminarPor supuesto, también opino lo mismo acerca de esa maldita herencia y las consecuencias que de ello se derivan.
Me satisface que pueda hacerte partícipe de este drama tan horrible, a través de mis palabras y que hayas captado la siniestra mente por la que van desfilando cada uno de esos trágicos recuerdos.
Si, el título tiene esa analogía que me comentas.
Te agradezco mucho tu amable visita y la atención que me has dispensado dejándome tu opinión tan valiosa.
Todo mi cariño y admiración igualmente para ti también, mi querida Viviana, compañera de versos y letras tan hermosas.
Besitos y un fuerte abrazo.
¡Impresionante, Estrella! has narrado un malvado y cruel maltrato del padre hacia la brutalidad en la esposa y el maltrato animal. Como visualiza ese niño estas escenas y es difícil no volver a ser un maltratador si es lo que has vivido desde niño. Esa crueldad se queda grabada en la mente para seguir en el ser adulto. Espero que no siempre se así y que en esos crueles hombres salgan hijos con buenas formas y darse cuenta que la vida no es así. Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué gran sorpresa me das con tu visita y comentario, compañera en estas tareas de escritura!
EliminarSi, has hecho una estupenda comprensión del relato, puesto que ese padre sembró la violencia y la maldad dentro de su propio hogar, lo cual tuvo como resultado bastante lamentable, infundir esa maldad en su propio hijo, incapaz de salir de ese oscuro círculo.
Como todo en la vida, seguramente habrá excepciones, pero lo más probable es que se repita la misma conducta que se aprende de pequeño y más aún si se da este caso de un padre con tanta saña y maldad. De ahí que la sociedad vaya teniendo consciencia de este tipo de psicópatas y ojalá se vayan tomando medidas legales para aislarlos de su familia y tratar de mejorar su estado mental.
Muchas gracias, Mamen, por tu atenta lectura, así como por participar con tu opinión del tema.
Un abrazo.
¡Què tema!. Historia que siendo espeluznante y pusilámine de abuso y autoritarismo,pues los castigos callados parecen doler al lector, pululan agregados fantasmas de miedos, culpas y odio; como asì la confusiòn en lo real e incierto; siembargo contrastan ya con matices de ternura y defensa maternal; ya con expiaciòn ya con la iluminación. Esta prosa poètica, clara y magistral expone el fondo de un gran mensaje para la sociedad, donde la familia juega su papel. preponderante en la sociedad.
ResponderEliminarCierto, el tema es peliagudo, como ya he comentado en varias ocasiones.
EliminarSiendo, como bien has entendido al leerlo, una historia espeluznante por donde circulan sentimientos desgarradores y fantasmas de todo tipo, pues dicho condenado está mucho más cerca de ese otro mundo desconocido, que del real o conocido, lo que le da al relato esos contrastes y matices que has observado con habilidad.
Te agradezco la síntesis final que haces de todo lo narrado, pues coincido contigo en mi intención de mostrar lo mejor posible esta lacra social y su origen dentro de la familia.
Gracias por tu generosa valoración de mi prosa poética y me alegro que el resultado sea positivo.
Saludos cordiales.
Dura historia y duro tema Estrella el que traes con tu relato. Has conseguido con esos detalles del maltrato que se visualice la maldad y ver a esa criatura criada en ese mundo de dolor y tortura que se hace inherente a él, se arrepiente pero no puede borrar ni lo que ha sido ni el dolor que ha causado. Interesante ese arrepentimiento posterior que en muchos casos olvidan a la hora de dañar de nuevo.
ResponderEliminarBesos
¡Hola amiga Conxita!
EliminarEsta vez me tocó poner el dedo en la llaga y afrontar este tema tan espinoso, como socialmente tan delicado.
También quiero decirte que has hecho una estupenda lectura y has deducido fácilmente como este niño criado dentro de ese ambiente tan hostil, acaba por hacerse inherente a él, sin escapatoria alguna, aunque necesite arrepentirse, porque lo hecho, hecho está y esto le perseguirá siempre.
Como autora, te confieso que me llegó a conmover tanto este condenado, que acabé por darle ese matiz de humanidad, pues creo que La Vida o la energía eterna de la que somos partícipes, también hace posible lo increible, o como antes me llegó a comentar Mila Gómez: "Siempre hay un ángel para cada demonio".
