Este relato participa en el concurso de Relatos "LOL I" de El Círculo de Escritores.
El día que Argimiro se quedó por fin solo en casa, debido al viaje que su mujer tuvo que realizar por motivos laborales, se frotó las manos pensando:
"Me libraré unos días de las cantinelas y reproches que mi caricuchi me endilga durante el desayuno, para que llegue al trabajo hecho un basilisco; que si el peque tiene un sarpullido por comer las galletas del dálmata o la niña ya ha empezado a menstruar, que mi nuera se ha vuelto a quedar embarazada y no tiene subsidio o que su madre le dice que soy infiel. ¡Qué manía me tiene esa tunanta ! ¡Y qué decir de doña Gertrudis apostada en el balcón inspeccionando con unos prismáticos a los vecinos que entran y salen del edificio".
Quería celebrarlo descorchando un exquisito caldo de Cabernet Sauvignon St. Helena 2007, fumarse un habano, irse con su mejor amigo de juerga y andar desnudo en casa, que le subía el nivel de endorfinas y otras cosas. También podría encestar la ropa al desvestirse en el sillón, dejar escapar los pedos que le viniera en gana o ver películas porno.
En esas estaba y como dios le trajo al mundo, cuando llamaron al timbre de la puerta. Dudó si abrir o no, aunque al escuchar la voz de doña Gertrudis notó que le temblaban las piernas y solo acertó a decirle que esperase un momento, pero la mujer parecía agobiada e insistió llamando de nuevo, lo cual aumentó sus pulsaciones por minuto:
—Argimiro, ayúdeme por favor, siento como una punzada en el pecho.
—Argimiro, ayúdeme por favor, siento como una punzada en el pecho.
Escuchó un golpe seco y la voz de la mujer pareció extinguirse por completo.
—¿Qué puedo hacer? —pensó, si estoy desnudo y ella padece del corazón.
—¡Abra la puerta don Argimiro! ¡Soy el vecino del tercero! ¡Necesito ayuda para levantarla y llevarla a urgencias!.
—Si, claro, espere un momento.
—¿Cómo se le ocurre tener esa cachaza? con lo atenta que es doña Gertrudis. Déjese de chuflas y abra inmediatamente, se lo ordeno como agente de la autoridad. —le dijo el subteniente Ramírez, que impaciente ante su demora pegó una fuerte patada a la puerta hasta lograr abrirla.
—¿Qué puedo hacer? —pensó, si estoy desnudo y ella padece del corazón.
—¡Abra la puerta don Argimiro! ¡Soy el vecino del tercero! ¡Necesito ayuda para levantarla y llevarla a urgencias!.
—Si, claro, espere un momento.
—¿Cómo se le ocurre tener esa cachaza? con lo atenta que es doña Gertrudis. Déjese de chuflas y abra inmediatamente, se lo ordeno como agente de la autoridad. —le dijo el subteniente Ramírez, que impaciente ante su demora pegó una fuerte patada a la puerta hasta lograr abrirla.
El cuadro era patético, doña Gertrudis estaba en el suelo completamente pálida. Ramírez sujetaba un abanico que le dio otra vecina recostada en el suelo tratando de auxiliarla. Cuatro vecinas que acudieron con una jarra con agua y un vaso a rebosar, por si hacía falta. Otras tres personas más, que aparecieron cuando nadie las llamaba, pero que casualmente pasaban por el rellano y escucharon el estruendo de la puerta; don Argimiro exhibiendo sus vergüenzas, atónito y sin emitir palabra, lo cual desconcertó a la vecina que tenía la jarra y acabó derramando su contenido encima de las tres personas que estaban delante sin perderse nada de lo que pasaba, debido a lo cual empezaron a emitir tal griterío que el subteniente se vio obligado a sacar un pañuelo que llevaba en el bolsillo y secarles la cara, suficiente excusa para que "distraídamente" resbalase las manos por el contorno de sus senos disimulándolo luego entre carraspeos, como si nada hubiera pasado. Ellas emocionadas por su "galantería" no le dieron importancia, al contrario, les había estimulado cierta necesidad física que tenían anestesiada desde hacía tiempo.
—¡Tápese que hay señoras delante! —exclamó el subteniente exaltado— lo que motivó que la mujer con el abanico en la mano le diera en los ojos a la que estaba de rodillas junto a doña Gertrudis, cayéndose encima de ella, circunstancia propicia para reanimarla.
—¡Qué bien armado anda usted, menudo instrumento! ¡Hágame suya, don Argimiro! —suplicó doña Gertrudis, fuera de si.
Medalla de BRONCE en este concurso |
Jajajajaja un buen relato para sonreír en esta noche de viernes.
ResponderEliminarMis felicitaciones y...suerte!!!querida amiga, mucha M.
Besos, Estrella.
Me he reido mucho jajaja, Un relato muy ingenioso como se de un tebeo se tratara. Suerte en el concurso Estrella. Un abrazo
ResponderEliminarJajajaja, Estrella, al final la tentación vive en el piso de al lado. Muy divertido. Una mezcla entre bodevil y sainete. ¡Enhorabuena y suerte!
ResponderEliminarJajajajajaja
ResponderEliminarBuenísimo Estrella. Aunque ya sabes que tus relatos me gustan mucho.
