vibskov & emenius. |
Después de las continuas desescaladas que van permitiendo la transición para retomar el pulso de nuestro país
asolado por la pandemia y como en otras ocasiones he comentado, por la
incompetencia de los políticos, que es evidente, nos llevarán a padecer
la mayor crisis económica como si la cápsula del tiempo nos hubiera
hecho retroceder a las penalidades de la posguerra en España de la mitad
del siglo pasado, sin que ninguna voz se interponga para denunciarlo y detener a quienes siguen su hoja de ruta sin inmutarse lo más mínimo. Ya sé, que a
muchos os pueda parecer que soy pesimista en mis suposiciones, pero a
partir de septiembre ya me contareis al respecto.
La parte positiva es que muchos dejareis de preocuparos por los
madrugones para desplazaros a vuestros lugares de trabajo, que ya han
dejado de existir porque trabajareis dentro de casa y tendréis una convivencia con el resto de la familia mucho más directa y con mayor dedicación. También supongo que podréis
dedicar más horas a la lectura y a otras aficiones que no requieren un
espacio más amplio y al aire libre. De igual modo, espero que no dejéis escapar la vida esclavizados por el trabajo y administréis
bien el tiempo.
Seguro que me habré olvidado de muchas otras cosas importantes y que
forman parte de vuestras vidas, pero no conviene que me exceda y acabe
distrayendo vuestra atención.
Deseo de corazón que tantas familias que están a punto de pasar hambre, no sean olvidadas ni se vean arrojadas al abismo de la desesperación. ¡Ojalá me equivoque!
Quiero también compartiros este nuevo y original relato de estilo surrealista y con lenguaje poético, espero que con la imaginación acompañéis a estos dos protagonistas hasta una meta inalcanzable: la que solo describen las palabras con traje de emoción.
Asomados al balcón de los confines del mundo y entre una multitud abatida por las sombras de un pasado, os divisamos enfundados en vuestros monos lunares y cascos cúbicos, partiendo en solitario desde la línea de salida en una veloz carrera de obstáculos con rumbo a una meta insospechada: el laberinto de Teseo, bajo la mirada iracunda del Minotauro…
Se trataba de un biplaza amarillo con flecos de papel de seda, una auténtica liebre con botas de caucho agazapada para dar el salto definitivo y sorprender a los incautos pilotos con monos ignífugos, fusionados al cuero del volante, desafiando los peraltes de las curvas a velocidades máximas.
Desde la polvareda del recuerdo, alumbrado de cadencias sostenidas sobre pancartas anunciando vuestra presencia y talento insólito, os vimos pasar de largo, en la nada más absoluta de un circuito extraordinario, como dos polichinelas de cartón piedra sin rostro definido ni guión teatral.
El espectro de lo invisible cierne banderas de aventura en rojo sobre vuestras cabezas, quizás forméis parte de otro universo paralelo, que recorre el mismo circuito con idéntico vehículo de cuatro ruedas sin motor y directo al abismo de las abejas que cosieron vuestros trajes de pergamino amarillo y dianas negras.
No podremos afirmar que fueseis Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna enfundados con trajes siglo veinte e inmortalizados con haluros de plata, calentando motores en la parrilla de salida, después de ser sancionados durante los entrenamientos. Quizás solo fuerais testigos de alguna de sus tardes de gloria escuchando el frémito de la maquinaria, disfrutando de la mejor carrera del mundo bajo el paraguas abierto de un paraíso de meteoritos gigantes.
Nunca estuvisteis tan cerca de la victoria, ni tampoco hubo sospechas del sabor agridulce de vuestra experiencia, al derrapar en la última curva, que os levantó del suelo para lanzaros a cientos de kilómetros antes de la colisión y propulsados directamente al firmamento.
Se trataba de un biplaza amarillo con flecos de papel de seda, una auténtica liebre con botas de caucho agazapada para dar el salto definitivo y sorprender a los incautos pilotos con monos ignífugos, fusionados al cuero del volante, desafiando los peraltes de las curvas a velocidades máximas.
