junio 08, 2020

# Relato de misterio

Hay cosas que no tienen explicación


Queridos amigos y seguidores: 
     Con mis mejores deseos de que sigáis despiertos ante tanta desinformación y vuestras vidas logren superar las difíciles circunstancias en las que estamos, como resultado de la pésima gestión política de la pandemia y la económica que está arruinando España, debido a que nuestros gobernantes están empeñados en hacernos partícipes de tan convulso destino y al que personalmente renuncio, puesto que no participo de sus corruptelas ni de sus puertas giratorias para imponernos una república bolivariana, donde nuestras libertades y valores humanos quieren destruir los que obedecen las órdenes del Nuevo Orden Mundial, algo que debemos evitar a toda costa. Por lo que aprovecho esta oportunidad para informaros de que ya se ha programado una manifestación en Madrid para el próximo 13 de junio a las 20:20 en La Plaza de Callao


    Espero que hayáis disfrutado de un tranquilo y agradable fin de semana, tal vez en la playa o rodeados de la belleza natural de vuestros entornos. Yo preferí frecuentar las terrazas de algunos restaurantes y cafeterías para compartir un rato de ocio y compañía con amigos para contribuir a mejorar la economía de tantas familias del gremio de la hostelería.

     Seguidamente os invito a la lectura de esta misteriosa historia, que he escrito explorando esos territorios de lo menos conocido y asombroso o de lo que habitualmente no tiene ninguna explicación.
Muchas gracias nuevamente por tomaros la molestia de hacerme sugerencias para mejorar mi historia o sencillamente por acompañarme otra semana más. ¡Nos seguimos leyendo!


     Durante el transcurso de la mañana cuando estaba un poco ida entre pensamientos, sonó varias veces el tono del móvil, al descolgar escuché la voz de una mujer que en un principio no me recordaba a ninguno de mis contactos, por lo que la pregunté de qué me conocía o si quizás se había equivocado de número. 
     Ella insistió en que ya nos habíamos relacionado, era la madre de Álvaro, mi colega de los tiempos de la universidad y amigo del novio de mi hermana. Enseguida caí en la cuenta de que era Mavi quien me hacía la llamada, hablaba muy deprisa como si los nervios la impidieran explicarse. Su lenguaje era todo un despropósito, por lo que no me hizo falta poner a prueba mi profesión de psicoterapeuta para deducir que sufría de un repentino ataque de ansiedad. Le prometí que me pasaría por su casa lo antes posible.

     Cuando acudí a su domicilio, Mavi me dijo que se hallaba bastante preocupada a consecuencia del último episodio de sobredosis por parte de su hijo Álvaro, después de la fuerte depresión tras el fallecimiento de su esposa e hijos en un grave accidente aéreo ocurrido dos años atrás.
     Me vino a la memoria la imagen de la boda de Álvaro y Julia, con los ojos brillantes y amplias sonrisas contagiosas tras el primer brindis, cuando ya habíamos pasado al salón. No me cabía duda del lacerante impacto que le produjo ver desmoronarse su futuro al lado de la única chica que le había fascinado en el primer cruce de miradas. ¡Infinidad de veces me lo contó!... Él era como el hermano que nunca tuve, el mejor amigo y al que siempre le confesaba mis secretos.                
     Tan pronto me enteré de lo del accidente corrí a consolarle, a pesar de tener la convicción de que no le sería nada sencillo evitar hundirse en el fango. A partir de ahí, se cargó un pesado baúl a la espalda que le impedía avanzar sin tropezarse a cada paso, aunque su cuerpo se volvía más delgado. 
     Enseguida le despidieron del trabajo, no obstante, su madre se empeñaba en hacerle volver con ella, pero jamás aceptó, dado que prefería sobrevivir en su propio domicilio coqueteando con la adicción a las drogas.

     Mavi constreñida por las zarpas del miedo y arrastrada a través del contínuo torrente de la ansiedad que la corroía las entrañas, me pidió de rodillas, que intentase hacerle entrar en razón para que regresara con ella. Noté como me temblaban las piernas mientras la escuchaba y una bocanada de calor me subió hasta la cabeza, preguntándome «¿qué podía hacer a fin de convencerla de lo lejos que estaba de la realidad?». No obstante, le aseguré que lo iba a intentar.

     Dejé pasar unos días hasta encontrarme más animada para afrontar aquella visita, que sin duda me había empezado a inquietar, por lo que no podía concentrarme en la rutina laboral, temiendo que aquel encuentro pudiera interferir en la quietud de mi vida.
     Pulsé varias veces en el botón del videoportero sin obtener respuesta, mas al girarme sobre mis pasos escuché el sistema de apertura y empujé el portón para acceder al interior. Subí en el ascensor hasta el duodécimo piso y en el rellano de la escalera vi abierta la puerta del apartamento.

