junio 07, 2019

# Relato realista

El secreto de Verónica (última parte)

pintura de la artista rusa Anna Razumovskaya
Los fines de semana Vero y Sandra solían pasarlos con la familia de esta última, por esa razón, dejaban supuestamente cerrado el apartamento hasta su regreso, al lunes siguiente. No obstante, se empezaron a encontrar con desagradables «sorpresas» que aumentaban su desconcierto. Un día, una colilla debajo de un mueble o disimulada por la alfombra y el aparato de música encendido. Otro, un vaso usado mezclado con el resto, botellas de licores algo más vacías de lo normal. En otras ocasiones, desaparecían objetos y se notaban pequeñas variaciones en la decoración del salón. Finalmente se produjo el desbarajuste total y la evidencia de que alguien ajeno entraba furtivamente. Los indicios los hallaron cuando accedieron al cuarto principal, los libros y adornos de una de las estanterías de la pared aparecían esparcidos por el suelo de la habitación, se notaba que la habían desprendido con fuerza y para provocar cierto pánico.

Ellas en un primer momento y debido a otras prioridades que las acuciaban, no habían querido tenerlo en consideración, como para ponerse a indagar a fondo quien estaba violando de alguna forma, nada ortodoxa, su intimidad. Por otro lado, era muy probable que se tratara del conserje, ya que tenía en su poder la llave de todos y cada uno de los treinta y tantos pisos, de acuerdo con las cláusulas que figuraba en el reglamento de la comunidad vecinal, al fin y al cabo era el responsable de mantener a salvo de cualquier imprevisto todo el edificio. Quizás había subestimado la relación que mantenían al margen de lo considerado «normal», circunstancia habitual con la que solían enfrentarse a diario, por lo que se imaginaron, que podía tratarse de pura intolerancia. De modo que prefirieron no darle mucha importancia, hasta que aquella tarde soleada, cuando terminaban de regresar de viaje, se quedaron estupefactas al comprender que se trataba de algo mucho más serio. En consecuencia, tomaron cartas en el asunto y diseñaron un «plan de caza» efectivo.

Acordaron con la familia de Sandra, quedarse aquel fin de semana, aunque prefirieron no darles los motivos concretos para evitar alarmarles. Estaban convencidas de su valentía a la hora de afrontar las circunstancias y dar con esa persona concreta que las estaba acosando de aquella manera.

Como cada viernes, después de comer, bajaron al garaje para salir con el coche, sin cambiar nada de lo habitual y con la intención de no levantar sospechas se lanzaron por la carretera hasta el acceso a la autovía. Luego cambiaron de dirección en el primer desvío y regresaron nuevamente, aunque procuraron aparcar el vehículo en un parking vigilado y algo lejos de su domicilio.
Tratando de esconder sus rostros bajo la capucha del chándal y situadas detrás de los muros de otro bloque vecino con excelente visibilidad para controlar a quienes se acercaban al portal del edificio, permanecieron en actitud vigilante ayudándose de unos prismáticos que les facilitaba verlo todo más de cerca.
Pasaban las horas sin novedad digna de mención, hasta que unas siluetas a lo lejos descendiendo de un coche, despertaron los recelos en Verónica, aconsejándole a Susana se preparase para seguirlos con sumo cuidado. El enfoque preciso de los prismáticos la había puesto en alerta y su compañera le preguntaba con inquietud si era alguien conocido, pero no obtenía respuesta.

Haciéndole toda clase de signos gestuales, Vero consiguió hacerse entender por su acompañante, que respondía como podía también con mímica. Su respiración se fue alterando a medida que subían por las escaleras, pendientes siempre de no hacer ruido, ya que a aquellas horas todo permanecía en silencio. Felizmente llegaron al noveno piso. Ahí tomaron aliento y con sumo cuidado pisando casi de puntillas se tumbaron al suelo para escuchar por debajo de la puerta. Estaba claro y debían actuar cuanto antes.

Vero aprovechó que se empezaba a oír música para girar su llave dentro del bombín de la cerradura y entrar en casa.

La luz de la lámpara del salón estaba luciendo pero aunque la puerta se hallaba abierta, nadie se había percatado aún de su presencia ni tampoco de la de Sandra.