Desde la polvareda del recuerdo, alumbrado de cadencias sostenidas sobre pancartas anunciando vuestra presencia y talento insólito, os vimos pasar de largo, en la nada más absoluta de un circuito extraordinario, como dos polichinelas de cartón piedra sin rostro definido ni guión teatral.
El espectro de lo invisible cierne banderas de aventura en rojo sobre vuestras cabezas, quizás forméis parte de otro universo paralelo, que recorre el mismo circuito con idéntico vehículo de cuatro ruedas sin motor y directo al abismo de las abejas que cosieron vuestros trajes de pergamino amarillo y dianas negras.
No podremos afirmar que fueseis Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna enfundados con trajes siglo veinte e inmortalizados con haluros de plata, calentando motores en la parrilla de salida, después de ser sancionados durante los entrenamientos. Quizás solo fuerais testigos de alguna de sus tardes de gloria escuchando el frémito de la maquinaria, disfrutando de la mejor carrera del mundo bajo el paraguas abierto de un paraíso de meteoritos gigantes.
Nunca estuvisteis tan cerca de la victoria, ni tampoco hubo sospechas del sabor agridulce de vuestra experiencia, al derrapar en la última curva, que os levantó del suelo para lanzaros a cientos de kilómetros antes de la colisión y propulsados directamente al firmamento.
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Un estupendo relato, Estrella. Original y diferente, aunque a mí no me gustan las carreras, pero admiro el valor literario que tiene el texto. Muy bien escrito.
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz domingo
Estoy de acuerdo contigo. Vamos a la ruina. Gran relato. Un beso
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, mi querida amiga. Es un relato totalmente distinto y reconozco que muy bueno. La música es el colofón y le da esa distinción de fantasía. El vocabulario es como distintas vías o calles para transitar.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ❤️
Hola.
ResponderEliminarQué buen relato. Me encantan las carreras de F1, d ehecho he ido a un par de ellas, una en España y otra en Francia. Y adoro a Teseo el minotauro, mi madre me contaba la historia a la hora de comer, así que has hecho un relato de diez.
Enhorabuena porque es muy chulo, con un gran vocabulario y entretenido.
Feli domingo.
Quise decir Teseo y el minotauro.
EliminarGran relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amiga Estrella, yo me siento una privilegiada por conservar mi trabajo en tiempos tan duros, por mi situación laboral, e debido seguir trabajando incluso en estado de alarma, pero ello no me ha impedido para pasar el resto de horas libres con mis hijos. A mi todo esto de la desescalada me recuerda a los juegos del hambre por ver quien pasa primero de fase... Esperemos que las personas tomen conciencia de esta situación y que de nada sirve correr si no se hacen bien las cosas.
ResponderEliminarMe ha encantado el enfoque que le has dado a tu relato que tiene mucho de realidad.
Espero que te encuentres bien y resto de familia, te dejo mis cariños y miles de besos.
Te me cuidas amiga.
¡Hola, Estrella!Bonito relato muy ameno y creativo.
ResponderEliminarEspecialmente me ha gustado mucho la mención del minotauro y Teseo.
Un fuerte abrazo y mucho animó.
Suele pasar en muchas vidas que la emoción termina propulsando al hombre hacia lo infinito sin posibilidad de retorno. Supongo que eso es morir como uno desea.
ResponderEliminarUn besazo, Estela. Yo también estoy en "modo pesimista".
Un relato lleno de suspenso
ResponderEliminary con palabras gratas al oído
en un dia de lluvia constante
te leo y sonrío
La experiencia ha dejado sin duda un cambio que no se olvidará. Lo que nos tiene pensando a muchos es, si con algo como el COVID19 que su peligrosidad y contagia son a nivel medio, se fueron las cosas a un punto tan malo en tantas áreas, ¿qué pasará cuando en el futuro llegue un reto mucho más serio? Quedó claro la falta de preparación en todos lados. Ahora que volvamos a nuestras vidas cotidianas, ese pensamiento estará ahí clavado.
