octubre 14, 2019

# Artículo de crecimiento personal

La envidia


Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, tiene dos significados:

1. f. Tristeza o pesar del bien ajeno.
2. f. Emulación, deseo de algo que no se posee.

Se trata de una emoción bastante destructiva para uno mismo, ya que si no sabemos superarla nos hará sentirnos unos desgraciados.

Una gran frase acerca de la envidia la pronunció William Shakespeare: "Qué cosa más amarga mirar la felicidad a través de los ojos de otro hombre."

Este sentimiento se origina cuando establecemos comparaciones con los demás, ya que tenemos la mala costumbre de valorar a los otros de acuerdo a aquello de lo que carecemos, sin tener la lucidez suficiente como para pensar en aquellas cosas que tenemos tan positivas. Por eso cuando dejamos de compararnos con los demás es cuando aumenta nuestra autoestima, porque somos únicos e incomparables. Nadie es igual a nadie, por tanto no tienes necesidad de imitar al otro o pretender ilusamente ser igual que él/ella, ya que nunca lo conseguirás y eso te llevará a ser infeliz y envidioso.

También esta emoción aparece cuando viene acompañada de la avaricia, la frustración, el rencor o el odio y como tal no puede ser un sentimiento positivo, sino todo lo contrario, aunque popularmente oigamos esa expresión de "envidia sana", que no es más que pura hipocresía o la excusa perfecta para evadirnos de esa negatividad. Cuando las personas sufren de envidia constante suelen sentirse frustradas y eso les lleva a padecer depresiones.


Cuando asumimos con naturalidad y buen humor lo que somos y aquello a lo que aspiramos a convertirnos es cuando notamos que estamos en paz con nosotros mismos. No lo confundas con ser conformista, porque un poco de ambición es necesaria para crecer y aumentar nuestra autoestima, de modo que lo esencial es la coherencia entre mente-emociones-actos, este trinomio es fundamental que lo mantengas en equilibrio constante para no entrar en contradicciones o frustraciones contigo mismo. Evita las comparaciones y observa las cosas desde tu propia percepción, sentimientos o expectativas de futuro.

Desde el instante en que nos parece que no vivimos la vida, porque todo a nuestro alrededor es pura monotonía o, empezamos  carece de suficiente motivación para vivirla, es cuando prejuzgamos a los demás como "afortunados" si les vemos felices, lo cual agrava aún más nuestra desdicha y este es el mejor caldo de cultivo para generar esa envidia tan negativa que nos aparta del contacto humano o de las relaciones sociales. 

Otras consecuencias de la envidia son la apatía, la negatividad y el conformismo, así Harry Stack Sullivan definió la envidia como "un sentimiento de aguda incomodidad, determinada por el descubrimiento de que otro posee algo que nosotros creemos que deberíamos tener". El discurso del envidioso es repetitivo, monocorde y compulsivo sobre aquello que envidia y con lo que compite. 


Finalmente hago una recopilación de textos de famosos escritores españoles que nos hablan sobre este asunto:

Baltasar Gracián escribió en su Arte de la prudencia: "No hay venganza más insigne que los méritos y cualidades que vencen y atormentan a la envidia. Este es el mayor castigo: hacer del éxito veneno", hasta la honradez y la bondad pueden usarse con el malévolo propósito de azuzar la envidia.

Miguel de Cervantes puso en boca de Don Quijote: "Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia no tal, sino disgusto, rencores y rabias”. Otros “vicios” conllevan ese “no sé qué de deleite” porque satisfacen alguna pulsión instintiva (aunque después pueda esto resultar reprobable a la conciencia). Sin embargo, la envidia es en sí una defensa; a saber, una defensa contra la percepción de la propia inferioridad: se odia a otro para no sentir odio contra uno mismo.

Miguel de Unamuno dijo que en nuestra tierra de envidia proverbial bien podría existir un precepto que rezase, “Odia a tu prójimo como a ti mismo“. Así pues, por una parte, tenemos la mortificación narcisista inherente a la sensación de inferioridad; por otra, el odio a los semejantes, que es censurable para el Superyó. Aquí no hay deleite.