—¡Gustavo! ¿Me puedes decir el motivo por el cual has invadido mi intimidad?... ¿Qué pinta también tu hermano en todo esto?... ¡Os voy a denunciar por asalto a mi domicilio! ¡Largo de aquí y no pongáis más los pies!

—Siempre tan modosita y mira ahora dándonos voces igual que una energúmena. Parece mentira que te haya aguantado tantos años y aún siga enamorado de ti. Serénate y explícame de dónde sacaste a esta tía, porque ¿de qué coño vas ahora con ella?, ¿se te cruzaron los cables o es que sigues necesitando ayuda del psiquiatra? ... ¡Oye, tú, como quiera que te llames, no sabes con quien te la estás jugando! Vero está enferma y necesita apoyo médico para controlar sus repentinos cambios de personalidad. ¿Por qué te crees que estoy aquí con mi hermano?... Seguro que no te ha contado que estuvo ingresada en un centro de enfermos mentales al romper con su primera relación y luego conmigo volvió a recaer, viéndome obligado a hospitalizarla. Debería haber roto con ella, pero fue justo al contrario, debido a lo cual asumí las consecuencias y me retiré discretamente. Apuesto a que nunca te ha hablado de ello ¿verdad? —finalizó su discurso observándolas minuciosamente, sus rostros, sus movimientos, ¡todo!

—Vero se acomodó en uno de los sillones, mientras Sandra no dejaba de asombrarle todo cuánto estaba sucediendo sin darle crédito, hasta que el hermano de Gustavo le conminó a revisar el interior de la mochila inseparable de su pareja.

—Explícame el significado de este tubo de pastillas, Vero ¿por qué nunca me has contado nada de todo lo que te ocurría, es que no tenías confianza conmigo?... ¡No me lo puedo creer! ¡Pensé que eras sincera y me siento utilizada! —acabó exclamando entre lágrimas.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

 

12 comentarios:

  1. Querida Estrella, todo un golpe de efecto con este inesperado desenlace. Aquí nada es como al principio apuntaba ser, un novio despechado por no conseguir que su rota relación con Vero volviera a su cauce, ninguna de sus tretas fue efectiva...En este final ha resultado un novio preocupado por la salud mental de su ex, la cual no ha contado nada de su "trastorno" a su nueva compañera. Amiga querida, espectacular el modo en que has sabido mantener la intriga y estar pendiente hasta el final. Enhorabuena querida Estrella por tu genial inspiración y tus grandes dotes como "maga del suspense".
    Te dejo miles y miles de besos y abrazos con todo mi cariño y admiración.
    Que tengas un genial fin de semana, bello Ser!!!

    P.D. Me ha sabido a poco y con dudas sobre si es cierto lo que cuenta Gustavo sobre Vero...eso podría verse en una continuación, ¿no crees?

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  2. Intrigante, mi querida amiga... muy bien narrado con el suspense justo. Te felicito, preciosa. Lo he disfrutado mucho.

    Mil besitos con cariño y feliz día ❤️

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  3. Vaya, no todo es lo que parece. Aún así, por muy loquita que esté la pobre Vero, no tiene derecho Gustavo a meterse en su vida. estos hombres siempre jugando a ser redentores.
    Un beso.

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  4. Un final impactante, Estrella. Aunque sigo pensando que ninguna expareja tiene derecho a entrometerse en la vida de la otra persona una vez finalizada la relación. Por desgracia, y muchas veces envuelta en un halo de buenas intenciones, nos encontramos a diario en los medios con situaciones parecidas. Nadie, y digo nadie, y bajo ninguna circunstancia tiene derecho a acosar a otra y, mucho menos, a invadir su intimidad.
    Un fuerte abrazo, amiga. Y feliz fin de semana.

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  5. Me parece que a Gustavo también se le había "aflojado un tornillo", como decimos por aquí. Lo que hace que la acose tanto no es amor, sino una obsesión enfermiza.
    Muy bien resuelto el desenlace y la tensión de la trama. Quien realmente queda anonadada es Sandra, que se entera de la verdad de la peor de las maneras.
    Me gustó mucho, Estrella.
    Un abrazo grandote.

