https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2019/12/el-mundo-de-los-postres-navidenos.html |
¡Hola a todos! de nuevo os presento otro relato colectivo para la iniciativa Cuento de Navidad en el blog El Tintero de Oro, se trata de uno de los mejores blogs que existen en Internet que ofrece una variada selección de iniciativas de carácter literario, así como de secciones muy interesantes donde podéis participar, bien concursando, colaborando en sus retos narrativos o simplemente por el placer de conocer el trabajo y opiniones de otros escritores y que vuelvo a recomendaros.
Bien, pues como os decía al principio, se trata de un relato inspirado en las fiestas navideñas, donde los postres suelen ocupar un lugar primordial, tanto en nuestra mente como en cualquiera de las mesas engalanadas para los eventos que tienen lugar durante esas fechas especiales.
Ahora quiero hacer mención de todos los integrantes de este gran equipo que hemos redactando esta historia y por supuesto recomendaros la visita a sus respectivos blogs, si es que todavía no los habéis visitado, porque realmente cada uno tiene muchas cosas que contaros:
Ahora quiero hacer mención de todos los integrantes de este gran equipo que hemos redactando esta historia y por supuesto recomendaros la visita a sus respectivos blogs, si es que todavía no los habéis visitado, porque realmente cada uno tiene muchas cosas que contaros:
- David Rubio: ............................ EL TINTERO DE ORO
- Pepe: .................................. Entre unas cuatro esquinas
- Rosa Berros Canuria: ................. Cuéntame una historia
- Estrella Amaranto: .................... Blog Literario Amaranto
Me gustaría añadir que ha sido una feliz experiencia el haber redactado parte de este relato en colaboración con tres estupendos escritores y compañeros blogueros, a quien muchos seguramente ya conocéis y que aprovecho esta ocasión para felicitarles y agradecerles sus consejos.
Gracias doblemente, a ti David, por ofrecernos un gran marco de divulgación de este trabajo a través de tu blog y al mismo tiempo ser parte integrante de este equipo.
Sin más preámbulos os dejo tranquilamente con la lectura y espero que os transporte al sabroso y exquisito mundo de estos curiosos personajes.
Gracias doblemente, a ti David, por ofrecernos un gran marco de divulgación de este trabajo a través de tu blog y al mismo tiempo ser parte integrante de este equipo.
Sin más preámbulos os dejo tranquilamente con la lectura y espero que os transporte al sabroso y exquisito mundo de estos curiosos personajes.
El mundo de los postres navideños
Felicidad, familia, reencuentros, sentimientos aglutinados junto con manjares típicos... En Navidad, la dulzura impera por cada rincón, pero si hay un mundo donde ese sentimiento adquiere todo su significado es en «El mundo de los postres navideños».
Sin embargo, a pesar de su dulzura, hubo una vez que esa condición quedó en entredicho:
Era víspera de Nochebuena y la casa de Don Turrón bullía. Cada año, todos los familiares repartidos por el mundo se encontraban allí y pasaban un rato en compañía antes de ofrecer su dulzura a los humanos.
—¿Qué tal por tierras teutonas, querida? —preguntó don Turrón a Berlina, su esposa, nada más llegó.
—Poco, ya sabes... ¿y el pequeñín? ¿Dónde tienes a mi Polvoroncillo? —contestó ella.
—Ha salido un momento con su hermano Mazapán...
—¿Dónde? Necesito abrazarlo después de tanto...
—Han ido con el abuelo a no sé qué —interrumpió Torrijas de leche, la viuda y cuñada de Don Turrón.
De pronto, la puerta se abrió y entraron los pequeños con Alfajor, el abuelo.
—¡Mis pequeños! —gritó Berlinesa abrazando a ambos—, qué ganas tenía de acariciar vuestra dulzura.
—¡Nuera! ¡Ya viniste acá! —irrumpió Alfajor sin siquiera moverse del umbral, como si extrañamente no quisiera entrar todavía.
—¡Abuelo! —exclamó Berlinesa—, entre, ¿qué hace ahí parado?
—Pues veréis... —dijo el abuelo echándose a un lado y dejando paso a un familiar que hacía mucho que no se presentaba en las reuniones familiares y que puso en jaque esa típica personalidad tan dulce: Helado de chocolate vegano con té verde.