Muchas gracias por regresar a mi blog y permitirme conocer mejor tu criterio y reflexiones.
Besos.
¡Hola, amiga Estrella! Efectivamente; como bien dices, llevaba "inoculada" la hiel en su cuerpo. Y es que el maltrato es algo que, sin lugar a dudas y como no pudo ser de otra manera, le marcó hasta el fin de sus días. Pedir clemencia después de propinar tanto daño y propiciar tanto horror, no creo que en su caso sea arrepentimiento.
ResponderEliminarMe ha encantado lo bien narrado que está el post, como es habitual en ti y, especialmente, el enfoque que da el uso del tiempo verbal en primera persona.
¡Un abrazo muy fuerte!
¡Holaaaaa guapísima!
EliminarComo bien has deducido, ese maltrato marca de por vida a cualquiera, pues como ya he comentado antes, se produce a una edad crítica, es decir en su más tierna infancia, lo que trae consigo esa psicopatía.
Bueno, entiendo perfectamente que interpretes dicho arrepentimiento como un acto de cinismo y que tu lógica no vea sinceridad alguna. Sin embargo como autora del personaje y conociendo algo mejor su mente enfermiza, es posible que el miedo a sufrir eternamente tal castigo, le obligase en esos últimos instantes de vida, a agarrarse a "un clavo ardiendo". De todas formas y como ya vengo diciendo, a pesar de dicho "arrepentimiento" por conveniencia, de nada le sirvió para ser condenado.
Mi intención con ese enfoque en primera persona, como muy bien has observado, es darle al protagonista una relevancia especial, porque es necesario para concienciar de este terrible problema que el lector profundice y trate de ponerse en el lugar del protagonista o que al menos comprenda los motivos por los que según mi punto de vista se produce esta maldad.
Mil gracias por tomarte el tiempo necesario para profundizar en esta lectura y darme tu valiosa opinión.
¡Un abrazote enorme!
¡Hola, Estrella! Un relato narrado con toda la intensidad que corresponde a un narrador al que le ha llegado la hora de responder por sus pecados. De la peor forma, cuando ya no tiene remedio. Porque ese es el verdadero infierno, ser consciente del horror causado en vida durante toda la eternidad.
ResponderEliminarY muestras esos sentimientos con una prosa enfática, épica, que me ha recordado a Lovecraft aunque en este relato no existan monstruos incomprensibles sino algo peor.
La culpa, el remordimiento, el intento de justificarse en los horrores de su padre para comprender al final que el único responsable ha sido él. Siempre pudo elegir. Pero no lo hizo.
Magnífico, Estrella. Vuelves en plena forma. Un fortísimo abrazo!
¡Buenos días David!
ResponderEliminarEl relato está narrado en primera persona y corresponde a este condenado al que ya le llegó la hora de su muerte y debe responder por lo que ha hecho, como tú muy bien me comentas.
Me encanta como has hecho la síntesis del texto, porque llevas razón al deducir que el verdadero infierno es ser consciente del horror causado en vida y que irremediablemente le llevará a sufrirlo en el más allá.
Me satisface bastante que encuentres interesante mi prosa con esos toques Lovecraft, aunque si te soy sincera no tenía ni idea de ello, porque me he dejado llevar por la inspiración sin buscar otros medios. Tal vez mi vocación poética o lo que siempre he trabajado más, me haya servido para componer todo tipo de recursos, que me permitieran describir este oscuro laberinto introspectivo del protagonista.
Siempre pudo elegir, pero no lo hizo, como también me comentas certeramente y de esta forma acaba este terrible drama.
Me alegro infinito de haberte aportado un interesante tema donde sumergirte en la propia piel del condenado y reflexionar acerca del mensaje social.
Muchas gracias por toda la generosa valoración que haces del texto, así como de mi superación tras mi paréntesis creativo y no me olvido tampoco de agradecerte tu gran compañerismo al regalarme tu tiempo y estas palabras de ánimo.
Un abrazo inmenso.
¡Hola, Estrella! Coincido con David en cuanto a lo de Lovecraf, creo que has conseguido meternos en esa atmósfera de horror que vive el protagonista en su infancia y acaba reproduciendo en su edad adulta. La educación es fundamental para erradicar esta lacra social, y no sirve de nada que los padres se descansen en la labor del colegio, la familia y cómo se respira en un hogar es el principal foco de atención que deberíamos tener en cuenta a la hora de educar a un hijo. Eso de predicar con el ejemplo no debe tomarse a a la ligera...