     Al adentrarme en el pasillo, me llamó la atención que tuviera todas las ventanas despejadas y las persianas alzadas por completo, con lo que las habitaciones lucían radiantes. Me chocó que en el cuarto de los niños siguieran tirados los juguetes por el suelo, las puertas del armario entornadas y un cuento abierto sobre la cama...
     Entonces escuché la voz de Álvaro que me estaba llamando desde el salón e iniciamos la charla.

     —¡No has cambiado, Débora! Hacía tiempo que no nos veíamos ¿verdad? Lo entiendo... No me esperabas así, seguro que mi madre te alarmaría con sus pesadumbres, pero ya me ves, estoy perfectamente —me insinuó abordándome con un abrazo que me estremeció de frío sintiendo como me hundía en su cuerpo, que parecía romperse entre mis brazos. Observé que miraba de reojo hacia ambos lados de la estancia, aunque no contemplé nada raro.
     —Tu madre me dijo que sufriste hace poco una sobredosis, pero te encuentro muy recuperado y me alegro mucho.
     —Ya lo ves, estoy mejor que nunca y me agrada mucho que estés ahora aquí conmigo. ¿Cuánto hace que nos vimos por última vez? ¿quince años? Te encuentro algo cambiada, pero tu timidez sigue intacta —añadió a su discurso sin inmutarse.
      —Me conoces, no puedo ser de otra manera. Tú, en cambio, eres un descarado. No sabes la alegría que me hace estar de nuevo juntos y viéndote tan feliz, me parece mentira que hayas tenido esa racaída o ¿no será que intentas ocultarme algo con la intención de evitar que tu madre se preocupe y desista en convencerte para que vuelvas a vivir con ella? —Mi pregunta no le gustó demasiado, por lo que traté de cambiar el tono de la charla, interesándome por las novedades en su vida.
     —¿Te apetece tomar algo? —cortó de repente el hilo de la conversación.
     —Un té con limón y miel —contesté sin titubear.
     —¡Ven, sígueme hasta la cocina!

       En el fregadero había tres tazas ovaladas con dibujos de personajes de Disney y restos de chocolate en sus bordes; sobre la mesa vi otras dos medio llenas, que a simple vista me pareció café, al lado de cada una se encontraba un plato no muy grande con sendas tostadas con mermelada cortadas al bies. No hallaba sentido a todo aquello, «la gente hace cosas muy raras para no sufrir y a él le ha dado por montarse su película», me dije a mí misma.
     —¿Cómo sigue tu vida sentimental? ¿Continúas trabajando como psicoterapeuta? —me interpeló sirviéndome la taza de té.
     —Ahora vivo con un colega de mi profesión y trabajamos juntos en un centro psicoterapéutico —respondí tomando pequeños sorbos.
     —Seguro que no te habrás olvidado de aquella tarde cuando en lugar de asistir a la anodina conferencia del rector, nos fuimos al cine a ver Seven. Me convenciste para contemplar a tu ídolo Morgan Freeman y al guaperas de Brad Pitt. ¡Ja, ja, ja! —argumentó separando la barbilla y los labios ladeados esbozando su inconfundible sonrisa de pícaro, que me hizo retroceder años atrás.
     —¿Y tú no tomas nada?
     —¡No, discúlpame!

     Regresamos al salón y me quedé con la vista fija observándole. Estaba relajado, como si todo aquello que me había contado su madre jamás hubiese ocurrido, por lo que me veía fuera de lugar, pero me dejé llevar por la paz que me transmitía su presencia.
    Alargamos el tiempo enfrascados en una conversación interminable desde lo más transcendental hasta lo más trivial. A pesar de mi insistente empeño en mencionarle a Julia y a los peques, me fue imposible satisfacer mi curiosidad, puesto que él con gran habilidad me conducía a otra cuestión, eludiendo contestarme, por lo que no me atreví a resultarle impertinente.