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  6. Hola, Estrella :)

    He leído las dos partes de tu relato de una sola vez; es lo único bueno de llegar un poco tarde, ¡no he tenido que esperar para conocer el desenlace!

    Me ha gustado mucho la historia por varios motivos. Uno es que está muy bien escrita, otro que es fácil identificarse con alguno de los personajes ya que se trata de un argumento cotidiano y tres que has conseguido mantener mi interés hasta el final, pendiente de cada renglón.

    Las parejas se forman y rompen continuamente, es algo que parece normal por la frecuencia con la que sucede pero que puede ser un auténtico trauma. En tu relato pensamos que es Gustavo el que no lo acepta, el que tiene un problema para continuar adelante y, sin embargo, es ella. Ha rehecho su vida, estaba en su perfecto derecho de hacerlo con quien prefiriera, pero sin cimentar la relación en la confianza.

    De todos modos tengo mis dudas sobre si Gustavo estaba preocupado por ella y su nueva pareja, dada las circunstancias, o simplemente celoso y con ganas de fastidiar. En cualquier caso lo último es meterse sin permiso en casa ajena y espero que Vero y Sandra tomen medidas.

    ¡¡Un beso grande y feliz tarde de sábado!!

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  7. Vaya parecía al principio que se trataba de un ladrón, y luego resulta que es el exnovio, y encima a su pareja actual no le había dicho la verdad.
    Me has hecho seguir el relato desde el principio hasta el final, y me ha encantado como lo has ido desarrollando la trama, hasta ese final que no me esperaba para nada.
    Un beso y no será la última que te lea.

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  8. Mi estimada Estrella, las sensaciones florencen en un sutil estilo lleno de ese toque de suspense que deja en el hilo los sentires. Cómo disfruto de tus letras amiga, un placer siempre pasar por aquí y caminar por ellas, un bálsamo para el alma.

    Besitos de luz y muchos cariños preciosa!!

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  9. ¡Secreto desvelado! Ya barruntaba en la primera parte que había algo oculto en Verónica. Y resulta uno de los mayores secretos, como es la mente humana. No hay nada como el hogar para generar suspense. Simboliza nuestro nido, el lugar en el que estamos seguros. Cualquier intromisión desconocida genera en el protagonista, y por extensión en el lector, un irresistible deseo de conocer la naturaleza de esa violación de la intimidad. En este fantástico relato, la revelación de un secreto que seguro cambiará la vida de ambas mujeres.
    Una lectura atrapante, sin duda. Un abrazo, Estrella!!

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  10. Yo también he preferido leer las dos entregas de un tirón, así me evitaba tener que comentar la primera un poco a la ligera, al desconocer el desenlace, jajaja.
    Este relato bien podría calificarse como un thriller psicológico, con ese suspense por saber qué había detrás del comportamiento del ex de Vero. Desde luego me ha asombrado el desenlace, aunque pienso que Gustavo obró de forma muy desleal e injusta, por no decir como un delincuente asalta-domicilios. El hecho de que Vero tenga algún trastorno psíquico, no quita que tenga derecho a ser feliz con una nueva pareja, si bien ocultar a Sandra que toma una medicación no es, por su parte, muy ético. En una relación de pareja debe primar la sinceridad. Pero, por otra parte, bien pordria ser que Gustavo le hubiera puesto el pastillero en la mochila de su ex para ponerla en un aprieto y fastidiar su nueva relación. A ese tío yo le veo capaz de todo, jeje.
    Un abrazo.

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  11. Quiero daros las gracias por vuestras atentas muestras de cariño y atención con la lectura, queridos compañeros y seguidores:
    MARINA - AURORATRIS - ROSA BERROS CANURIA - EL MUNDO CON ELLA - CARMEN SILZA - MIRELLA S. - JULIA C. CAMBIL - TERE - ROSANA MARTÍ - DAVID RUBIO SÁNCHEZ - JOSEP Mª PANADÉS

    Os dejo un abrazo con cariño para cada uno y os deseo un buen estreno de la semana.

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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.