La primera en cuestionar su presencia fue una de las tías Peladilla:
—¿Y ese qué hace? Menudo postre de Navidad más triste. Helado, frío como el tiempito que tenemos y encima sin mantequilla ni nata ni nada rico.
—Ja, ja. Parece un ratoncito mustio. ¡Eh, tú, Helado de chocolate vegano con trocitos de té verde! —¿habrase visto qué nombre más rimbombante?—, ¿entiendes castellano? Sí, soy yo, Torrija.
—No deberías burlarte tanto, Torrija —dijo serio Alfajor—. Tú que tan pronto sirves de postre navideño como de postre de Pascua no eres la más apropiada para criticar a los demás.
—Bueno, padre, de todas formas hay que hacer algo. Solo faltaría que les gustara más a los humanos y nos relegaran para siempre —se lamentó Turrón, haciéndose eco de lo que todos sentían y no se atrevían a confesar.
—Pues encima de mí estaría muy bueno —dijo Torrija un poco amoscada por el rapapolvo de Alfajor—, aunque para eso tendríamos que derretirlo.
—Ja, menuda idea —exclamó don Turrón—. ¿Por qué no lo metemos en el microondas? Un poquito y a baja potencia…
—¡Ay, querido esposo! No sé qué me da…
—Berlinesa, no vamos a matar a tu hermano solo quitarle ese aire tan… frío.
—Es verdad, se da tantos aires…
—¡¡¡¡Nooo!!! —gritó Polvoroncillo—. No quiero que queméis al tío cocholate.
La cena de Nochebuena fue todo un éxito, aunque no para todos los miembros de la familia de don Turrón. Helado de chocolate vegano yacía desmadejado en un cuenco: el mismo en que, a baja potencia y durante unos segundos, había permanecido en el microondas; lo suficiente para perder su apetitoso aspecto cremoso y adquirir la consistencia del barro mojado. Nadie en la mesa se dignó mirarlo más que para apartarlo a un lado y abrirse camino hacia una Peladilla. Los humanos disfrutaron con los dulces tradicionales. Don Turrón y los niños, Polvoroncillo y Mazapán, fueron los triunfadores absolutos de la cena, aunque Berlinesa, Alfajor y demás familiares también recibieron la atención merecida aquella noche.
En la mañana de Navidad, casi todos los postres se engalanaron para ofrecer de nuevo sus encantos gustativos a los humanos. El casi era Polvoroncillo que intentaba encaramarse al cuenco en el que se hallaba Helado de chocolate vegano con té verde.
—¿Necesitás ayuda?
Polvoroncillo se giró para ver a su abuelo rodando hacia él.
—¡Hola, abuelo Alfajor! ¿Oyes eso? Parece que el tío cocholate vegano está llorando. No me gustó lo que hicieron papá y los demás.
—Estuvo muy mal, por muy altanero que sea ese tipo no se lo merecía, y menos en Navidad. Va, subí encima de mí para ver cómo está.
Y así hizo el pequeño. Dentro del cuenco, pudo observar las lágrimas de chocolate saltando como una fuente a chorros.
—¿Cómo estás? —preguntó Polvoroncillo.
—¡Ay, ay! ¡Mira lo que me hicieron! ¿Así se recibe a un familiar?
—Lo… lo siento. ¿Puedo hacer algo?
—¡Llévame de nuevo a la nevera, te lo suplico!
Polvoroncillo bajó de Alfajor dispuesto a ello, aunque no sabía cómo podrían hacer tal cosa, siendo él pequeño y su abuelo, anciano. En ese momento, llegó don Turrón.
—¿Qué hacéis todavía aquí? Los humanos pronto van a reunirse a la mesa.
—Disculpá, creo que Polvoroncillo tiene algo que decir.
Polvoroncillo observó al terco de su padre y apenas balbuceó:
—De... deberíamos llevar a tío cocholate a la nevera.
—¡¿Qué?! ¡Un rotundo no! Ya lo entenderás cuando crezcas. Vamos, que están a punto de servirnos.
Los postres aterrizaron en la mesa, felices y preparados para ser degustados. Pero pasó el tiempo, y ni uno de ellos abandonó las bandejas. Entonces escucharon a uno de los niños humanos que verbalizó la opinión del resto de comensales:
—¿Otra vez lo mismo? ¡Qué aburrimiento! ¿Cuándo podremos comer a Helado de chocolate vegano con tropezones de té verde, mamá?