     Consulté el móvil y me incorporé para despedirme, pero algo me decía que no era normal lo que estaba ocurriendo, aunque no terminada de comprender el motivo.
     Vislumbré una pelota que tropezó con mis pies. Luego, a mi espalda creí escuchar un murmullo que se diluía, como risitas infantiles, que hasta ese instante no había dado crédito, pero que tras el desplazamiento espontáneo de la bola de cuero sintético comencé a atar cabos sin hallar explicación.
     Álvaro parecía estar dentro de mi mente, por lo que me aclaró que al permanecer abierta la ventana cualquier entrada de aire era la causante del movimiento del esférico.
     —Tranquilo, no pasa nada. Debo irme, ha sido una gozada esta reunión, ojalá no dejemos pasar tanto tiempo para la próxima vez. ¿Qué te parece si comemos juntos este fin de semana? mi pareja tiene previsto un viaje y estaré sola —concluí con la ilusión de un nuevo encuentro.
     —Este finde no podrá ser, mejor te llamo yo y quedamos otro día. ¡Te he echado mucho de menos! ¡Ha sido un placer! —acentuó su tono de voz, acompañado de un eco ensombrecido por una mirada vidriosa.
     —De acuerdo, ¡cuídate y llámame cuando me necesites!
     —¡Y tú igual! —me fijé en sus ojos de caramelo de menta completamente enturbiados, al mismo tiempo que notaba mi alma fragmentarse en diminutos cristales impidiéndome respirar.
     —No te preocupes. Todo está en orden y dentro de muy poco estaré mucho mejor. Por fin, he superado mi prueba y ya no tengo nada pendiente.

     Por la noche llamé a Mavi para ponerla al corriente de mi reunión con Álvaro. Procuré transmitirle mi extrañeza, pues no coincidía mi experiencia con la que ella me había trasladado cuando hablamos por teléfono. La tranquilicé en cuanto a su estado anímico, aunque por otra parte le hablé también de los extraños pormenores que percibí en la casa. Finalicé aconsejándola que fuera a visitarle al día siguiente.

      No me sentía capaz de dar ningún crédito a la nueva llamada de Mavi pretendiendo informarme de que había encontrado el cuerpo de su hijo tirado en el sofá y el forense le acaba de comunicar que llevaba varios días fallecido.
     Permanecí escéptica varios minutos, aunque trataba de mantener la atención al otro lado de la línea. Me pedía que fuera a hablar con el agente de policía para explicarle los detalles del encuentro con Álvaro, de modo que fui hasta allí.

     Al concluir mi testimonio y dado que era psicoterapeuta, confesé que me había sorprendido su inmejorable estado de ánimo; también relaté los extraños detalles que rodearon mi visita con la intervención de aquellos objetos que me resultaron sospechosos: las tazas infantiles en el fregadero o el desorden en el dormitorio de los niños. ¡Ah y la pelota que surgió de la nada para ir a parar a los pies!
     —¿Está segura de su declaración? señora Canales Gumar. ¡El dormitorio infantil no sufre ningún desbarajuste! Tampoco hemos encontrado ninguna pelota. Me parece que se encuentra en estado de shock emocional y sufre algún tipo de alucinación. Será mejor que se vaya a su casa y descanse.
    
     Al abrir la puerta de casa, noté un ruído en mi dormitorio. Alarmada quise llamar a la policía, pero algo en mi interior me tranquilizó e hizo que avanzase hacia mi habitación. 
     Miré a todos lados sin advertir nada extraño, hasta que sin explicación alguna advertí como la misteriosa pelota volvía a tropezar con mis pies.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

27 comentarios:

  1. Qué historia tan intrigante. En cuanto al gobierno, no nos va a dejar escapar fácilmente. Un beso

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  2. Mi querida amiga, te felicito, me has tenido en vilo desde el mismo inicio y ese final es espectácular, escalofriante. Todo el relato muestra una narrativa impoluta, fluida y que no deja al lector espacio para perder el hilo de la misma. Me ha encantado, preciosa, al igual que el tema elegido, me encanta este grupo.

    MIl besitos con mucho cariño para ti y muy feliz día ♥

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  3. ¡Qué magnífica historia! Me ha tenido atrapada de principio a fin, y el final desde luego ha sido sorprendente, inesperado. Me ha gustado mucho. Su lectura es fluida y muy buena. Felicidades, amiga.
    Un abrazo

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  4. Te felicito una vez más amiga Estrella por tenerme en vilo de principio a fin... y luego ese final inesperado para mi, ya que me había hecho mi propia película en la cabeza.
    Gracias por dejarme una vez más viajar con tus letras, eres única cielo.
    Te dejo mil besitos y un abrazo inmenso con todo mi cariño.
    No dejes de cuidarte y más en estos tiempos que corren.

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  5. Estrella muy buena tu historia, creo que así de perturbados vamos a acabar todos si no le ponemos freno a toda esta locura viral que bien podría parecer una ilusión más de las tantas que nos han hecho vivir, que a base de manipulación y lavado de cerebro hemos hecho realidad.

