Fotomontaje de Estrella Amaranto |
Cierta noche que me hallaba rebuscando un antiguo dossier entre los archivos del despacho del jefe de la comisaría, me pareció escuchar un leve ruido que me distrajo por algunos momentos.
Ya habían dado las doce en el reloj del ayuntamiento cuando, por segunda vez, percibí con total claridad un estornudo. Sin embargo, en esta ocasión me percaté de que no era propio de ningún humano sino de algún astuto felino, pues no me resultó complicado descubrir su escondite detrás de una fila de estanterías. Lo sostuve en los brazos unos segundos hasta que, estremecida de espanto, lo dejé caer al suelo. Acababa de distinguir encima de uno de los inclinados estantes un vaso de cristal casi cubierto de agua con dos globos oculares flotando en medio.
Dicha visión me produjo tal impacto que me vi sometida inconscientemente a una sesión de hipnosis donde un tal Ambrosio de Pérgamo me mostró la figura de espaldas de un hombre intentando esconder un cadáver dentro de un ropero, pero que al final huía sin lograrlo.
Un calambre me recorrió de arriba abajo la espalda justo en el instante de escuchar una inquietante voz de ultratumba clamando justicia. Aunque para ser más exacta, dicho sonido se componía de discordancias o cacofonías procedentes del mismo vaso.
Sin poder aguantar más tiempo aquel inaudito acontecimiento, salí despavorida dejando a un lado mis pesquisas, así como algunos documentos que ya había recopilado.
Cuando me desperté por la mañana, recordé lo que me había sucedido la noche anterior, y antes de volver a la comisaría llamé por teléfono al inspector con el fin de preguntarle acerca del insólito vaso de agua. Pero para mi sorpresa me respondió:
— Fui yo quien le hice saltar los ojos con mi cortaplumas. De modo que no se asuste la próxima vez que vaya a mi despacho y la esté esperando para demostrárselo.
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Intrigante y con un final sorpresivo. Me he quedado con ganas de más, mi querida amiga. Este tipo de historias son atrapantes Desde el inicio... De repente he visto a Bogar. Me ha encantado leerte.
ResponderEliminarMil besitos con todo mi cariño y feliz inicio de semana ❤️
Final inquietante,... especialmente para los subordinados curiosos del señor comisario...
ResponderEliminar¡Sorprendente final! Muy bueno. Ese inspector y su destreza con el cortaplumas dan para una saga de terror.
ResponderEliminarBravo, Estrella👏🏼
Inquietante historia y más inquietante final.
ResponderEliminarBesos, Estrella
Si es que ni de la policía te puedes fiar ya...
ResponderEliminar:) besos
Un final sorprendente. Me da miedo nomas de imaginar. Un gusto leerte Estrella. Saludos amiga.
ResponderEliminarMe gusta el final, me dejas con ganas de más.
ResponderEliminarSaludos:-)
Unica como escritora Y tu lo sabes.Tienes un estilo especial corto y maravilloso Escribir asi no es fácil Brindo por vos muchacha de los ojos bellos
ResponderEliminarUn relato con escalofrío incluido, en el que no se sospecha ese final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya con el señor comisario. A veces uno no sabe con quién trabaja, y a veces más vale no saberlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Madre mía no quiero tener cerca a ese comisario.
ResponderEliminarMuy buen relato Estrella, breve y muy completo.
Feliz martes.
Inquietante relato, con un final del todo inesperado.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando voy por la calle y veo un coche de policía, me da seguridad, pero es cierto que otras veces esa seguridad se vuelve recelo.
ResponderEliminarBuen relato Estrella y ese final es la guinda del pastel.
Feliz martes amiga.
Un beso
Un relato de lo más escalofriante querida Estrella, no puedo dejar de pensar en el contenido de ese vaso...La verdad es que se me ha hecho corto, siempre nos sorprendes con tus sorpresivos desenlaces y es todo un aliciente mantener ese suspense. La famosa música de Psicosis no puede ser más acertada en esta historia digna del mago del suspense. Enhorabuena, guapísima tus dotes como escritora son ilimitados, cada escrito es un regalo que nos haces.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso a ese maravilloso y bello Ser que te habita y un cargamento repleto de besos galácticos!!!!
Viendo el logo del maestro Hitchcock tras leer tu relato, he recordado su serie de televisión de historias autoconclusivas. Seguro que en la introducción que solía hacer hubiera aparecido con una carta y un cortaplumas, je, je, je...
ResponderEliminarBueno, una historia que pienso que puede desarrollarse un poco más. El inspector me parece de un cinismo asombroso al reconocer su acto. Eso es ser un psicópata en toda regla y además seguro de su inmunidad. La vida de la protagonista después de esa llamada me la imagino terrible, teniendo que convivir con él debiendo guardar silencio por el miedo a ser asesinada y... Bueno, ya me estoy lanzando por los caminos de la imaginación.
Un buen relato, pero sobre todo, creo que es un gran punto de partida para que una historia potente. Un fuerte abrazo, Estrella!!
¡Qué mal rollo, Estrella cuando realidad y ficción se confunden!
ResponderEliminarYa sabes que yo soy una cagueta, así que nada más de pensar que uno de mis sueños tenga un reflejo en la realidad, me muero de espanto.