Y allí quedaron. Abandonados, inadvertidos.
Fue tan decepcionante para los postres tradicionales aquel ostensible rechazo de los humanos, que al llegar la cena de Nochevieja temieron desaparecer del menú. Aquello les llevó a arrepentirse sobre su mezquina conducta con el forastero. Había que devolverle a su primigenio estado, con lo que nada mejor que enfriarlo en la nevera, de ello se encargó Polvoroncillo, pues su inocente súplica a fin de resucitarlo hizo que toda la familia cambiara de actitud, lo que le colmó de alegría, dando saltos y gritos: «¡hip hip hurra... Vivan las fiestas de Navidad y del Año Nuevo!»
Con ese buen ánimo entraron al comedor donde todos lucían sus mejores galas perfumados de aromas deliciosos y con sabores únicos. Los comensales los miraron asombrados y aguardaron que se sentara un niño impaciente, después de cometer una de sus típicas travesuras.
—Disculpa, amigo Helado vegano, pero he tropezado sin querer... en realidad, me han empujado y no sé cómo salir de aquí. —balbuceó nervioso arqueando las cejas don Turrón, a quien aquel niño al que le gustaba hacer travesuras había arrojado en el cuenco del postre exótico.
—¡No te preocupes! Podemos hacer un dúo exquisito si ellos se deciden a probarnos. —le contestó con una amplia sonrisa tratando de tranquilizarle.
—¡Ah, no lo había pensado antes, pero me parece una idea genial! —exclamó don Turrón mostrando sus sabrosas y exquisitas almendras en señal de aprobación.
Sin embargo, a pesar de su dulzura, hubo una vez que esa condición quedó en entredicho:
Era víspera de Nochebuena y la casa de Don Turrón bullía. Cada año, todos los familiares repartidos por el mundo se encontraban allí y pasaban un rato en compañía antes de ofrecer su dulzura a los humanos.
—¿Qué tal por tierras teutonas, querida? —preguntó don Turrón a Berlina, su esposa, nada más llegó.
—Poco, ya sabes... ¿y el pequeñín? ¿Dónde tienes a mi Polvoroncillo? —contestó ella.
—Ha salido un momento con su hermano Mazapán...
—¿Dónde? Necesito abrazarlo después de tanto...
—Han ido con el abuelo a no sé qué —interrumpió Torrijas de leche, la viuda y cuñada de Don Turrón.
De pronto, la puerta se abrió y entraron los pequeños con Alfajor, el abuelo.
—¡Mis pequeños! —gritó Berlinesa abrazando a ambos—, qué ganas tenía de acariciar vuestra dulzura.
—¡Nuera! ¡Ya viniste acá! —irrumpió Alfajor sin siquiera moverse del umbral, como si extrañamente no quisiera entrar todavía.
—¡Abuelo! —exclamó Berlinesa—, entre, ¿qué hace ahí parado?
—Pues veréis... —dijo el abuelo echándose a un lado y dejando paso a un familiar que hacía mucho que no se presentaba en las reuniones familiares y que puso en jaque esa típica personalidad tan dulce: Helado de chocolate vegano con té verde.
La primera en cuestionar su presencia fue una de las tías Peladilla:
—¿Y ese qué hace? Menudo postre de Navidad más triste. Helado, frío como el tiempito que tenemos y encima sin mantequilla ni nata ni nada rico.
—Ja, ja. Parece un ratoncito mustio. ¡Eh, tú, Helado de chocolate vegano con trocitos de té verde! —¿habrase visto qué nombre más rimbombante?—, ¿entiendes castellano? Sí, soy yo, Torrija.
—No deberías burlarte tanto, Torrija —dijo serio Alfajor—. Tú que tan pronto sirves de postre navideño como de postre de Pascua no eres la más apropiada para criticar a los demás.
—Bueno, padre, de todas formas hay que hacer algo. Solo faltaría que les gustara más a los humanos y nos relegaran para siempre —se lamentó Turrón, haciéndose eco de lo que todos sentían y no se atrevían a confesar.
—Pues encima de mí estaría muy bueno —dijo Torrija un poco amoscada por el rapapolvo de Alfajor—, aunque para eso tendríamos que derretirlo.
—Ja, menuda idea —exclamó don Turrón—. ¿Por qué no lo metemos en el microondas? Un poquito y a baja potencia…
—¡Ay, querido esposo! No sé qué me da…
—Berlinesa, no vamos a matar a tu hermano solo quitarle ese aire tan… frío.