ResponderEliminarEse atisbo de esperanza que se advierte en tu relato, creo que está —aparte de en la propia confesión de su mezquindad— en la manera en que describe a su esposa. Imagino que la imagen de la doncella virgen en el lecho nupcial bien puede corresponderle a ella, además de su rostro angelical, que lo redime cual Doña Inés a pecador Don Juan. Víctima y verdugo es al fin y al cabo, y consigues con tu relato que nos apiademos de él en cierto sentido, pues su infancia lo marcó a hierro para convertirse en el monstruo que es...
Enhorabuena por el relato, Estrella, y feliz semana :)
¡Hola Eva!
EliminarYa veo que tú también opinas igual que David, respecto a lo de Lovecraf, bueno no voy a ser reiterativa y acepto que tú lo interpretes de esta forma.
Me parece genial que lograse mi propósito de contagiaros esa atmósfera de horror en la que vive el protagonista a lo largo de su infancia y que le causará estragos en el futuro.
Estoy de acuerdo en todo lo que comentas sobre la importancia de la educación en casa, así como no tomarse a la ligera el predicar con el ejemplo, porque después pasa lo que pasa y ya es tarde para poner derecha, la rama torcida, digamos que la educación de los padres requiere de esfuerzo y responsabilidad y no de traer hijos al mundo como su fueran churros, lo digo coloquialmente que se entiende mucho mejor.
Participo de tu idea sobre la comparación de Don Juan y Doña Inés, ya que el ejemplo va ni que pintado, pues sería una buena adaptación al encajar bastante bien con el tono poético y oscuro de la narrativa.
Si, el condenado es víctima y verdugo a la vez, de ahí su terrible agonía y que vosotros los lectores sintáis hacia él, esa compasión, aunque sepáis que en el fondo es todo un monstruo.
Muchas gracias por hacer una lectura tan interesante de mi texto y participar con tu opinión.
Un abrazo.
Excelente relato Estrella. Hay una convocatoria de relatos en contra del maltrato(premios literarios estandarte). Creo que podrías presentarlo, échale un vistazo. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro de tener la oportunidad de darte mi bienvenida a esta casa y por supuesto es un placer que te haya parecido excelente.
EliminarTe comento sobre lo que me indicas de la convocatoria, pues lo he estado mirando y dicha convocatoria ya pasó, pues era para el 2011
http://www.estandarte.com/premios-literarios/concurso-literario-contra-la-violencia-de-genero_100.html
De todas formas, querida Esperanza, te agradezco que me lo hayas comentado, ya que estoy segura de que no reparaste en el año.
Un abrazo fuerte.
¡Hola Estrella!
ResponderEliminarUn relato tremendo e intenso que me ha parecido magnífico. Tocas un tema, el de la violencia de género, que nos remueve el alma cada día. Me ha recorrido un escalofrío por todo el cuerpo pensando en la violencia que se inyecta en cada gesto, en cada imagen, en cada palabra y en cada golpe, esa violencia que arrebata vidas y que ahora la reconocemos.
Enhorabuena querida Estrella, es un verdadero placer leerte.
Un fuerte abrazo amiga y feliz semana.
Disculpa la demora, querida Xus, pero llevo estos últimos días con mucho ajetreo y encima con ambiente festivo.
EliminarSi, el tema de la violencia de género está presente en el relato. También me ha gustado mucho como expresas tan literariamente, ese rechazo a la violencia y lo que puede llegar a hacer un desgraciado como este.
Mil gracias a ti, por tomarte el tiempo necesario para leer y dejarme un comentario tan cariñoso y sentido.
Me siento muy orgullosa de tenerte entre mis seguidores/as.
Un abrazo muy fuerte y feliz semana.
A pesar de que el protagonista, evidentemente atormentado, nos descubre la razón por la que es un maltratador, no conseguimos empatizar con él ni tenerle pena. Se muestra como un ser terrible, oscuro, inundado de maldad y merecedor por tanto del peor de los castigos. En su locura y egoísmo aún pide la salvación a aquella a quién él mismo quitó la vida. Retorcido hasta el final...
ResponderEliminarUn tema de gran actualidad tratado en torno a un escenario emocional muy intenso al que has sabido dar vida y credibilidad. Imposible no quedar impresionados tras leerte, Estrella. ¡Enhorabuena!
