En una ocasión un empleado de una importante empresa, tuvo ocasión de enterarse de ciertas murmuraciones acerca de su jefe vertidas por otros compañeros trabajadores, que pensaron que nunca podrían llegar a oídos del jefe, sin embargo aquellas conversaciones no llegaron a ser escuchadas en su totalidad y con la suficiente claridad sonora, como para que aquel empleado tuviera la osadía necesaria de comentárselo a su jefe. Sin embargo, el empleado decidió contarle al jefe lo que creía había entendido a través de aquellas murmuraciones.
—D. Pascual, tengo que hablar con usted de algo muy grave. He escuchado murmurar acerca de su persona a otros compañeros y debiera estar enterado.
—Un momento... —le interrumpió su jefe-
—¿Ha intentado comprobarlo antes de hablarme?
—¿A qué se refiere con eso, señor?
—A que primero tienes que saber si es verdad.
—No señor, lo oí hablar de lejos a otros compañeros y no lo escuché con claridad.
—Por lo menos acláreme si con su actitud beneficia a alguien al decírmelo.
—Pienso que no es bueno para nadie, sino todo lo contrario.
—Entonces ¡para que se molesta en venir a decírmelo! y además ¿qué necesidad hay de que sepa todo eso que tanto te inquieta?
—Pensé que le vendría bien conocer esos rumores, pero ahora comprendo que no le interesan en absoluto y estoy haciendo el ridículo delante de usted.
—Ahora, ¡haga el favor de salir de aquí y de no volver nunca más! ... ¡Está despedido por chivato (delator) y mal compañero!
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Antes de hablar o actuar, está bien reflexionar en las consecuencias posibles que puedan surgir. Está muy bien tu relato, así debería ser, pero hay todavía mucho chismorreo en muchos lugares que lo único que hacen es complicar la convivencia del grupo.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena por tu nuevo blog!! ;)
¡Hola amiga, Rocío!
EliminarTambién coincido contigo en esto de reflexionar las posibles consecuencias derivadas de los hechos imprudentes.
Me alegro de que te haya gustado y te agradezco tu comentario, asi como la buena acogida al blog.
Un abrazo fuerte y que tengas ¡buen inicio de semana!
Los chivatos son de los peores compañeros que uno puede tener en el trabajo. Hizo bien el jefe en despedirle jejeje. Cuando se acusa a alguien siempre hay que hacerlo con pruebas, porque sino te puede salir el tiro por la culata.
ResponderEliminarEn cuanto a los rumores, ninguna empresa debería consentirlos.
Me he gustado mucho tu nuevo blog. Me verás por aquí más veces ;)
Besotes
¡Qué alegría me has dado compi blogger y amiga Erika volviéndome a cruzar contigo por este nuevo blog! ja,ja,ja,ja
EliminarDoy por hecho que los chivatos, como bien dices, son de lo peorcito dentro del mundo empresarial y nadie mejor que tú para certificarlo.
Un despido muy merecido y estoy de acuerdo en que ninguna empresa debe consentir esa mala costumbre del chismorreo.
Por mi parte encantada de recibirte las veces que puedas visitarme y compartir estas publicaciones personales. Ya sabes que intentaré igualmente devolverte las visitas porque me encantan también tus Anécdotas de Secretarias.
Besotes y buen inicio de semana!!
Las críticas nunca son constructivas a menos que vayan amparadas por una buena causa, y con la verdad en la mano, sin buscar en ello ningún merecimiento. En el caso de tu relato, apruebo la decisión del jefe, no había más que murmuraciones que al empleado ni siquiera informaron.
ResponderEliminarUn bonito relato que me ha gustado leer en tu nuevo blog. Felicidades por el diseño del y utilidad del mismo.
¡Un fuerte abrazo!
¡Qué gratísima sorpresa! me acabas de dar al verte también por este nuevo blog, amiga Mila.
EliminarCompletamente de acuerdo, las críticas hay que hacerlas con la verdad en la mano, sin intentar ningún tipo de merecimiento, como tú dices.
En la aprobación del despido hay plena coincidencia con todas las opiniones expresadas.
Muchas gracias por tu opinión tan favorable respecto al diseño y utilidad de este blog, que por supuesto, está a tu disposición para cuando gustes visitarlo. Por mi parte, también sabes que sigo pendiente siempre de tus interesantes publicaciones.
Un abrazo fuerte y que tengas ¡buen inicio de semana!
Al menos con eso el sujeto aprendió la lección.
ResponderEliminarSe ve muy interesante tu nuevo blog, te felicito.
Un abrazo.
Hola Felipe,
ResponderEliminarLa aprendió a cambio de quedarse sin empleo.
Me alegra volverte a encontrar y mil gracias por interesarte por mi blog.
Un abrazo
Muy buena reflexión lo que nos aporta tu relato, me ha recordado al filtro de las tres verdades de Sócrates:
ResponderEliminar1. ¿Estás seguro de que lo que vas a decirme es totalmente cierto?
2. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme sobre mi amigo o sobre mi?
3. ¿Va a ser útil para mi saberlo?
Si después de este triple filtro uno decide seguir con los rumores...allá él con su actitud.
Un saludo
Llevas toda la razón del mundo, amiga Conxita, porque encaja a las mil maravillas con este filtro de Sócrates, además por naturaleza soy una persona reflexiva y me gusta provocar a mis lectores a que piensen cuando escribo algo, coincidan o no con las ideas de estos grandes pensadores. De modo que contigo he acertado plenamente.
ResponderEliminarBesos y buen inicio de semana!