—Es verdad, se da tantos aires…
—¡¡¡¡Nooo!!! —gritó Polvoroncillo—. No quiero que queméis al tío cocholate.
La cena de Nochebuena fue todo un éxito, aunque no para todos los miembros de la familia de don Turrón. Helado de chocolate vegano yacía desmadejado en un cuenco: el mismo en que, a baja potencia y durante unos segundos, había permanecido en el microondas; lo suficiente para perder su apetitoso aspecto cremoso y adquirir la consistencia del barro mojado. Nadie en la mesa se dignó mirarlo más que para apartarlo a un lado y abrirse camino hacia una Peladilla. Los humanos disfrutaron con los dulces tradicionales. Don Turrón y los niños, Polvoroncillo y Mazapán, fueron los triunfadores absolutos de la cena, aunque Berlinesa, Alfajor y demás familiares también recibieron la atención merecida aquella noche.
En la mañana de Navidad, casi todos los postres se engalanaron para ofrecer de nuevo sus encantos gustativos a los humanos. El casi era Polvoroncillo que intentaba encaramarse al cuenco en el que se hallaba Helado de chocolate vegano con té verde.
—¿Necesitás ayuda?
Polvoroncillo se giró para ver a su abuelo rodando hacia él.
—¡Hola, abuelo Alfajor! ¿Oyes eso? Parece que el tío cocholate vegano está llorando. No me gustó lo que hicieron papá y los demás.
—Estuvo muy mal, por muy altanero que sea ese tipo no se lo merecía, y menos en Navidad. Va, subí encima de mí para ver cómo está.
Y así hizo el pequeño. Dentro del cuenco, pudo observar las lágrimas de chocolate saltando como una fuente a chorros.
—¿Cómo estás? —preguntó Polvoroncillo.
—¡Ay, ay! ¡Mira lo que me hicieron! ¿Así se recibe a un familiar?
—Lo… lo siento. ¿Puedo hacer algo?
—¡Llévame de nuevo a la nevera, te lo suplico!
Polvoroncillo bajó de Alfajor dispuesto a ello, aunque no sabía cómo podrían hacer tal cosa, siendo él pequeño y su abuelo, anciano. En ese momento, llegó don Turrón.
—¿Qué hacéis todavía aquí? Los humanos pronto van a reunirse a la mesa.
—Disculpá, creo que Polvoroncillo tiene algo que decir.
Polvoroncillo observó al terco de su padre y apenas balbuceó:
—De... deberíamos llevar a tío cocholate a la nevera.
—¡¿Qué?! ¡Un rotundo no! Ya lo entenderás cuando crezcas. Vamos, que están a punto de servirnos.
Los postres aterrizaron en la mesa, felices y preparados para ser degustados. Pero pasó el tiempo, y ni uno de ellos abandonó las bandejas. Entonces escucharon a uno de los niños humanos que verbalizó la opinión del resto de comensales:
—¿Otra vez lo mismo? ¡Qué aburrimiento! ¿Cuándo podremos comer a Helado de chocolate vegano con tropezones de té verde, mamá?
Y allí quedaron. Abandonados, inadvertidos.
Fue tan decepcionante para los postres tradicionales aquel ostensible rechazo de los humanos, que al llegar la cena de Nochevieja temieron desaparecer del menú. Aquello les llevó a arrepentirse sobre su mezquina conducta con el forastero. Había que devolverle a su primigenio estado, con lo que nada mejor que enfriarlo en la nevera, de ello se encargó Polvoroncillo, pues su inocente súplica a fin de resucitarlo hizo que toda la familia cambiara de actitud, lo que le colmó de alegría, dando saltos y gritos: «¡hip hip hurra... Vivan las fiestas de Navidad y del Año Nuevo!»
Con ese buen ánimo entraron al comedor donde todos lucían sus mejores galas perfumados de aromas deliciosos y con sabores únicos. Los comensales los miraron asombrados y aguardaron que se sentara un niño impaciente, después de cometer una de sus típicas travesuras.
—Disculpa, amigo Helado vegano, pero he tropezado sin querer... en realidad, me han empujado y no sé cómo salir de aquí. —balbuceó nervioso arqueando las cejas don Turrón, a quien aquel niño al que le gustaba hacer travesuras había arrojado en el cuenco del postre exótico.
