¡Madames et monsieurs, ladys and gentlemen, señoras y señores, niños y niñas.... ¡Bienvenidos al Circo Extraordinario!
Si están sentados en un sillón, sofá, silla, mecedora, banco, banqueta, butaca, trono, pupitre, piedra, asfalto, tierra, césped, agua, en el salón de su casa, en el parque, en el aula, en la playa, en el laboratorio, en la consulta, en la biblioteca, en el parque, en la calle, en el cine, en el coche, en el teatro, en la sala de reuniones, en la oficina, en la plaza .... ¡Levanten sus reales posaderas y acérquense con premura al circo!"
¡Dejen lo que están haciendo! ¡Olvídense por unos momentos de esa pesada y aburrida rutina! ¡No le den más vueltas y acudan prestos al circo!
Amigo conductor acelere y acabe pronto con la clientela, entréguele nuestras entradas con descuento y si le cuentan un cuento para excusarse pegue un frenazo y si no se bajan los clientes no se apure y rómpales los dientes.
Querida secretaria súbase a la mesa y diga en alto: ¡Esto es un asalto! Cuando los compañeros le oigan y le imiten en su "gesta", tomen las de Villadiego por la nacional quinta y a su paso por Fuenteovejuna desplieguen todos a una sus pancartas, subiéndose a la planta cuarta del Congreso del Trabajador para venir todos juntos a la increíble función.
Distinguida dama, en salto de cama, deje ya de joder la marrana que en su lecho ya no hay flores ni tampoco mal de amores que tenga que consolar. Vístase de diario sin buscar en el armario aquel vestido de antaño que ya demudó el color y ni con calzador le entra en sus carnes rebosantes de lechón. Reúnase con sus amigas y anímelas a olvidarse de los pañales, del pollo del congelador, de las compras en el hiper, de la prueba del embarazo o del vecino de abajo, porque lleva bajo el brazo un buen puñado de entradas para acudir al evento.
Caballero del sombrero o de la calva, ¿dónde va tan despistado con aires tornasolados y harto de trabajar?... ¿Dónde quedó la gloria que ya no está en su memoria de aquellos tiempos sutiles, livianos y tan afables que traicioneramente ya no volverán?... La felicidad le espera, búsquela en sus bolsillos, pues allí están nuestras entradas que anoche de madrugada le entregamos en el pub. No se olvide de invitar a sus familiares, compañeros y vecinos a este gran circo.
Niña, niño que estás jugando con la pelota en el parque, en tu barrio o en tu escuela, ya deja de dar patadas y de hacer cabronadas a los pobres profesores, padres o educadores, que soportan con paciencia tu mal genio e insolencia. Infantes criaturas golosas, caprichosas y amorosas ¡la función ya está a punto de comenzar!
Desde el norte en transporte, desde el este, aunque cueste, desde el oeste pedestre, desde el centro hasta el encuentro y desde el sur con glamour ¡acudan todos al circo, que ya se levanta el telón!
Pero antes unos consejos para que se queden perplejos y no les dé tiempo a pensar:
"Gran oferta de cuatro pares de calcetines de lana gruesa para las noches de invierno al raso, que, por supuesto no son ocho, sino dos calcetines encontrados en la lavadora y sin sus correspondientes parejas. Si los compra con tarjeta no hay problema porque seguiremos cobrándole los cuatro pares + gastos de envío".
"Chalet confortable con vistas a la vía del tren, goteras al por mayor, tres perros guardianes rabiosos y sin vacunar, una vecina ciega de comer y sorda de profesión, otro vecino atleta y campeón del sillón ball, terraza cubierta de telarañas y con piscina cubierta de mugre y una asamblea de ranas. ¿A qué espera?... ¡Hágase con esta ganga ya!".