Antonio Machado, en su obra poética de Campos de Castilla nos dice: “Guarda su presa y llora lo que el vecino alcanza; / Ni pasa su infortunio ni goza su riqueza”. Por consiguiente, el penoso sentimiento de la envidia ha de ser objeto, a su vez, de otra defensa psicológica. Una de ellas es la proyección. Por medio de ésta, el sujeto logra convencerse de que el sentimiento envidioso le es ajeno y de que él es el envidiado; pero, ¡ay!, entonces temerá que los males que le deseó al prójimo se vuelvan a modo de bumerán contra él. A propósito de este mecanismo.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados

25 comentarios:

  1. Hola.
    Yo estoy llenísima de defectos pero si hay uno que no conozco es la envidia, afortunadamente.
    Me encanta la frase de Machado, mi poeta preferido de todos los tiempos.
    Muy feliz semana y estupendo post.

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  2. Genial este post en honor a la envidia, dicen que hay una envidia sana, yo creo que es una justificación, al fin y al cabo es envidia, al final termina siendo nociva.
    Cuanto daño nos puede hacer, es un sentimiento muy humano, con el cual debemos de luchar.
    Mi felicitación Este por tu forma de hacer, ¡genial!
    Feliz semana.
    Un abrazo

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  3. Me cuesta mucho entender la envidia. Como dice Gemma, es un defecto que no creo tener. Cuando se dice que España es un país de envidiosos, me parece un poco exagerado. No creo que haya más envidia que en otros países, pero igual estoy equivocada porque ya digo que no es un defecto que reconozca en mí ni entienda.
    Sí a veces pienso que me gustaría tener una casa como la de fulanita o saber cocinar o escribir como menganita, pero para nada esa sensación me produce sentimientos negativos hacia una u otra. Me alegro de que ellas posean lo que yo no tengo y de que lo disfruten.
    Las frases que has escogido son muy buenas. Me gusta especialmente por su contundencia la de Unamuno, aunque no la comparta porque yo no me odio en absoluto.
    Un beso.

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  4. Sin duda, la envidia es una de las emociones o sentimientos más nocivos que puedan darse. Pienso que vivir permanentemente en esta o cualquier emoción negativa perjudica gravemente la salud, es más, voy más allá, creo que detrás de esa emoción se esconde un problema psicológico más profundo. Como decía mi padre, en su justa medida nada hay que haga daño pero un exceso de cualquier cosa perjudica seriamente la salud. Saber gestionar estas emociones es fundamental para estar en paz con nocostros mismos y con lo que nos rodea.
    Mi querida Estrella, me ha encantado el texto, un gran tema sobre el que detenernos y reflexionar. Te dejo un cargamento enorme de besos cósmicos y un abrazo inmenso a tu hermoso Ser. Feliz comienzo de semana, guapísima!!!

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  5. ¡Hola, Estrella! Bueno, hoy nos hablas de la emoción más humana: la envidia. Creo que difiero de los comentarios anteriores. No podemos evitarla, es una emoción que nos asalta irremediablemente. Y lo hace con mayor virulencia respecto a las personas que nos son cercanas. Uno en el trabajo, siente envidia de su compañero, no del director general de la sede en Nueva York. Es la bonanza respecto a quien uno considera su igual lo que nos produce esa envidia.
    No creo que podamos evitarla y tampoco es bueno negarla. Como mencionas, lo importante es gestionarla. Sentimos envidia porque la evolución natural ha considerado que esa emoción es buena para la especie. Al sentirla, debemos pensar en ella como un toque de atención para uno mismo. ¿Ves? Él lo consiguió, toma ejemplo y ahora esfuérzate para conseguirlo tú.
    Creo que esa gestión de esta emoción es la manera de que nos sirva como motivación y no como un lastre malsano.
    Un fuerte abrazo, Estrella!!

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  6. Querida Estrella,

    El tema de la envidia me causa gran curiosidad porque, y aunque no lo creas, es un sentimiento que nunca he tenido. Mis amigas siempre me han dicho que no han conocido persona menos envidiosa a lo largo de sus vidas. Los que no me conocen dicen que "paso de todo". Y lo que es cierto es que no me molesta la felicidad ajena, las posesiones de los demás, los logros de otros,... Yo siempre digo que "yo no compito". Así que, bueno, a veces me va bien y otras no tanto. Pero, lejos de centrarme en los demás, me alegro de mis alegrías, trato de vivir en paz con lo que me rodea, intento hacer feliz a los míos,...

    Y esa es mi vida. Esas son mis emociones.

    Un besazo, amiga.