¡Un abrazo y mucha suerte en el concurso!
Mis disculpas, querida Julia, por este retraso en contestarte, pero como antes le he comentado a Xus Climent, estoy que no paro y encima festivo.
EliminarMe parece muy interesante la lectura que has hecho del relato, ya que has deducido fácilmente que este condenado se lo tiene bien merecido, a pesar del arrepentimiento (interesado) y todo esa infancia tan desgraciada que tuvo que soportar.
Me alegro mucho de que también el drama te haya impactado y no tengas dudas con respecto a la credibilidad, puesto que también puse mi empeño en lograrlo.
Muchas gracias por la atención de leerlo, comentar y además desearme suerte. Para ti también te deseo igualmente mucha suerte en el concurso.
¡Un fuerte abrazo y besos!
Hola querida Estrella, excelsa es la única palabra que se me viene a la mente para definir esta belleza de letras, gracias por compartir,ya extrañaba leer tu literatura,literatura que yo llamo de altura,felicidades por tan bello y profundo texto,besitos por miles linduraaaaa...!!!
ResponderEliminarBuenas tardes querida María, ya casi noches a este otro lado del océano, mi entrañable compañera blogger, escritora, cantante, con una habilidad para el diseño y el dibujo alucinante y me quedan aún muchas más habilidades que enumerar de ti, porque si algo tengo claro, es tu constante trabajo aquí en la red y lo gran compañera y amiga que siempre me has demostrado ser.
EliminarComo siempre te ocurre, creo que te puede más el corazón que la mente, cuando opinas sobre lo que mejor o peor escribo, aunque sé de sobra que me valoras muchísimo y yo a ti también.
Miles de besitos preciosidaaad...!!!
Has regresado con fuerza literaria. Contundente y desgarrador texto. Cabe preguntarse después de la lectura, si este tipo de individuos merece redención y perdón o solo castigo.
ResponderEliminarCuantos inocentes perecen cada año a manos de mentes enfermas. De violentos y maltratadores sin escrúpulos. Ratas cobardes que abusan de la debilidad de los inocentes.
Una narración de temática dura escrita con pulcras letras.
Un fuerte abrazo compañera de letras.
Me llena de ilusión conocer lo que piensas sobre mi regreso, además de valorar positivamente mi relato.
EliminarCierto, cabe esa pregunta, aunque me temo que la respuesta sea que solo merecen castigo, porque a la vista está de lo que son capaces.
Si, demasiadas víctimas inocentes, querido Francisco, a manos de estos asesinos psicópatas.
Mil gracias por tus cálidas palabras que atesoro con gusto y por supuesto porque ya te iba echando de menos por esta casa, de la que ya tienes las llaves desde casi los inicios.
Un abrazo fuerte para ti igualmente, compañero de letras y que la suerte te acompañe en el concurso.
Hola Estrella,
ResponderEliminarMadre mía que relato, es impresionante y aterrador. Vas adentrándote en las diferentes fases, como este niño que inicia aberrando las acciones del padre, finalmente con dolor y sufrimiento termina aprendiendo de él y convirtiéndose en una replica exacta. Confieso que he tenido quitar el sonido, estaba sobrecogida por la imagen que me ha provocado la lectura.
Un beso grande, y feliz fin de semana.
¡Hola Irene!
EliminarCierto que se trata de una lectura bastante turbadora y que como bien has deducido, se adentra en esas distintas fases por las que este individuo atraviesa, hasta convertirse en un ser tan depravado.
Lamento que te haya impactado esta combinación de sonido y texto, hasta ese punto de quitar el sonido, pero por otro lado me alegra saber que el objetivo que quería lograr con esta elección ha dado buen resultado, no en balde se trata de un relato con tintes terroríficos.
Un besote enorme y feliz domingo.
Es increíble Estrella, como te has atrevido a abordar un relato de horror, desde el lado sensitivo del asesino. "Nos obligas" a meternos en su mente enferma y en su infancia de maltratos, y hay, incluso, cierto tipo de poesía (sin juicios moralistas) en su apreciación final de "la luz", en su arrepentimiento, en su condena redentora.
ResponderEliminarImpresionante Estrella.
¡Exacto! Lo has captado a la primera y mejor no lo podría haber dicho yo, como autora del texto en si.