"Fantástico coche deportivo con andador incorporado, frenos de disco techno-trance, luces de bohemia, motor de paro con cinco cilindros Parabellum, sillones de esparto con respaldo artrósico, volante para el médico de guardia si no está el otro, palanca de marchas fúnebres o de pompa y circunstancia y un seguro a todo riesgo inmediato. ¡Cómprelo hoy porque mañana estará ya de cuerpo presente!".
¡Tachán, tachín, tachán! (sonido de fondo de la orquesta circense)
—Se acabaron los consejos y a disfrutar...aaaar...aaaarrrrrr del espectáculo!! —atronó el presentador ataviado de smoking con lentejuelas, un sombrero de copa negro con grandes alas vueltas y un largo bastón negro rematado por una empuñadura a modo de pequeña bola de billar.
—Tenemos el gusto de presentarles en primer lugar a nuestro funambulista Vladimir, llegado de más allá de las montañas del Cáucaso, fíjense en sus asombrosas piruetas en el alambre de hojalata ecológica reciclable, sus acrobacias en el aire sin paracaídas y presten mucha atención a su salto mortal irrepetible y único —siguió anunciando el presentador.
—¡Dios mío, he visto pasar una albóndiga humana por encima de mi cabeza! —exclamó asombrada, una mujer sentada en la primera fila del público, que a su vez fueron sumándose otras voces y otras más, hasta que por fin se escuchó un estruendo y algunos niños empezaron a llorar al ver aquella horripilante imagen de Vladimir destripada y ensangrentada en las últimas filas de las gradas.
—Pueden cambiarse de asiento, la parte del público que ha presenciado en directo la caída mortal de nuestro artista. ¡Lástima que solo nos haya durado unos minutos y les haya ensuciado sus butacas! ¡Continúa la función! —les informó una voz en off.
—Distinguido público de la sala, damos paso a las Hermanas Ching Punk Chei, llegadas del Japón y ataviadas con sus flamantes y vistosos quimonos, que seguidamente les van a ofrecer su espectáculo de malabarismo, único en el mundo, donde sus componentes tratarán de lanzar girando en el aire unas cuantas docenas de huevos que lograrán acabar estampándose en sus extremidades, por si acaso cúbranse la cabeza no vaya a ser que alguno de esos huevos saltarines les alcance... Por último, finalizarán con un atrevido número de malabarismo con bates de béisbol macizos que se lanzarán unas a otras sin perder la sonrisa y el compás —comentó el presentador en tono grave y solemne.
No había transcurrido mucho tiempo, cuando en el escenario quedaron tendidos los cuerpos magullados de las audaces malabaristas... Rápidamente un equipo de camilleros los fue retirando mientras la orquesta interpretaba la marcha fúnebre de Sigfrido de Wagner...
—Disculpen, pero el espectáculo debe continuar. ¡No se pierdan el gran sorteo final —volvió a interrumpir aquella misteriosa voz en off—
—Prepárense para la siguiente actuación de nuestro intrépido domador de fieras salvajes, Hércules Musculator, toda una leyenda, pues ya no actúa como hombre sino como espíritu del Olimpo debido a un mortal ataque de un tigre de Bengala que lo devoró. Observen como las fieras se dedican a hacer calceta en sus jaulas mientras el indestructible domador hace ostentación de sus especiales y seductores encantos espectrales dispuesto a hipnotizar a quienes le miren de frente sin hacerle reverencia —dijo el presentador con su habitual tono de voz.
—Tras reponerse del trance tomando unos refrescos en el intermedio, continuamos hasta la recta final para los más insensatos que aún siguen con nosotros interesados por participar en el fabuloso sorteo —volvió a intervenir con socarronería aquella voz en off.
—Seguidamente serán testigos silenciosos de nuestro número de magia con el formidable Tunantón pariente lejano de Tutankamón y uno de los más reconocidos prestidigitadores en cientos de miles de kilómetros a nuestro alrededor. Por favor procuren estar atentos a sus carteras, bolsos, bolsillos, etc. porque no nos hacemos cargo del efectivo u objetos de valor que lleven consigo. Nuestro personal de asistencia al público pasará después a tomar nota de las denuncias que puedan producirse, disculpen las molestias y traten de calmar sus nervios —afirmó la voz del presentador.