Espero que tengas mucha suerte y que don Argimiro, al fin, pudiera seguir disfrutando de sus días de soledad sin su mujer y... sin tanto incordio.
Un beso
Jajaja qué escenita!!! Muy bueno Estella. Un abrazo
ResponderEliminarjajajajaja, vaya que me he reído Estrella. ¡Gracias! Es fantástico para comenzar el relax del fin de semana. ¡Suerte en el concurso!
ResponderEliminarUn abrazo grande para ti.
jajajajaja... Lo que más me gustó fue imaginarme el patético cuadro cuando se abrió la puerta. Me ha arrancado una sonrisa sí que sí.
ResponderEliminarAbrazos!!
Muy divertido, te felicito!
ResponderEliminarVaya con Doña Gertrudis, no se sabe nunca con esto de los vecinos...
ResponderEliminarMenudo papelón.
Mucha suerte en el concurso.
Saludos
Jajajaja...que bueno, eres genial Estrella, de nueve me haces reir, que buen relato, mi felicitación mestra.
ResponderEliminarMuuuuacckkk.
Feliz din de semana, que lo disfrutes Estrella.
ResponderEliminarMe has hecho sonreír, Estrella.
ResponderEliminarArgimiro no obtuvo la paz que deseaba, pero recibió un gran cumplido.
Una escena y un ritmo muy bien logrados.
Abrazo!
Muy bueno, Estrella. Al final, será como dicen algunos, que el reprimir las ganas de hacer cosas enferma, y el hacerlas, cura, ja,ja!
ResponderEliminarUn beso y suerte!
Fer
Hola. ¡Vaya lío que se montó! Muy divertido. Un saludo.
ResponderEliminarA doña gertru no le han hecho falta los prismáticos para ver el armamento pesado del vecino.
ResponderEliminarJa.ja la ausencia de la consorte le ha hecho descubrir al Argimiro una cantera e posibilidades.
Muy bueno y divertido
Abrazo.
This story should bring you a prize, Star.
ResponderEliminarVaya con Argimiro!! Se las prometia muy feliz, cuando se quedó de "Rodriguez"... Pero vamos, que tal y como nos sucede en nuestro día a día, que en una milésima de segundo nuestro castillo de naipes se derrumba, y se convierte en el Camarote de los Hermanos Marx!!
ResponderEliminarMuy diverido tu relato Estrella! Suerte!!
Abrazos!!
Jajajaja, pues vaya con Doña Gertrudis!!!!!
ResponderEliminarUn besito y mucha suerte.
Me lo he pasado pipa leyendo tu relato, mi querida Estrella.
ResponderEliminarTe deseo toda la suerte del mundo.
Muchos besos y abrazos.
Jajajajaja pobre Argimiro aunque mirándolo bien dejó un buen sabor de boca en el vecindario .
ResponderEliminarMuchos besos Estrela y mucha suerte!!
Situación cómica en "una comunidad de necesitados" jajaja Si yo fuera Argimiro también pondría a descorchar una botella de cava cuando se ausenta la socia un ratito. Felicidades Estrella y suerte. Un saludo
ResponderEliminar¡Vaya historia de escalera, Estrella! Sí es que hay algunas comunidades que se las traen. Al menos, en la tuya, algunas se ponen las botas.
ResponderEliminarUn abrazote y suerte en el concurso.
Ja, ja, ja, ¡Que bueno! Una escena super-cómica, ¡no me extraña que sea un día inolvidable! (:
ResponderEliminarMuy fluido, Estrella Amaranto, ¡lo leí del tirón! Un placer, amiga. Abrazo y buen fin de semana.
Pobre hombre. ¡Qué forma de destrozarle a uno un plan en su propia casa!
ResponderEliminarFelicidades por tan merecido premio. Un saludo.
Quiero agradeceros a todos los compañeros bloguer y amigos de letras, vuestros comentarios, que por supuesto leo, pero que ya me es del todo imposible responder, pues no solamente tengo este blog y perfil, sino otros dos más, junto a una comunidad de la que soy propietaria: SALIENDO DE LA MATRIX
ResponderEliminarhttps://plus.google.com/communities/108277454160869878025
donde quedáis invitados a promocionar vuestros blogs y compartir vuestras entradas.
¡Abrazos!
Muchas gracias por tomaros vuestro tiempo en leer mi publicación y comentar después:
ResponderEliminarYayone Guereta - María del Carmen Píriz - Fernando M - El mundo con ella - Mirna Gennaro - Viviana Lizana - Diana Pinedo Ortega - El Baile de Norte - Conxita Casmitjana - Carmen Silza - Federico Rivolta - María PAZ - Luy Albertos - Francisco Moroz - Paula Koval - Gema Avefénix - Marigem Saldelapuro - Dunia Arrocha Hernández - Fantasía Y Realidad - Elena Larruy - Sue- - elpoetaartesano Carlos - Bruno Aguilar
hola! llegamos casi ultimas!!!!buenisimo relato con mucha chispa.no se que mas decirte con tantisimos y tan buenos comentarios, sigue regalándonos sonrisas y carcajadas. abrazobuho.
ResponderEliminarMuchas gracias por llegar, no importa si con retraso, os lo agradezco igualmente. Me alegro que hayáis pasado un buen rato leyéndolo.
ResponderEliminar¡Abrazos!