EliminarMe maravilla siempre, Isabel, tu habilidad no solo para escribir bien, sino para adivinar la intención del autor al narrar una historia, así como analizar los más mínimos detalles que la componen. Afirmo que serías una gran crítica literaria.
Me he alegrado mucho de volver a encontrarte en mi blog y tener esta oportunidad de agradecerte el tiempo que me dedicas.
Un abrazo y feliz domingo.
Es que te leo con mucha atención, y me lo pones fácil fácil compañera.
EliminarDejo mi comentario lleno de sonrisas...¡Eres un sol!
EliminarMe encantó tu rapidez y fundamento para hacer de tu historia un mundo hecho para nuestro tiempo . . . Yo sé y entiendo que de una época a otra se besan las almas y escribir antes de olvidar lo encuentro perfecto . . . Gracias por compartir de verdad me gustó mucho su estilo de narración . . .
ResponderEliminarPues a mi me encanta también darte la bienvenida a esta casa que es la tuya, para cuando gustes volver.
EliminarMuchas gracias por valorar tan positivamente mi trabajo y comprender bastante bien que la realidad de esta existencia transitoria es intemporal, de modo que al escribir también lo tengo muy presente.
Te felicito también, Victor, por tus reflexiones y escritos surrealistas que compartes de tu puño y letra en tu perfil.
Saludos y feliz domingo.
Un placer ha sido hoy el descubrirte
ResponderEliminarMe gusta como escribes
Muchas gracias por tu visita.
EliminarSaludos.
hola ! excelente relato, pensar casi como el asesino, con sus locuras y sus miedos, sin olvidarnos lo que es, fantástico! gracias, y nos alegramos por leerte eso significa tu mejoría, saludosbuhos.
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarMuchas gracias por tu espléndida valoración de mi historia y por el tiempo dedicado a la lectura.
Si, regresé animada para retomar el pulso de mis letras.
Cordiales saludos.
Nunca me pasa de la actualidad este tema, para desgracia nuestra. Aunque algunos hacen como en el ciento infantil cuando escuchan a las victimas en el piso del lado: oír y callar.
ResponderEliminarEs un relato difícil, y digo difícil porque el autor tiene que separar lo emocional del hilo de la historia para hacerse entender y reconducir al lector por la vereda de la trama. Pero tú te desenvuelves divinamente logrando un desarrollo armónico de principio a fin.
Un placer pasar por tu casa, Estrella.
Un abrazo
Lamentablemente, amigo Jonh, este tema del maltrato físico y psicológico es algo intemporal, aunque desde hace algún tiempo a esta parte, por fin ya se considera como una lacra social, que hay que erradicar de la faz de la tierra, si es que realmente nos consideramos civilizados.
EliminarPor supuesto que es un relato complejo, donde he procurado que el narrador no sufriera interferencias de la autora explícita, que soy yo. De modo que te agradezco tu importante observación.
Para mi ha sido un lujo recibirte y me encanta que seas un lector fiel a mis publicaciones, por lo que te quedo muy agradecida.
Un fuerte abrazo.
Amiga me llama mucho la atención tu relato, es magnifico pero hay algo que resaltas en él; esa eterna lucha del fuerte sobre el débil, la tortura el tormento con los tiempos se ha aplicado de forma mas "científica o refinada" según la justificación de algunos, pero nunca dejara de ser cruel e inhumano.
ResponderEliminarTambién es harto difícil relatar del lado del asesino u opresor y su vez condenado, turbador tu relato, inquietante pero magnifoco. Te mando un beso con mucho cariño y respeto Amaranto.
Querido amigo Gustavo:
EliminarMe agrada mucho conocer tu interés por esta temática, algo terrible de exponer pero que forma parte de la vida y no hay razón para ocultarla.
Coincido con tu parecer sobre esa lucha eterna del más fuerte contra el más débil y que con los nuevos tiempos se ha ido refinando o "disfrazando" de otra cosa, pero en realidad no hay justificación que valga, ya que la crueldad está siempre presente.
Si, es difícil ponerse en la piel del asesino u opresor y si encima tiene conocimiento de que ya se le acabaron las oportunidades para librarse de su condena pues todavía mucho peor. De ahí que me haya salido un relato demasiado inquietante y terrible, como muy bien has deducido al leerlo.
Muchas gracias por tu atento comentario, Gustavo y siempre será un placer recibirte.
Un beso con mucho cariño y respeto igualmente.