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  7. Por (de)formación profesional y por convicción también no considero que ninguna emoción sea negativa o positiva. Son. Las sentimos. Y sólo por eso ya merecen ser consideradas. Lo negativo puede ser a qué nos llevan esas emociones, a qué nos predisponen. No es malo sentirlas, es malo quedarse en ellas si nos dañan, pero ése es otro cantar.
    Intento, cuando me aparece la envidia, convertirla en admiración, porque no deseo que el otro pierda eso que yo deseo y no tengo, más que nada porque no me va a traer bienestar.
    Por otra parte, la envidia es la emoción nacional en España. Y ahora sé que no sólo ahí.

    Interesante tu post

    Besos

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    Respuestas
    1. Siento disentir, en mi opinión, la emoción nacional es la soberbia.
      A la soberbia le dedica Díaz-Plaja más de ochenta páginas, en su famoso y divertidísimo libro "El español y los siete pecados capitales", pues entiende que es el pecado más común entre los españoles. Si la soberbia es el afán desordenado de ser preferido a otros, éste se manifiesta en nuestra actitud cerrada de querer siempre llevar razón, de dialogar poco y odiar mucho, de considerar enemigo a quien piensa de forma distinta, a creernos siempre con derecho a todo y sin obligación alguna.
      Besos, Alis.

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  8. ¡Hola, Estrella!La envidia creo que es uno de los peores defectos del ser humano, es muy destructiva hacia uno mismo y hacia los que le rodean.Espero no poseerla y si es así que sea en pequeñas dosis.
    Me gusta mucho el post y las celebres frases que le acompañan.
    Feliz semana.

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  9. Muy bueno. La envidia es la base de tanto mal ¡¡¡ Es el antítesis de la generosidad, es el móvil de desavenencias incluso de asesinatos. Es una de las más peligrosas emociones y que poca gente gestiona.
    SAludos.

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  10. Coincido con David y con Alís, creo que el sentir envidia se relaciona directamente con la baja autoestima, con la poca seguridad que tenemos en nosotros mismos. Si trabajamos ese aspecto y empezamos a ver que podemos, que está también en nosotros la posibilidad de lograr cosas, el sentimiento negativo irá disminuyendo, lo mismo que la amargura que produce.
    A veces, lamentablemente, también se aprende y se refuerza por el entorno familiar en el que se crece.
    Un tema muy bien expuesto y para reflexionar.
    Abrazo grandote, Estrella.

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  11. Yo quiero pensar que la "envidia sana" es más un dicho o un recurso lingüístico que la gente utiliza para alegrarse de los logros de los demás, que la excusa para ocultar la envidia, por lo menos en la mayoría de los casos.
    Buena semana!

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  12. It has been a long time I have not discussed about envy. I think about myself that I have that feeling, but the degree is getting very low :)
    My mom said that I was a jealousy little girl.

    Have a wonderful day!

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  13. Pues yo debo ser el rarito del grupo. Yo sí creo que existe la envidia sana (aunque quizá debería llamarse de otro modo) al igual que la mentira piadosa. Los términos envidia y mentira son per se negativos, pero esos calificativos les dan un sentido distinto. Para mí, la envidia sana es cuando uno desearía ser como, por ejemplo, un autor de éxito al que admira, pero reconoce que nunca estará a la altura. Es como soñar despierto, imaginar que ha logrado algo muy deseado, pero reconoce que nunca lo conseguirá, pero sin rencor, sin envidia malsana, esa que le hace sufrir y sentirse fracasado.
    Excelentes reflexiones.
    Un abrazo.

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  14. Un tema apasionante al que aportas una versada entrada.

    Gracias.

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  15. Mi madre siempre dice... Si la envidia fuera tiña...

    Besos
    Www.masqueropa.blogspot.com

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  16. La envidia es destructiva. Te va minando por dentro y no te deja vivir en paz.

    Muy buena tu reflexión. Felicidades

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  17. Creo que la envidia, como bien dices es un sentimiento negativo, pero en mayor o menor medida a lo largo de la vida, se experimenta, puede que también en alguna ocasión la llamaba "sana" no sirve de nada es cierto, excepto para hacerse daño uno mismo y por ente dañar a los demás. Los sentimientos negativos al igual que los positivos, son energía que no podemos evitar que a veces nos rocen, lo bueno o buenísimo, de esto, es que si eres consciente del sentimiento negativo y te pones a trabajar en el, llegas a erradicarlo de la conciencia, con lo cual lección de vida aprendida y superada.