Eres única para crear escenarios y tramas ¡Menuda imaginación!
Un besazo. Te deseo una feliz semana.
Con todo el material con que das inicio al relato tenés para extenderlo y provocar aún más inquietud en el lector. Me quedé con ganas de saber sobre el muerto, el tal Ambrosio y si había alguna razón oculta para que el inspector lo matara o lo hizo de puro psicópata.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Estrella.
Mejor que la comisario no te hiciera tal demostración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Escalofriante historia, pero para suavizarla ¿ser ojos de cristal? jajaja. se me ocurrió porque en mi trabajo un anciano tenía un ojo de cristal y se lo quitaba por la noche y lo ponía en un vaso. Un abrazo.
ResponderEliminarCorrijo un error en la pregunta.¿Podría ser ojos de cristal?
EliminarI am fright! I am curious about the Commissioner, Estrella.
ResponderEliminarHave a great day!
Vaya Estrella qué escalofríos produce ese comisario.
ResponderEliminarRealidad o ficción, desde luego en ambos casos te llenas de dudas. Desde luego la historia se te queda corta, llena de preguntas sin responder y que cada lector debemos llenar con nuestra imaginación.
Desde luego el maestro del suspense creo que estaría de acuerdo en que lo has hecho genial.
Besos
Un relato que engancha desde la primera letras hasta el final, son las lecturas que más me gustan...¿podrías continuar con ella? tiene juego, el suspense conjuntamente con el misterio o el terror son géneros muy difíciles de lograr, (TÚ) lo has bordado, te felicito estimada amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y cariño siempre para ti.
Un relato escalofriante con un final inesperado. Logras crear tensión con pocas palabras. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Si que has conseguido darle un toque escalofriante a tu relato. Pero el final es lo más. Me ha encantado, como siempre genial :)
ResponderEliminarNo creo que quiera ninguna otra demostración y tampoco vuelva a su despacho, qué miedo, Estrella. Se te ponen los pelos de punta, :O Un final que no esperas, y que te deja con un escalofrío.
ResponderEliminarUn beso enorme, y feliz fin de semana.
Estrella y Hitchcok un solo 💜
ResponderEliminarTras leer vuestros siempre valiosos y amables comentarios, deseo manifestaros mi agradecimiento por la atención lectora, aunque comprendo, que este género de terror y suspense, no forma parte de vuestras preferencias, bueno ya sabéis que las estadísticas no engañan y eso es fácil de deducir, por este motivo suelo intercambiar géneros y textos de distinta temática, pues nunca llueve a gusto de todos.. je,je,je
ResponderEliminarReconozco que me sorprende bastante vuestras numerosas sugerencias para que continúe el argumento de esta historia, ya que como antes os he comentado con toda franqueza, las estadísticas no me demuestran vuestro interés, al contrario, parece que habéis preferido otro tipo de entradas que ya os he compartido, por lo que prefiero dejarlo tal como está.
Ya sé que aquí en Internet existe la tendencia tan engañosa del elogio y confieso mi culpa, pues soy la primera en intercambiar buenas vibraciones y agradecer el esfuerzo del autor o autora del post. Por consiguiente permitirme el derecho de manifestaros mis impresiones con naturalidad y sin señalar a nadie en concreto.
Bueno, mis estimados colegas escritores y escritoras, lo mejor de todo ha sido contar con vuestra fiel presencia y con esto ya me doy por muy satisfecha. Supongo que la siguiente entrada de índole reflexiva, se acomodará mejor a vuestras preferencias y os guste más.
Finalmente os expreso mi gratitud personalmente a quienes me habéis regalado vuestra impronta rodeada de elogios y opiniones coincidentes:
AURORATRIS - EL BAILE DE NORTE - GALILEA - ALÍS - LAURA - SANDRA FIGUEROA - LEBASI LEBAM - RECOMENZAR - FRANCISCO MOROZ - JOSEP Mª PENEDÉS - MARIGEM - ROSA BERROS CANURIA - CARMEN SILZA - MARINA - DAVID RUBIO SÁNCHEZ - EL MUNDO CON ELLA - MIRELLA S. - LAURA M. - MAMEM PIRIZ GARCÍA - EVI ERLINDA - CONXITA C. - ROSANA MARTÍ - M.A. ÁLVAREZ - PEPA - IRENE F. GARZA Y BUHOEVANESCENTE
Os dejo para cada uno, un abrazo con cariño y mis mejores deseos para que sigáis disfrutando del domingo y de este puente del Pilar. ¡Feliz inicio de semana lleno de agradables sorpresas e inspiración!
Estrella tu relato me recuerda un refrán popular que dice así:
ResponderEliminar"Enriqueta, donde no te llamen, no te metas", lo cierto es que el miedo tiene cara de terror, y cuando hacemos cosas a hurtadillas, lo que no vemos lo imaginamos, y para esos entrometidos no hay mejor cura que el sarcasmo.
He seguido la corriente de tu relato del lado jocoso, pues los detalles (el gato, el vaso con ojos, la voz, la salida despavorida)... Para luego irse a dormir tranquilamente y al despertar hacer esa impertinente llamada, no me dejan otra opción, ja, ja.
Me hiciste recordar más bien esas sátiras a las peliculas de terror y disfruté la lectura.
Que pases bien la semana querida.