—A continuación, tenemos el disgusto de ofrecerles otra nueva actuación de nuestras melancólicas payasas viudas, sus rostros reflejan la tristeza y los tonos oscuros de su maquillaje invitan a la compasión y el sufrimiento. Sus patosos movimientos, así como sus estúpidos chistes y esa música anodina con la que nos fastidiarán durante un buen rato, lograrán acabar con su paciencia o sumirles en un intenso carrusel de emociones a cuál más desagradable —comentó sin inmutarse el presentador.
—Nuestro próximo show, va a dar comienzo con la perturbadora presencia de Samantha Braille: la lanzadora de cuchillos, pariente del famoso creador del sistema de lecto-escritura para ciegos y heredera también de su pérdida de visión que haciendo honor a su valentía y coraje se ha convertido en un notable peligro público y toda una leyenda del circo. Les rogamos disculpen las molestias, así como los daños colaterales que puedan derivarse, y para nuestro querido público masoquista que continúa tan complacido desde el principio, le acompañamos en su sentimiento placentero de dolor y espanto —volvió a anunciar el impávido presentador.
—Por último, le toca el turno a nuestro invitado especial, Godofredo Pestilente o el hedor permanente, de ahí que se haya ganado a pulso el título de "el hombre torpedo", pues nadie ha logrado la increíble "hazaña" de vaciar su carga de gases intestinales o de fétidas pedorretas por encima de 2.500 milibares de presión, capaces de levantar del asiento a todo el público asistente y lanzarlo incluso al exterior de este recinto. De modo que les pedimos encarecidamente que se coloquen bien las máscaras antigás que les hemos dado a la entrada y procuren contener la respiración lo más posible, bueno si no lo consiguen del todo, tampoco se molesten mucho porque los efluvios de sus descargas atronarán la sala más que de ruido de gas, por consiguiente, los que quieran, pueden ya irse largando o aguantar el tipo para asistir finalmente al sorteo de un viaje con atractivo o atractiva acompañante a una isla paradisíaca para quedarse allí el tiempo que quieran —acabó diciendo el autómata presentador.
¡Madames et monsieurs, ladys and gentlemen, señoras y señores, niños y niñas!... Nos sentimos muy orgullosos de haberles podido ofrecer el mejor espectáculo del mundo donde solo unos pocos privilegiados han conseguido disfrutar de la velada, otros menos han sobrevivido con irreprochable estoicismo, mientras que la gran mayoría nos ha ido abandonando por su propio pie o con los pies por delante... ¡Toda una pesadilla que le acompañará incluso en el más allá!
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Hola. He disfrutado de la musicalidad y del contenido de la historia. Un absurdo divertido y ameno como tú sabes hacer. Un saludo.
ResponderEliminarUn espectáculo de lo más loco y original el que has traído hasta la puerta de nuestros interfaces.
ResponderEliminarRealmente el circo más original con actuaciones nunca vistas, algunas de ellas únicas e irrepetibles por defunción del artista.
Un texto de lo más excepcional, con ciertos momentos de prosaica poesía y con momentos de irónica guasa que nos dejó patitiesos sentados en nuestras butacas de primera fila.
¡Genial! todo el despliegue de medios imaginativos para montar este circo que te traes entre manos y renglones.
Un abrazo jefe de pista de narrativa pulcra.
nos encanta tus relatos!!!!nos divierte y alegra el dia!
ResponderEliminarNo sé si serán bienvenidos, porque el texto transmite una agresividad que para nada es pasiva, miedo da y mucho, :D Eso sí tiene cada perla que es merecedora de ser leída, releída y vuelta a leer, porque lo que es a mí me ha hecho reír lo que no está escrito, jajaja
ResponderEliminarQué bueno Estrella, insuperable! ;)
Besos.