—¡No te preocupes! Podemos hacer un dúo exquisito si ellos se deciden a probarnos. —le contestó con una amplia sonrisa tratando de tranquilizarle.
—¡Ah, no lo había pensado antes, pero me parece una idea genial! —exclamó don Turrón mostrando sus sabrosas y exquisitas almendras en señal de aprobación.
Inquietos por la curiosidad de aquella novedosa fusión de ambos postres, los humanos la saborearon y les encantó.
Aquel incidente les ayudó a comprender que de nada les había valido ser tan prejuiciosos con lo diferente, puesto que la unión de lo tradicional con lo atípico fue lo que contribuyó a realzar sus virtudes y enriquecerse mutuamente.
Pero tampoco quiero finalizar esta publicación tan especial sin ofreceros mi regalo para cada uno de vosotros, que habéis enriquecido con vuestros atentos comentarios este blog, que sigue siendo vuestra casa.
Tal y como podéis contemplar en la imagen, os he dedicado una bola personalizada con vuestro nombre o identidad de vuestro perfil del blog, puesto que para mi habéis sido el mejor regalo a lo largo de esta segunda etapa bloguera. ¡Ojalá os haya gustado mi detalle y lo guardéis en vuestra memoria!
Tal y como podéis contemplar en la imagen, os he dedicado una bola personalizada con vuestro nombre o identidad de vuestro perfil del blog, puesto que para mi habéis sido el mejor regalo a lo largo de esta segunda etapa bloguera. ¡Ojalá os haya gustado mi detalle y lo guardéis en vuestra memoria!
¡Felices fiestas navideñas y que el nuevo año 2020 os colme de todo lo mejor y haga realidad vuestros sueños!
Quedáis todos invitados a la fiesta del 3er aniversario del blog, que será el próximo 2 de enero de 2020.
¡Hasta entonces ser muy felices!
-clicar sobre esta imagen para verla ampliada-
Mi querida amiga, Antes que nada desearte una muy Feliz Navidad en compañía de los tuyos.
ResponderEliminarTe felicito por el relato, que me ha encantado por el gran despliegue de imaginación que has derrochado. Soberbio!!
Y por último agradezco mucho tu regalo, tu bola tan bonita y que ya me llevo. Gracias de corazón y... De antemano te felicito por ese cumple blogs.
Mil besitos Navideños ✨🎄🤗
Me dejas sin palabras Estrella, tienes una imaginación y facilidad para crear estos temas...He disfrutado y también reído leyendo, gracias amiga, eres genial.
ResponderEliminarGracias por esa bola, por acordarte de mi, mil gracias.
Y ahora como no, te deseo una feliz salida y entrada de año, que pases feliz noche con tus seres queridos y amigos.
Un abrazo grande con mis mejores deseos para ti amiga.
Hola, Estrella.
ResponderEliminarNo puedo más que darte la razón el blog El Tintero es sobresaliente, y David sin ninguna duda lo mejor, de lo mejor, :)
Vengo ahora de leerlo de allí, no puedo más que daros mi enhorabuena, vuelvo como la vez anterior a sorprenderme de cómo lográis que en ningún momento se note el cambio de mano, es increíble. Y el cuento, maravilloso y muy acertado para estas fiestas, así que felicidades a todos.
Mil gracias por el precioso detalle que nos regalas, ahora mismo lo copio y me lo llevo a mi blog, claro que con tu permiso, querida amiga.
Mis mejores deseos y todo mi cariño para estas fiestas, y el año nuevo que en breve iniciamos, agradezco muchísimo que nuestros caminos un día se cruzaran, ya que desde entonces solo he recibido cositas bonitas.
Muchos besos, y un enorme abrazo.
Sin duda tienes una escritura espléndida y gran imaginación. Te felicito.
ResponderEliminarQue pases Feliz Navidad. Ha sido muy grato conocerte este año que ya termina.
Un abrazo.
Un cuento elaborado con el gran ingenio de estas cuatro magníficas plumas. Me ha encantado y he pasado un rato de lo más divertido querida Estrella. Sencillamente brillante vuestro ingenio inspirador, mi enhorabuena a los cuatro creadores de este dulcísimo cuento navideño.
ResponderEliminarMuchas gracias por el bello detalle de poner nombre en las bolas que adornan tu árbol de Navidad. Me guardo tan bonito regalo.