ResponderEliminarUn bonito relato amiga, he recordado cuando iba a ver los espectáculos de F1 con mis hijos. Lo que dices lo creo, aqui en Monterrey vamos lento pero cada día mas infectados y aqui en casa hasta Agosto, eso dicen los políticos, y lo que falta, se que sera terrible la crisis económica que azota el mundo. Saludos y abrazo amiga Estrella. Cuidate mucho.
ResponderEliminarUn relato tan surrealista como la situación que estamos ahora mismo viviendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quito el sobrero, amiga Estrella. Un relato fantástico, surrealista, sobre todo en la primera lectura, pero más mágico en la segunda, donde vas topándote con las semillitas y guiños que vas dejando por el relato. No soy de ese tipo de deporte, me parece algo desigual, aunque no sé si en los tiempos de los campeones que narras sería más ecuánime, sin embargo sí que disfruté mucho de la lectura.
ResponderEliminarFelicitaciones por un grandísimo relato.
Un abrazo.
El relato acompaña esta película de ciencia ficción que estamos viviendo...y nos hace protagonistas en primera fila.
ResponderEliminarFuel Fandango, son muy divertidos en concierto, me has traído buenos recuerdos a la memoria. Besos de aquí a Marte.
Es un relato donde la trama pasa a un segundo plano para disfrutar de las imágenes y de las palabras elegidas. El final puede parecer catastrófico, sin embargo me los imagino con sus trajes a lunares y escafandras cúbicas, como dos astronautas que exploran el espacio buscando lo que en la caótica vida-carrera de este mundo no les ha ofrecido.
ResponderEliminar¡Muy bueno, Estrella!
Un gran abrazo.
¡Hola, Estrella! Bueno, comenzando por tu comentario inicial, desde luego que las autoridades tienen muchas preguntas que responder, aunque me temo que, como siempre, seamos el pueblo llano quien tenga que pagar las consecuencias de su ineptitud. Desde hace un tiempo, antes del coronavirus, parecía cierta una crisis económica a finales del 2020. ¿Será la pandemia la excusa perfecta para justificarla? No sé, a la que nos ponemos a revisar la hemeroteca, más allá del torrente diario de información tan dirigida e intencionada, vemos cosas muy raras. En fin...
ResponderEliminarTu relato es desde luego una exibición visual de imágenes, diferencias dos puntos de vista. El estático del narrador plural que desde los balcones vemos a esos bólidos. Desenfrenados, luminosos, que de tan rápido se salen de la curva cerca del final. Es un relato surrealista, como lo presentas. Por tanto priman las sensaciones que nos deja al lector según sus opiniones o su forma de ser. En mi caso, y pese al desenlace, casi preferiría pilotar ese bólido a observarlo. Y es que la vida es pasión y acción, aunque haya que pisar el freno de tanto en tanto. Pero mejor por exceso que por defecto. Un fuerte abrazo!!
David: que bueno lo que has dicho!!!¿Qué puedo comentar despues de eso?
EliminarEn silencio sigo leyendo
Estrella te has lucido en grande con esa creatividad imaginativa, pues tu relato me parece un bello homenaje a Sena, "Era insuperable", adoraba ver esas carreras en mis años mozos. De Fangio poco o nada sé, ni soñaba nacer cuando se retiró, pero ví que era el mejor piloto de su época o de todas, no sé.
ResponderEliminarSabes Estrella, me digo que esas almas que se destacaron y fueron grandes en algo en particular, por alguna razón van a parar a algún lugar hermoso a seguir siendo grandes y haciendo lo que mejor sabían hacer, como Michael Jackson por ejemplo, debe estar cantando, bailando y componiendo en algún lugar del universo (si es que murió, tengo mis didas).
Ambos pilotos fueron personas muy por encima de la capacidad promedio, que además no temían a la muerte, por el contrario, la desafiaban a diario.