De los tiempos del circo romano a los días que corren, sigue el mayor espectáculo de la tierra. No es el ofertado por la versión de De Mille, muy menos por la tierna magia de Chaplin en su película de 1925. Es solamente el mundo perro a nosotros ofertado cotidianamente, de forma trivial, como se fuera la cosa más normal del mundo. El cuento de la Estrella me llevó cerca de algunos programas de televisión de baixíssima calidad que son ofertados a los pobres espectadores sin opciones en las tardes enteras de los domingos, a punto de dejarlos maravilhados, enfastiados y extasiados. Pero, en el fondo, todos nosotros, queriendo o no, tenemos asiento garantizado en este circo generalizado que nos oferta el horror en forma de maravilla.
ResponderEliminarEres genial, Estrella, y muy original, estás en el sitio adecuado, querida amiga, bordas todo lo que haces, mi felicitación.
ResponderEliminarFeliz martes.
Un abrazo.
Hola Estrella,,mira que he ido a circos pero en ninguno de ellos me reído tanto como en este!!.Y eso aun presenciando alguna que otra desgracia,pero con mucha gracia.
ResponderEliminarBesos enormer
Jajajajajaja eres la leche!!!
ResponderEliminarQue bien lo he pasado, querida, que talento tienes, mira que vi circos con mis chicas cuando eran más peques pero como éste, jajaja ninguno, pura magia mental y una imaginación exquisitamente estructurada en algunos párrafos en una prosa muy fresca y muy amena.
Aún sonrío :-)
Besos, mi entrañable y querida amiga Estrella.
Jajajajjaja ¡Qué divertido!
ResponderEliminarEstrella, te doy mi palabra que pensaba que estaba en la calle, como cuando era niña, y oía el coche de los megáfonos anunciando el circo por toda la ciudad.
A decir verdad, no me gusta el circo, bueno en realidad no me gusta ningún circo que no sea el tuyo por el que me moriría por asistir a la función.
Me ha encantado la actuación del hombre pestilente ¡Imaginación al poder!
Desde luego que ha sido un acierto esta serie de relatos surrealistas. Me tienen absolutamente enganchada. Enhorabuena.
Y... esperándote me quedo... hasta el siguiente relato...
Muchos besos.
Espectacular. El relato comienza como una invitación al lector para que abandone su vida gris y vaya a visitar ese circo, que se presenta como una metáfora de una vida de color... pero después de esos "consejos publicitarios" las actuaciones van deviniendo en algo macabro, terrorífico... Todo un espectáculo para los sentidos y las emociones del lector. Fantástico!
ResponderEliminarEn ese circo hay de todo y servido en bandeja... jajajaja. Imagino que no durarán mas de un día en cada pueblo o ciudad, dejando atrás un tendal de fiambres (muertos), magullados o asfixiados por las emanaciones de don Pestilente.
ResponderEliminarRelatado con mucha gracia y soltura, divierte y saca sonrisas.
Me gustó mucho, Estrella.
Besos.
Hola!!!!
ResponderEliminarQué bueno Estrella!!!! Es muy original, muy bien escrito y me encanta la mezcla de humor un tanto absurdo y miedo.
Me ha encantado, de verdad.
Un beso enorme.
¡Escucha mis aplausos y una sonora carcajada, más una fuerte ovación por el tamaño espectáculo!
ResponderEliminarUn principio pacífico, una tentación por la efímera felicidad, una aprobación por ser controlados, y unas consecuencias fatales gracias a la ignorancia de no creer saber pensar por libre.
Desde los más pequeños a los más ancianos todos pasaron por el aro. Una vez tentados con lo que verdaderamente no importaba, hubo de pagar el precio por la falta de fe en uno mismo y creer que se podía vivir bien siendo lo que no se era. Todos sin excepción pasaron a formar parte del gran espectáculo, que bien podría ser el circo de la vida. Y todo continúa como si nada, gracias a la manipulación orquestada.