FELICES FIESTAS Y UN INMEJORABLE AÑO 2020
Un abrazo inmenso con todo mi cariño, Ser hermoso!!!
Mis felicitaciones a los 4 artistas de la pluma porque ha sido un cuento muy logrado, además de entrañable. Desearos a todos una Feliz Navidad y a ti mi estimada Estrella que tus deseos se realicen amiga, eres una bendición en este mundo virtual donde se respira, se vive y se siente.
ResponderEliminarMi más tierno abrazo con mi cariño.
Hola.
ResponderEliminarEl blog de David es estupendo.
El cuento es genial, muy muy bonito.
Te deseo muy muy felices fiestas, con un 2020 cargado de cosas buenas.
Mil gracias por esa bolita, es un detallazo.
Feliz lunes y nos vemos a la vuelta.
Buenas noches Estrella. Ya os felicité a los cuatro en Tintero, a Rosa, David, pepe y a ti por supuesto. Vuelvo a hacerlo en este dulce encuentro de cuatro escritores que se aúnan con camaredería y buen rollito para hacer un cuento bonito, divertido y blanco, como la Navidad.
ResponderEliminarFelices Fiestas Estrella, que las disfrutes en compañía de personas que quieres y te quieren.
Un fuerte abrazo, escritora.
¡Ayy ya toqué mi bola mágica de Tara! Muack
Mi linda Estrella, que bonito escribes, felicitaciones a los 4 por este hermoso Cuento de Navidad. Y gracias, muchas gracias por el regalo, es precioso, lo llevare a mi Blog de Regalos. Te deseo lo mejor en esta Navidad amiga, cuídate mucho y te mando un fuerte abrazo y mis saludos.
ResponderEliminar¡Hola, Estrella! La verdad es que ha sido una experiencia intensa y enriquecedera gracias a la seriedad e interés que mostrasteis para conseguir el mejor relato posible. Y creo que eso se ve en esta historia de postres navideños que nunca se me hubiera ocurrido a mí solo.
ResponderEliminarTe agradezco tus palabras para El Tintero de Oro, aunque he de añadir que el mismo solo existe y vive gracias a la participación de todos los compañeros y compañeros que le insufláis tinta para que su corazón lata. Sin esa participación, solo sería una triste hoja en blanco. Algo que quiero agradecerte a ti, en particular.
Y muchísimas gracias por ese precioso regalo fotográfico, ¡es un trabajón!
¡Ah! Y por supuesto, una muy ¡Feliz Navidad! Un fuerte abrazo!!
Querida Estrella: Un cuento maravilloso para terminar el año, compuesto a cuatro manos, cuatro mentes y ocho ojos, ja,ja,ja. Felicidades a los cuatro autores por vuestra maestría.
ResponderEliminarAprovecho también para agradecerte esta dedicatoria navideña y desearte unas muy felices fiestas y todo lo mejor para los años venideros.
Un fuerte abrazo.
Enhorabuena por el cuento navideño tan simpático que habéis creado los cuatro.
ResponderEliminarY mil gracias por el detalle tan bonito que has tenido al dedicarnos una bola de Navidad.
No sé si estaré para celebrar el cumpleaños de tu blog, pero te deseo muchas felicidades y que cumpla muchos años más lleno de muy buenos relatos.
Un fuerte abrazo y felices fiestas.
Estupendo post! Muchas gracias por tus bonitas palabras en mi blog! 🦌🦌🦌 Feliz Navidad ! 🎄🎄🎄
ResponderEliminarMerry Christmas! 🎅☃️🎅☃️
Muchas gracias, Estrella, por esa felicitación tan original, con letra y música. Gracias por hacer tan fácil la tarea de trabajar contigo y gracias por los enlaces a los blogs.
ResponderEliminarQue tangas toda la felicidad que mereces en estos días, en este comienzo de año y en todos los días de todos los años.
Un beso enorme.
Hola Estrella como ya comenté en el tintero, os felicito a los cuatro el cuento os quedó fantástico, sobre todo el tema de los nombres de los protagonistas .
ResponderEliminarFelicidades.
Un abrazo y felices fiestas.
Puri
Love reading your story as always, Estrella! And congratulations for the BIG 4.
ResponderEliminarAww, I see my name on the upper left :)
I wish you have wonderful holidays and Merry Christmas!
Estupenda idea, genial y un relato fantástico.