    Bien plantada esa ansiedad en tus personajes (la madre y la amiga psicoterapeuta) representan a la población mundial y sus miedos aterradores por el virus, diría que Álvaro, representa la versión fantasmal y distorsionada del virus, la fantasía hecha realidad, será o no será.

    Por otro lado querida amiga, ten mucho cuidado con esas manifestaciones, mira que están tratando de que se reproduzcan por una razón u otra, así es más fácil seguir soltando virus, entre la muchedumbre y así se aseguran de que sigan muriendo muchos más, estoy que nada me convence y todo me huele mal, no acudas por muy justa que parezca la intención, detrás siempre habrá manipulación y no se evitará nada con esa marcha, si no todo lo contrario, darles más oportunidad de triunfo, piénsalo bien amiga. Sigue tu guía interior y cuidate mucho.

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  6. ¡Hola!
    Menuda historia, has logrado engancharme y tenerme intrigada. Y el final...está muy bien, en mi opinión, nada precipitado(que muchas veces leo libros o relatos qu eterminan precipitadamente) así qu eenhorabuena.
    Feliz martes.

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  7. Un relato genial. Me encantan esas historias de espíritus que vagan por el mundo acompañando o despidiéndose de las personas a las que amaron en vida y es que, como me comentabas el otro día en mi blog, "haberlas, haylas".
    Un beso.

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  8. ¡Buenísimo, Estrella! Un relato de fantasmas totalmente redondo. Me gusta mucho que sea en un apartamento, en un día soleado, un contexto de normalidad que nos hace bajar la guardia. Luego el elemento inquietante como es el buen ánimo de Álvaro y, sobre todo, esa sensación de que hay niños por ahí. ¡Pero cómo puede haberlos! Y tras todo ello la sorpresa final y esa última escena que nos deja en lo más alto y preguntándonos que razón habrá para esa pelota. ¿Será una amable despedida? ¿Tal vez la cercanía de una amenaza? Fantástico relato de género que te clava a la pantalla. Un abrazo!!

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  9. Me pone la piel de gallina leer la historia que cuentas. Lo escribes en detalle y es bueno leerlo.
    Tenga un buen día.

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  10. Qué bonita historia!!! Me has llevado a otra dimensión en poco rato, tantos detalles, tantas descripciones, como si estuviese viendo una película. Me gusta pensar que los que se van no lo hacen del todo, que están aquí a nuestro lado pero en otra dimensión que pocos pueden percibir. Estoy un poco flojita, nada más.

    De verdad que tu relato me ha traído alegría al corazón, qué paradoja, ¿no? Y es que no estamos educados para aceptar la muerte como parte de la vida.

    Te felicito de nuevo, amiga

    Un abrazo

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  11. Genial, Estrella. Muy buena narración. Hipnótica y profunda. Mira que todo iba tan bien hasta que han aparecido esas tacitas con dibujos de Disney. En ese momento he sentido que cualquier cosa podría pasar, y eso es clave para que el lector no se te escape. Ya luego ha venido la pelota y la suposición de que o bien, un mal entendido, o bien, una hermana mentirosa o drogata, podrían poner el punto de cordura. Pero has retorcido aún más el tema con el suicidio, los policías y la desorientación global. Y cuando parece que todo ha pasado y toca hacer balance, ¡pum! ¡Pelotazo! Je, je.
    Fantástico, el inicio me recordó a un relato mío, aunqur resto no tiene nada que ver.
    Un fortísimo abrazo y ánimo.

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  12. Genial historia amiga, de principio a fin me tienes enganchada en la narración y con ese final inesperado me dejas maravillada. Te mando un abrazo Estrella amiga y mis saludos desde mi Monterrey hoy virulento pero hermoso hasta donde estas. Cuídate mucho amiga.

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  13. Desde luego, esa psicoterapeuta tenía un don especial para conectar con los espiritus, como si de una medium se tratara. Una historia fantasmagórica moderna y muy bien relatada.
    Un beso.

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  14. Magnífica historia, Estrella. Me ha tenido atrapado desde el principio hasta el final.
    Un abrazo.

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  15. Un relato excesivamente intrigante, Estrella; pero supongo que, en cierta forma, por los prejuicios que podemos tener en torno a que una buena psicoterapeuta no puede ser una gran sensitiva.
    Por otra lado, el tema de las drogas me resulta muy inquietante. Yo soy de la generación que vivió la movida de los 80 y el auge de las drogas. Pero, gracias a Dios, una buena educación y una gran dosis de sensatez, me he mantenido siempre a salvo de ellas; aunque he visto a compañeros caer, e incluso morir, en ese sórdido mundo ¡Toda una pena!
    Y luego tenemos la parte dedicada a las tragedias que truncan nuestras vidas ¡Pobres padres! Los seguimos teniendo preocupados con nuestros problemas de por vida.
    Un texto muy completo, Estrella. Enhorabuena.
    Un fuerte abrazo, amiga.