Toda una comparsa de sentimientos fúnebres. Y siguen en la inopia, todo a cambio de un lavado de cerebro por el que asintieron en participar.
Queda la esperanza, para aquellos que vieron que todo era una farsa y regresaron al principio. Y unos llevarán a otros.
Gracias, querida amiga Estrella, por la estupenda interpretación de “Matrix” que con tu singular imaginación y conocimiento me pusiste a ver la obra.
¡Un fuerte y risueño abrazo!
P.D. Leí la interpretación en tono cantarín jajaja.
La función continua...
ResponderEliminarLectura amena, capaz de hacernos sonreír.
Un abrazo, querida Estrella.
Dicen que el circo es un espectáculo abocado a la extinción. Si todos los circos se presentaran como este Circo Extraordinario, el mundo circense volvería a ser el Primer Espectáculo del Mundo (por delante del fútbol y todo).
ResponderEliminarGenial, Estrella, me he sumergido en un mundo irreal y fantástico que me ha hecho disfrutar mucho.
Un beso muy grande.
Me gustó esta pieza, absurdo total con su buena dosis de humor negro. Me recordaste un poco a un grande de mi país: Virgilio Piñera, de quién, casualmente, el otro día hablaba con mi paisano Jonh Madison. Te recomendaría la lectura de sus “Cuentos Fríos”, son una verdadera delicatesen.
ResponderEliminarEl tono es muy acertado, y me gusta que sea desde el punto de vista del pregonero que se cuente parte de la historia.
Me encanta la décima, soy fan de esta estrofa y, mientras te leía, me imaginaba toda la historia en verso, como si fuera cantada por un antiguo juglar. Algo así:
Y usted distinguida dama
Sálgase del lecho presta
que una ocasión como esta
no va encontrar en la cama.
Olvídese ya del drama,
vístase usted de diario
y rebusque en el armario
aquel vestido de antaño.
Embútalo, aunque ese paño
sea pieza de anticuario.
Espero me perdones el dislate. Un cálido abrazo. Mucho aché. Nos leemos.
Humor negro del mejor. Es un género hecho a la medida de tu armadura para resistir entre el público masoquista con el que nos toca presenciar el espectáculo de la vida. Además de mirada de lince tienes un enfoque tan amplio que estás en todo: en el campeón del sillón, en la hojalata ecológica reciclable, en "Sigfrido" y el notable peligro público que es Samantha Braille incluido.
ResponderEliminarAcabo de leer una exacta versión de la realidad en Sol Mayor. Un lujo este post, querida Estrella Amaranto. ¡FELICITACIONES!
Desde el principio se hace uno a la idea de que estamos ante un texto del humor absurdo pero encantador que suelen tener quienes promocionan sus espectáculos ambulantes. Eso sí, ha sido aquí donde las cosas se han desmadrado y raro sería que hubiera sobrevivido la mitad del aforo jaja. En cualquier caso (habrá quien ya no se coma albóndigas con la misma tranquilidad), un buen texto en la finalidad pretendida, que creo que no era otra que entretener más que contar una historia, así que muy bien. ¡Un saludo!
ResponderEliminarA lo largo de mi vida he ido al circo sobre todo cuando los niños eran pequeños cada año acudíamos a ver el espectáculo. Me has introducido en este circo y el surrealismo con que lo cuentas me ha hecho reír. Desde las primeras palabras he e estado atenta a lo que allí acontece, risas y penas por las actuaciones de riesgo de los artistas. Pero como lo cuentas tan poético la tragedia ha quedado en segundo lugar. Que deleite de lectura, me has hecho pasar un buen rato. Un abrazo Estrella.
ResponderEliminarUna locura de función, Estrella, pero que cautiva desde su anuncio hasta su delirante final. El humor y el absurdo están presentes en todo el texto, pero tan bien promediados que hacen una combinación irresistible. ¡Bravo por ese circo extraordinario!
ResponderEliminarUn abrazo de jueves.