ResponderEliminarEnhorabuena Amaranto
A todos, un fuerte abrazo.
¡Estrella! Lo que más me ha gustado del relato ha sido la moraleja, lo que nos transmite, dejar a un lado nuestros prejuicios acerca de lo distinto, lo atípico frente a lo de siempre, a las costumbres. Y que el resultado puede merecer mucho la pena
ResponderEliminar¡Feliz Navidad querida amiga!! Deseo que el 2020 te traiga muchas cosas buenas y que a los que nos pasamos por aquí y te leemos, nos traiga muchos maravillosos relatos de los tuyos.
Ne ha hecho mucha ilusión ver mi nombre en esa bola, que no te hayas olvidado de mi
Besitos navideños
Felicidades a los cuatro por tan original y hermoso relato.
ResponderEliminarMe alegra conocer nuevos blogueros y ya os sigo.
Deseo podáis pasar unas buenas fiestas y pueda felicitaros mucho mucho tiempo más.
Saludos.
Hola Estrella, gracias por tus letrasy por ese detalle entrañable de las bolitas navideñas personalizadas.
ResponderEliminarEl cuento de lo más apetecible, habéis conseguido que esos dulces tomen vida y sean creíbles explicando esas vivencias navideñas que pueden darse en algunos hogares. Te deja con una sonrisa y salivando, un bonito cuento de navidad.
Y felicidades porla experiencia de ese trabajo a ocho manos, el resultado ha sido delicioso.
Un beso enorme querida amiga, te deseo lo mejor
Un relato genial. Muy ingenioso y muy tierno. Felicidades.
ResponderEliminarUn relato dulce, navideño y de sabroso paladar en cada letra. Fantásticas las cuatro manos que elaboraron la magia del completo, haciendo uno que enlaza al otro de maravilla.
ResponderEliminarTodos podemos estar juntos en la mesa, ya sea vegano o lo que sea, hace falta buena voluntad y dejar los prejuicios a un lado, pues de nada sirven. Si solo uno está mal, ni Navidad ni resto del año se podrá estar bien. Un bonito ejemplo, y que para estas fechas sirve de reflexión. Nos une las diferencias.
Un millón de gracias, por el precioso detalle de la tarjeta navideña, y de mi nombre en la misma. Haber entrado ha sido grata sorpresa por partida doble. Felicidades a los que habéis elaborado este magnífico relato.
FELIZ NAVIDAD, Y PRÓSPERO 2020.
Un gran abrazo, mi querida amiga.
Me ha encantado el relato que habéis creado entre los cuatro. Ha sido una deliciosa y sabrosa lectura. ¡Muchas felicidades!
ResponderEliminarDecirte que me ha hecho mucha ilusión tu detalle con las bolas de Navidad. Ver mi nombre allí ha sido una gozada. Muyyy agradecida.
Besicos.
Estrella, ha sido una experiencia inmejorable. He aprendido y, de algún modo, convivido con vuestras letras de una manera íntima y profunda. El relato resultante es el reflejo del buen hacer y la complicidad tan buena que tuvimos desde el inicio del reto. Los tres, tú, David y Rosa, me habéis mostrado la gran persona que lleváis dentro y eso ha sido lo mejor de todo.
ResponderEliminarEspero que pases una feliz navidad y que tengas una entrada de año acorde a lo que te mereces.
Un fuerte abrazo.
Maridar diferentes texturas y sabores de dulces,... toda una experiencia con Don Tiramisú de turrón y Doña Mousse de turrón, un poco estirados pero seguro que les podíamos hacer un sitio en la fiesta.
ResponderEliminarEnhorabuena y Felices Fiestas a tod@s!
Felices fiestas,Estrella¨!
ResponderEliminarMe ha encantado este cuento navideño. Ingenioso. Y tan real como la vida misma, los prejuicios y las costumbres... menos mal que cierto es que siempre hay quien lucha por seguir adelante, a pesar de lo que sea...
Feliz año nuevo !!!!
Ohhhh Estrella, muchas gracias ¡Qué ilusión! ¡Feliz Navidad a ti también!
ResponderEliminarMe encanta tu creatividad. Dando vida a los dulces, me recuerdas que también los aparto de mi dieta. Yo lo siento muchísimo por ellos, pero es que no me gustan nada los dulces. Ni siquiera creo que pudiera lidiar con postres novedosos, que también soy muy tradicional en eso.