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  16. Cuando los seres queridos abandonan este plano existencial no lo hacen del todo, pues siempre habrá ocasiones en que alguien los traiga en forma de recuerdo a la vida. lo intrigante de tu historia son esas tazas usadas y la pelota que invita al juego. Un relato que rezuma misterio.
    Un abrazo.

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  17. Estrella, wowwww no quería irme hasta terminar,
    que barbara,desde el inicio al final,tus letras
    me detenían, te aplaudo mi amiga,te cuidas amiga
    bella por favor.

    Besitos dulces
    Siby

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  18. ¡Hola, Estrella! Me gustan tus relatos con toque paranormal pues me mantienen enganchada hasta el final.
    Un fuerte abrazo.👏🤗

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  19. It is really spooky in the end.
    What a great story.

    Have a wonderful weekend, Estrella.

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  20. Mi querida trasta, qué genial relato, lo que veo en él es una historia con rasgos de fenómenos "paranormales". La terapeuta ve a su amigo, Álvaro en otro plano, una vez está al otro lado, o sea que éste ya ha muerto cuando se encuentran, de ahí que Dévora se sorprenda del aspecto tan radiante que muestra. Álvaro está feliz de estar de nuevo con sus hijos. Posiblemente se suicidara para estar al lado de sus hijos, la muerte de éstos no la superó nunca y acabó con el tormento de su vida.
    Me ha encantado, no sé si es la historia que querías escribir, pero es lo que me sugiere.
    Un abrazo inmenso con todo mi cariño y el correspondiente cargamento de besos desde todos los puntos de mi universo, Ser hermoso.

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  21. Que intrigante historia, se lee con facilidad y el final sorprende por lo inesperado.
    Un abrazo Estrella
    Puri

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  22. ¡¡Que bueno!!

    Un cuento digno de Stephen King, tiene todo el misterio y el ritmo fantástico que lleva al lector a no perderse el mínimo detalle.
    Felicitaciones.
    mariarosa

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  23. Saludos estimada...hay un velo que se interpone entre esta vida y la otra sin dudas...el que cree sabe que hay otra vida después de esta y es eterna y a ella se llegará juntos a los que se ama al final de la propia carrera, pero todo dependerá de cómo es ese paso, para tener plena certeza del viaje final y no quedarse atascado, lo que puede ocurrir cuando hay un fallecimiento así en un accidente fatal.
    Lo imprevisto de la vida claro que golpea fuerte a un ser humano, porque la mayoría nunca piensa en la muerte , menos en la de sus seres queridos que tanto ama y que ha forjado todo un porvenir para ellos y con ellos , por algo forma un familia.
    Y luego como enfrentar lo imprevisto y poder salir airoso? , es complejo más cuando la fe falta y entonces se apodera el dolor, lo que al final a nada bueno conduce, porque el duelo no suelta y a muchos hasta le gusta quedarse así y aunque se podría buscar la ayuda, tristeza mayor para una madre que debe resentir una pérdida , tras otra.
    Y el recurso del misterio , está muy bien hilado. Al final es que uno de ellos se fue con la protagonista , ahora será su dilema como salir de allí.
    *******************
    Cuídate mucho!

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  24. Una historia que te mantiene en vilo hasta el final, con ese final abierto e intrigante que te deja pensando,...
    Con relación a las sugerencias creo que cuando empleas la expresión "timbre del móvil" suena un poco raro ¿no?, especialmente en el sentido de los teléfonos actuales no tienen un timbre en su interior,... quizás emplear "llamada", "tono",...
    Por otra parte, la transición entre el segundo y el tercer párrafo resulta un poco precipitada, y ese "al personarme en casa de Mavi" me recuerda un poco a informe policial,... no te parece?
    Buen fin de semana!

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  25. Me gusta tu historia y cuando una vive realidades como esta es sabroso escribir y ver como le vas dando forma y cuerpo a eso que tienes en la cabeza
    Feliz verano y congratulaciones habrieron los limites y ya la gente vuela

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  26. Maravillosa historia y espero que me conteste. Estamos preocupados por ti. Si alguien que escribe en este blog y sabe algo de Estrella que nos lo cuente. Esperamos respuesta.

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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.