Así que hacer este relato donde ambos se encuentran en algún lugar del espacio (donde no existe el tiempo) corriendo a toda velocidad, divirtiéndose en grande, y que puedan encontrarse para colisionar, es ya todo un reconocimiento especial a su legado.
Desde luego que en sentido figurado tu relato tiene otras aristas por donde reflexionar sobre la vida, pues así como veíamos pasar de rápido esos carros de formula 1 por una pantalla, así mismo vemos nuestra vida pasar de rápido, sentados como simples espectadores, sin que hagamos nada por detenerla, ni por pasar a ser los pilotos de nuestra existencia y dejar de ser manipulados por alguien o algo casi siempre. Los acontecimientos actuales si que no nos han dejado otra alternativa que mirar hacia afuera y si somos inteligentes, dejar de hacerlo y volvernos hacia dentro, a nuestro interior, donde somos libres y nadie puede entrar a poner rejas ni reglas.
El lenguaje hermoso y con palabras que tendré que buscar en san google.
La música, como siempre muy apropiada, quedó bien para esa carrera imaginaria, aunque te diré que no se quienes son Fuel Fandango, ja, ja.
Te dejo un cálido abrazo querida amiga.
P.D. Me gustó mucho ese "Disfrutando de la mejor carrera del mundo bajo el paraguas abierto de un paraíso de meteoritos gigantes." Creo que así estamos nosotros, pero sin paraguas...
Wonderful poetic story!
ResponderEliminarI am very impressed by your fantasy and words.
Have a wonderful week!
¿No es la meta de muchos llegar al cielo (firmamento)? Quizás sí alcanzaron la victoria.
ResponderEliminarSupongo que el surrealismo nos permite soñar lo que queramos. No hay límites, no hay reglas, no hay ni siquiera formas definidas...
Besos
PD. Estrella, no iba a decir nada, pero ya te he leído hablar antes de la incompetencia de los políticos (incluiríamos a políticos de todo el mundo). No voy a defender a ninguno, pero sí hacer un par de apuntes. La crisis económica viene de mano de la pandemia, hagamos lo que hagamos, porque el único modo de frenarla es frenar nosotros, y eso tiene serias repercusiones económicas. Y, en segundo lugar, creo que a estas alturas no podemos culpar de la pandemia a las autoridades. Ya es responsabilidad nuestra, hace un buen rato. Y sigue habiendo infinidad de personas que se siguen saltando los cuidados mínimos. Es que, y por eso no me callé, me preocupa que muchos de los que nos siguen poniendo en riesgo se escuden en la incompetencia de los políticos para no asumir la responsabilidad propia.
Guau! Genial y surrealista relato. Un reflejo abstracto de la situación que estamos viviendo.
ResponderEliminarQué difícil todo... La velocidad con la que cambia la vida. Correr y correr sin saber muy bien hacia donde...
Pero hemos descubierto que no tenemos el control. Que en cualquier curva o cambio de rasante en el terreno nos puede llevar a ninguna parte. Al abismo... tal vez.
En esta pandemia mientras no surja una vacuna o la forma de paliar las graves complicaciones de la infección.. estaremos vendidos.
El error... el gravísimo error fue despreciar los riesgos que se vieron venir. Una actuación más rápida nos hubiera colocado en otro escenario, quizá, más controlable. Con otras cifras de contagiados y fallecidos. Cifras que no son cifras... son seres humanos Cada uno de ellos.
Se sabe que habrá otra oleada... y no sabemos su alcance. Tampoco si el virus será más o menos agresivo. En realidad... no sabemos nada. Caminamos a ciegas. Por no hablar del tema económico... Un desastre. Una pesadilla.
Un placer pasar a leerte.
La emoción sobre ruedas expresada con palabras llenas de metafórica poesía que denotan el gusto por la velocidad y la adrenalina que ocasiona.
ResponderEliminarUn abrazo. Y esperemos que el futuro nos depare menos pesimismo que el de tus predicciones de encabezamiento.