Muchísimos besos. Te deseo un Año nuevo cargado de relatos.
He disfrutado mucho con el relato. Volveré a visitar tu espacio de letras.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Besos.
Que bonito, lo he leído dos veces y me ha encantado para celebrar estos día ¡Felicies Fiestas! Un abrazote.
ResponderEliminarFeliz año nuevo!!! Que este retoño te colme de felicidad amiga Ester.
ResponderEliminarUn abrazo con mis mejores deseos.
Besos!
Happy New Year, Estrella!
ResponderEliminarSin vosotros, estimados seguidores, esta segunda etapa de mi blog a lo largo de 2019, no hubiera sido lo que fue, un tiempo donde compartimos inolvidables experiencias juntos, gracias a nuestra común afición por la escritura y la literatura aparte de otros temas que también compartimos.
ResponderEliminarLa llegada del 2020 supone que todavía tenemos por delante doce nuevos meses para ir dando forma a nuestros nuevos proyectos y que nuestras vidas se renueven de fuerza, esperanza y ánimo.
Miles de gracias por vuestras generosas muestras de cariño y felicitaciones navideñas.
Todo un placer recibir vuestros elogios en cuanto a este relato colectivo realizado a ocho manos junto con tres fantásticos compañeros blogueros y escritores, como David Rubio, Rosa Berros y Pepe que nunca escatimaron esfuerzos para cooperar y que la experiencia nos resultase tan gratificante.
Por último quiero deciros que me ha gustado mucho saber la ilusión y alegría con la que habéis recibido mi pequeño regalo navideño, como muestra de mi agradecimiento a vuestra fidelidad y agradable compañía.
Gracias de corazón a quienes me habéis dejado vuestra siempre valorada y querida huella:
AURORATRIS - CARMEN SILZA - IRENE F. GARZA - SARA O. DURÁN - MAINA - ROSANA MARTÍ - MARIGEM - TARA - SANDRA FIGUEROA - DAVID RUBIO SÁNCHEZ - JOSEP Mª PANADÉS - HOLA, ME LLAMO JULIO DAVID - LEBASI LEBAM - BOHOEVANESCENTE - CAROLINA G. TICALA - ROSA BERROS CANURIA - DULCINEA DEL ATLÁNTICO - EVI ERLINDA - A. JAVIER - MARIAN - ROSA Mª VILLALTA - CONXITA C. - MARTA NAVARRO - MILA GÓMEZ - GALILEA - PEPE - EL BAILE DE NORTE - JOSE LEZCANO - EL MUNDO CON ELLA - YO LEO NOVELA - YONOSOYMILLENIUM Y MAMEN PIRIZ GARCÍA.
Nos volvemos a encontrar mañana, para celebrar juntos el 3er aniversario del blog.
Un abrazo para cada uno y Feliz Año Nuevo repleto de salud, alegría, prosperidad y amor.
¡Feliz año Nuevo 2.020 para ti, Estrella! Es un cuento navideño con mucho sentimiento, a cuatro manos. Está tan bien hilado que no sabes cuando empieza uno y sigue otro. Es una forma de fomentar la Creatividad esta manera de escribir. Se logran resultados asombrosos.
ResponderEliminarEn segundo lugar darte la enhorabuena del blog, por tu constancia y buen hacer, eres buena escritora, de las mejores que he encontrado en internet (y en varias décadas que llevo, he leído más que escrito)
Y en tercer lugar, gracias por acordarte de mi humilde blog, que no existiería sin vosotros que habéis participado con vuestros aportes o, como en tu caso, hay varios relatos tuyos.
Un abrazo grande
!Estrella! Que linda sorpresa nos das a todos con esa hermosa imagen que has elaborado, gracias por la gentileza de pensar en dar más, de lo que das.
ResponderEliminarLamento llegar tarde, me ausenté por largos días, pero aquí estoy poniéndome al corriente...
No he visitado el blog de David aún, así que me he enterado aquí de este hermoso cuento a cuatro manos, que me ha parecido entretenido y simpático, y de un contenido muy edificante y concientizador, además de la genialidad creativa y lo bien que lo han hilvanado, se lee como salido de una sola mano.
Gracias por compartirnos tu hermosa labor literaria y regalarnos tu arte querida. Hago una reverencia a tu generosidad, talento y humanidad.
Felices días venideros y que continues con tu buen hacer.