    Excelente reflexión, Estrella, tocaste un tema que no debemos descuidar y al que debemos prestar mucha atención, pues mantener la envidia en un estado inconsciente conlleva a todas esas situaciones insanas que describes. Muy buena recopilación escogiste, un plus aplaudible.

    Abrazos con cariño.

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  18. Una buena reflexión amiga. Todos hemos sentido envidia alguna vez. Te leo, reflexiono y antes de irme te dejo mis saludos.

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  19. Hola mi bella e intelectual amiga
    Que lindo y sano lo que has escrito!!!!!. Y estoy totalmente de acuerdo con vos. La envidia de lo que el otro tiene es algo malo para nuestro corazón. Es como mirar el césped de la casa que está enfrente a la nuestra, y lo comparamos con dolor. Nadie sabe que hay dentro de la persona que envidiamos, quizás haya pena y desazón. La envidia va generalmente amiga de los celos. Se dan la mano y son amigas ante mi pudor Brindo por vos chica hoy.Chin chin!!! Y brindo por cada uno de los que te sigue!!!

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  20. Que interesante y que razón tienes con tus palabras.
    Me ha encantado e inspirado :)

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  21. De acuerdo con vuestros comentarios, he apreciado que tenéis distintos enfoques sobre esta emoción, en sí misma destructiva, algunos directamente me confirmáis que nunca os identificasteis con ella, otros estáis más de acuerdo con lo que popularmente se conoce como «envidia sana», aunque no lo entendéis como una excusa o hipocresía, sino como un aliciente de superación o incluso un intento para admirar al otro. También hay otros puntos de vista donde me manifestáis lo peligrosa que puede como sentimiento negativo o que se relaciona con la baja autoestima y poca seguridad en nosotros mismos.
    Otra idea que me habéis aportado es que la «envidia sana» debería llamarse de otro modo al igual que la «mentira piadosa».
    Digamos que en general os ha parecido un tema apasionante para reflexionar con cierta polémica respecto a España, donde se nos critica como envidiosos desde otros países, aunque existan discrepancias, como algún escritor conocido y español lo ha manifestado.

    Me alegro de haberos despertado cierto interés en mostrar vuestra opinión y llegar hasta aquí para ampliar esta reflexión con la ayuda de vuestros amables aportes.
    Finalmente os expreso mi gratitud personalmente a quienes me habéis regalado vuestra impronta con generosa valoración:

    MARIGEM - GIANCARLO (¡bienvenido!) - CARMEN SILZA - ROSA BERROS CANURIA - MARINA - DAVID RUBIO SÁNCHEZ - EL MUNDO CON ELLA - ALÍS - LEBASI LEBAM - MANUELA FERNÁNDEZ - MIRELLA S. - EL BAILE DE NORTE - EVI ERLINDA - JOSEP Mª PANADÉS - PITT TRISTÁN (¡bienvenido!) - MÁSQUEROPA (¡bienvenida!) - GALILEA - MILA GÓMEZ - SANDRA FIGUEROA - RECOMENZAR - PEPA Y YONOSOYMILLENIUM

    Recibir un abrazo con cariño, para cada uno y mis mejores deseos para que paséis un fantástico domingo y tengáis también un buen inicio de semana.
    ¡Nos volvemos a encontrar a partir de este lunes!

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  22. ¡Madre mía!!! Cuanta verdad junta recopilada sobre ese sentimiento tan negativo y destructor. Cuanta razón en todo lo que dices Estrella. Tenemos que aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos y con lo que tenemos y alegrarnos con los logros de los demás, de la gente que queremos (nunca he podido entender como a algunos y a algunas les cuesta tanto
    Besos

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  23. Hola, Estrella.
    Las emociones que podamos sentir tanto buenas como malas nos hacen humanos, es cierto que habrá personas que puedan ser más dadas a sentir en este caso la envidia que otros, pero al final el ser humano aun con sus diferencias guarda rasgos comunes. Personalmente lo que creo es que no es malo lo que podamos sentir, sino que hacemos con ello, como nos comportamos a raíz de esa emoción negativa.
    La envidia sana, es como la broma sin maldad, guarda un poquito de sentimiento que no se quiere mostrar, pero allí está.
    Has creado todo un grupo de debate, :) Aquí te dejo mi pequeña opinión, siento leerte tan tarde, he pasado la última quincena con el tiempo muy justo.
    Un beso enorme.

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  24. Dicen del placer profundo, y malsano, de asistir a la caida de aquel al que un día envidiaste

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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis textos.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.
Estrella Amaranto.