Mi querida y entrañable amiga, un magnífico relato tan surrealista como lo es la situación que vivimos actualmente. Nunca dejarás de sorprenderme, tu inspiración y tu imaginación son inagotables y que así siga.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño y un cargamento bien repleto de besos desde todos los puntos de mi universo, Ser hermoso.
¡Hola, Estrella!
ResponderEliminarMuy bonito relato, me gustó la originalidad. Muy bien plasmado el estilo surrealista y el lenguaje poético.
Bueno respecto a las carreras de F1,. admiraba mucho a Ayrton Senna, por su profesionalismo en los campeonatos de carrera. Me dio mucha pena cuando falleció justo en plena competencia. Sobretodo muy joven. Confieso que actualmente ya no me llama la atención. Se expone la vida y solo por querer ganar.
Gracias por compartir tu bonita obra.
Un abrazo. 🌷😘
Distinto estilo y muy original. No soy fan de las carreras y me gustó el final de alcanzar el cielo.
ResponderEliminarEsperemos que podamos salir Todos de esta crisis en que estamos y sobre todo que se pueda ayudar a los más desfavorecidos, que por desgracia hay y habrá más.
Cuídate.
Un abrazo.
"Después de las continuas desescaladas que van permitiendo la transición para retomar el pulso de nuestro país asolado por la pandemia y como en otras ocasiones he comentado, por la incompetencia de los políticos, que es evidente, nos llevarán a padecer la mayor crisis económica como si la cápsula del tiempo nos hubiera hecho retroceder a las penalidades de la posguerra en España de la mitad del siglo pasado, sin que ninguna voz se interponga para denunciarlo y detener a quienes siguen su hoja de ruta sin inmutarse lo más mínimo. Ya sé, que a muchos os pueda parecer que soy pesimista en mis suposiciones, pero a partir de septiembre ya me contareis al respecto".
ResponderEliminarPor desgracia estoy contigo, amiga Estrella. Soy de la misma opinión. Como diría mi abuelo, «Dios nos ampare». Ojalá nos equivoquemos en la apreciación sobre el futuro económico desastroso que nos espera luego del paso del Covi19, sumado a la tristeza por las vidas perdidas.
En cuanto al relato me parece muy imaginativo. A eso le llamo yo aprovechar el confinamiento para inventar un nuevo territorio con un paisaje completamente diferente del que nos toca por estos días, tan desolado.. Vivaz, hablamos de.una carrera, según nos cuentas en los confines del mundo. Me ha gustado mucho la vestimenta ta de los personajes como dato al lector que lo teletransporta, sin duda, a ese mundo creado por el autor.
También a mí me ha gustado la referencia al laberinto y el minotauro.
Un placer leerte, Estrella Amaranto.
Abrazo.
Quien vive en el riesgo por voluntad propia supongo habrá pensado sobre lo que sucede cuando se rebasa el límite de todo...así es como aquellos que pensaron que solo afectaría a un solo sector su estrategia de muerte...pues erraron, ahí a todos nos tiene n convencidos en el MIEDO paralizante para no emprender la carrera...que al final ni tendremos escapatoria, si nadie es perpetuo aquí en este mundo tal cual es...pero la arrogancia del hombre supera la imaginación y se vuelve un necio.
ResponderEliminarEspero estés muy bien.-
Vivir en el límite,... quizás ese fue una de las premisas que guiaron la vida de esos dos grandes corredores,... y quizás al límite nos toque vivir a partir de ahora. Esta sociedad que de alguna manera nos convenció que éramos invulnerables y que la naturaleza se encargó de demostrarnos que eso que nos contaban era una patraña,... y sobre todo que no hay nada absoluto,... excepto quizás los sueños. Me ha encantado tu relato. Cuídate!
ResponderEliminarMe alegra ver como te sobrepones y la escritura te lleva más allá del desánimo por la incertidumbre de todo lo que nos rodea.Original relato, ¡qué bien tejes con las palabras!
ResponderEliminar¡Cuídate mucho!