Hola Estrella.
ResponderEliminarPor fin después de leerte en varias ocasiones me decido a dejarte mis humildes impresiones de tu relato.
Y es que tratándose del circo rápidamente me vino a la cabeza la película de Henry Hathaway 'El fabuloso mundo del circo', pero al leerte con tus toques de humor, la escena del camarote de los hermanos Marx de 'Una noche en la ópera' se asemejó más al espectáculo propuesto que unieniendo ambos términos me daría para la siguiente conclusión :
El fabuloso camarote del circo.
Un saludo y quedo apuntado a tu blog, gracias Estrella.
Estrella,
ResponderEliminarCombinas el humor negro con una delirante imaginación y entretejes un relato que juega entre lo absurdo y la realidad más hilarante. Me ha recordado llevado al extremo uno de esos programas que tanto triunfan en televisión, mira que si te leen hacen un reality sobre ese circo... ¿Por qué no estamos en un mundo donde todo vale para entretener al espectador?
Un beso amiga
Hay de todo en esta espléndida muestra de creatividad. Conservas la magia del circo que todos hemos conocido de niños y además le agregas dosis de sarcasmo y hasta horror, sin dejar de lado la pestilencia del final. Una obra maestra de lo que puede la Literatura. Saludos Estrella, has estado magnífica.
ResponderEliminarAriel
Me gusta mucho el humor en la literatura, y sobre todo, la gracia que tienes para entregar el mensaje de tus historias a los lectores.
ResponderEliminar¡Ay, el circo! Déjame que te diga, Estrella, que esta entrada me ha transportado a mi niñez, fui muy de circo yo. Mi madre me llevaba a la ciudad deportiva cada año a ver los espectáculos circenses. Así que ya te puedes imaginar cuantos recuerdos gratos me has traído.
Un abrazo.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios:
ResponderEliminarLuy Albertos - Francisco Moroz - Buho Evanescente - Irene F. Graza - J.E. Guimaraes - Carmen Silza - Fantasía y Realidad - Yayone Guereta - El mundo con ella - David Rubio - Mirella S. - Marigem Saldelapuro - Mila Gómez - José Ayllón - Kirke Libris - Ovidio Moré - Egle Giménez Rossi - José Carlos García - María del Carmen Píriz - Julia C. - Miguel Pina - Conxita Casamitjana - Hola, me llamo Julio David - R. Ariel - Jonh Madison.
jajjja!!!!!!!! qué bueno Estrella, tenía ganas de saber como se te daba el humor, y se te da de lujo compañera. Esperpéntico, onomatopéyico, inteligente y rítmico. Me ha gustado sobre todo cuando rizas el rizo y haces un allez Hop! con las frases tan seguiditas de " si están sentados en...sillón, sofá, silla, mecedora..."
ResponderEliminarAplausos y ovación cerrada.
Me alegro mucho de volver a encontrarte, Tara, por mi blog y que te hayas tomado la molestia de investigar cómo afronto este género del humor, además ya veo que has disfrutado mucho con esta historia, lo cual siempre es un placer saberlo.
ResponderEliminarPrepárate, Isabel, tu butaca y palomitas, porque mañana compartiré una nueva entrada, precisamente de humor, con lo que ya me contarás tus impresiones.
Muchas gracias por tu encantadora presencia y por estas bonitas palabras que dedicas a mi texto.
Un abrazote y feliz fin de semana!!!
Me recuerda a un cuentito que escribí de corte parecido al tuyo, titulado "Pyaso enamorado" a ver si lo repongo y ya me dices que te parece Estrella.
ResponderEliminarMe parece genial que repongas ese cuentito, estaré encantada de leerlo y darte mi opinión ¡no faltaba más!
ResponderEliminar¡Feliz noche! cielo.
Pura épica narrativa con lingotazos dadaístas. El,lector empedernido agradece dejarse llevar por este “viaje” sustitutivo de cualquier hongo agazapado. Gracias
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